Nicolás Jarry sobrevive a una dura batalla ante Kubler y se medirá con Carlos Alcaraz en la tercera ronda de Wimbledon

Nicolás Jarry (28º ATP) buscaba por primera vez en su carrera la tercera ronda de Wimbledon. Al frente estaba Jason Kubler (77º), un especialista en esta superficie y un muy buen jugador de dobles (es 31º en la modalidad), por lo que más allá de las diferencias en el ranking, el desafío no era para nada sencillo. Sin embargo, lo supo sacar adelante y se impuso por 7-5, 5-7, 6-3 y 6-4, en tres horas y 21 minutos.

A favor del tenista nacional se encontraba el haber resuelto relativamente rápido su duelo del jueves ante Marco Cecchinato (89º), mientras que el australiano debió jugar cinco desgastantes sets para instalarse en esta ronda.

El comienzo del encuentro se dio con el chileno bastante sólido con su servicio y cometiendo muy pocos errores no forzados. Incluso, tuvo un punto de quiebre en el segundo juego. La potencia de sus tiros nuevamente fue factor para marcar diferencia. La profundidad de los golpes fue un elemento clave para doblegar la resistencia del oceánico.

Pudo definir el primer parcial antes. De hecho, no pudo concretar los tres puntos de set que tuvo en el décimo juego con el saque de Kubler. No obstante, sí aprovechó el siguiente que tuvo en el duodécimo y cerró con una devolución profunda el capítulo inicial en 45 minutos.

La segunda manga mantuvo encontró al australiano devolviendo mejor y a Nico cometiendo errores, sobre todo con su derecha. Si bien durante buena parte se las arregló para salir de cada una de esas complicaciones, en el undécimo juego falló y le permitió a su rival aprovechar la primera chance de ruptura que se le presentó. Luego, con angustia y saliendo de dos puntos de quiebre en contra, el oriundo de Brisbane cerró a su favor el parcial y niveló el partido.

Con todo más equilibrado, el pupilo de Juan Ozón tuvo que extremar recursos al máximo. Ya en el tercer game salvó con lo justo su servicio y poco a poco comenzó a recuperar las sensaciones del inicio. Tuvo dos opciones de quebrar en el sexto juego, pero no las pudo concretar. Luego, en el siguiente, otra vez debió salvar un break point, en otra muestra de lo difícil que se le puso el encuentro.

Pero estuvo lo suficientemente fuerte de cabeza para aguantar y dar el zarpazo en el octavo juego, donde subió un par de veces a la red y le traspasó toda la presión al australiano. Así logró un quiebre vital para el desarrollo del partido.

Kubler no dejó de luchar y siguió complicando mucho al chileno, que además se vio algo incómodo en los desplazamientos. Incluso, el oceánico tuvo cinco opciones de rompimiento en el cuarto game y otras dos en el octavo, pero el tenista nacional las salvó gracias a su servicio, un arma fundamental en esta superficie y con la que en este partido exhibió muy buenos números. A saber: 30 aces y un 78% de puntos con el primer saque, aspectos fundamentales en una superficie tan compleja como el césped.

Cuando todo parecía complicarse, Jarry sacó lo mejor de sí para romper en el noveno game y cerrar con su servicio la ansiada victoria.

Si la segunda ronda fue compleja, la tercera asoma como un desafío de marca mayor. Carlos Alcaraz, el número uno del mundo y máximo preclasificado espera al vencedor, en un duelo que promete mucho y donde el chileno deberá jugar muy afinado si quiere dar el gran golpe.

El español consiguió una trabajada victoria sobre el francés Alexandre Müller (84º), a quien superó por 6-4, 7-6(2) y 6-3, para volver a chocar con Nico. El único antecedente que hay entre ellos data precisamente de las semifinales del ATP 500 de Río de Janeiro, donde Carlitos se impuso por 6-7(2), 7-5 y 6-0.

El duelo se llevará a cabo mañana, en horario por confirmar, muy probablemente en la Cancha Central del All England Tennis & Crocket Club. Otro momento inolvidable para la mejor raqueta del país.