Cobreloa y Deportes Concepción viven la jornada más decisiva el año. En Calama, ante un estadio colmado por más de 10 mil hinchas naranjas y poco más de 500 fanáticos penquistas, la escuadras de César Bravo y Patricio Almendra disputarán el segundo cupo de ascenso. El primero ya lo aseguró Universidad de Concepción.

En la ida, los calameños obtuvieron un resultado que puede resultar fundamental. Un golazo de Iván Ledezma les permitió rescatar un 1-1. Para los morados había marcado Ariel Cáceres. La serie está completamente abierta.

Por la gloria y un millonario botín: los cuantiosos premios que esperan a Cobreloa y Deportes Concepción si ascienden

En Calama asumen que la altitud y, principalmente, el apoyo del público serán elementos claves para desnivelar la disputa en su favor. De hecho, la igualdad en el Ester Roa Rebolledo fue considerada una virtual victoria, asumiendo el poderío que demuestran los loínos cada vez que actúan en casa.

El equipo nortino también mira de reojo otro aliciente: el estímulo económico que percibirá si logra la promoción. En ese caso, la dirigencia que encabeza Harry Robledo reserva un atractivo monto para distribuir entre quienes integran la plantilla que dirige César Bravo. Bordea los $ 300 millones a repartir, aunque la cifra se deduce de una estructura acordada a comienzos de año con el plantel que capitanea Rodolfo González.

Hay caja

Deportes Concepción va por el todo o nada a Calama. Ante Cobreloa, los penquistas buscarán un objetivo crucial: lograr el retorno a Primera División después de 17 años. No fueron años fáciles. Los lilas tuvieron que lidiar, incluso, con la desafiliación. Partieron literalmente desde el fondo para revivir.

Ahora se ilusionan. En principio, con la gloria deportiva. Lo hacen de la mano de un histórico de la institución como entrenador: Patricio Almendra. El exmediocampista, quien disputó la Copa Libertadores de 2001 con los penquistas, no estará en la banca, pues debe purgar la sanción por la expulsión ante Copiapó.

El honor de volver a estar entre los mejores del fútbol chileno no es lo único a lo que aspiran los sureños. Si consiguen el objetivo, se quedarán con un cuantioso premio. La dirigencia que encabeza Diego Livingstone comprometió un pozo de $ 300 millones a repartir si se rompe una maldición que partió en 2008.

Caja hay. Solo en los últimos dos encuentros el club ha recaudado $ 250 millones: $ 100 millones ante Copiapó y $ 150 millones frente a los naranjas. Esas cifras y un promedio de asistencia durante la temporada que bordeó las 10 mil personas brindan un soporte para garantizar el compromiso.