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Un Tigre desorientado que nunca sacó las garras: las inentendibles excusas de Ricardo Gareca para su fracaso en la Roja

El ciclo del estratega en la banca de la Selección se acabó junto con el último, y más definitivo de sus papelones. En las palabras del DT hay varias de las razones de una decepción histórica.

Ricardo Gareca, en El Alto (Foto: Photosport) XXXXXXX/PHOTOSPORT

La Roja cae en El Alto y se despide del Mundial. Matemáticamente, claro está, porque hace rato que futbolísticamente no tenía los argumentos ni las respuestas para reclamar un sitio entre los seis mejores del continente. O de los siete, si se considera que el repechaje fue, hasta el momento de la ascensión a Bolivia, la única vía posible para colarse en el torneo planetario.

El equipo de Ricardo Gareca queda definitivamente eliminado ofreciendo un perfecto resumen de la gestión del técnico, quien renunció a su puesto, aunque, técnicamente, su futuro estaba sentenciado: igualmente la dirigencia iba a ejecutar la cláusula que permitía abortar su contrato.

Sin conexiones en el campo de juego, sin presencia ofensiva y sin capacidad, incluso, para imponerse con un jugador más en el campo a un rival históricamente inferior. Y, desde la banca, también, sin respuestas. Las hubo, en rigor, en escasos partidos del ciclo que comenzó el 25 de enero de 2024, cuando reemplazó a Eduardo Berrizzo, el otro responsable del fracaso.

Alexis debe volver a Italia, pero no sabe si seguirá en ese país. Foto: Daniel Miranda/APGNoticiasBo/Photosport. DANIEL MIRANDA/APG NOTICIAS/PHOTOSPORT

Según información recabada por El Deportivo, el DT se mostró abatido frente a los dirigentes que bajaron al camarín a ratificarle su salida. El Tigre, sin embargo, se anticipó a la jugada y avisó que renunciaba. No quiso ser despedido. Minutos más tarde, se paró frente al camarín de los futbolistas para agradecer su entrega y avisar que no seguiría en el cargo. Nadie del plantel sacó la voz.

Un Tigre que nunca sacó las garras: las inentendibles excusas de Ricardo Gareca para su fracaso en la Roja

Gareca se va sin haber cumplido ninguna de las expectativas que generó su arribo. Hoy, de hecho, las palabras de bienvenida de Pablo Milad resultan irrisorias. “Lo dijimos muchas veces: nos íbamos a tomar un tiempo para conseguir el mejor técnico para la Selección Chilena y creo que cumplimos. Ricardo es un técnico que puede reposicionar a La Roja en el lugar que se merece. Ricardo llega para recuperar las sonrisas y mirar con optimismo hacia el futuro con los grandes desafíos que tenemos”, declaró el mandamás del fútbol chileno.

Paradójica y dolorosamente, el estratega dejó su puesto convertido en el peor DT que ha pasado por la Roja: logró una victoria, cuatro empates y ocho derrotas. Es decir, un 17,9 por ciento de rendimiento. Bajo su mando, la Selección convirtió solo seis goles y recibió 17. De las sonrisas que anunciaba Milad, ni hablar. De hecho, aunque suene anecdótico, hasta el semblante del entrenador fue cambiando con el tiempo. Probablemente, por la tensión que percibía en Chile. También admitió que no salía y ni siquiera iba al estadio, para no poner en riesgo su seguridad o la de los sitios que pisara. Al Tigre ni siquiera le quedaba la ferocidad que sugiere su apodo. En Chile, jamás sacó las garras.

Ricardo Gareca, después de la caída ante Argentina (Foto: Photosport) JONNATHAN OYARZUN/PHOTOSPORT

Explicaciones que agravan la falta

Los duros números no son el único argumento para apuntar hacia su proceso. Hay, de hecho, inconsistencias notorias. Al arribo, aunque no se hizo cargo del concepto ‘recambio’, parecía decidido a darle un giro a la Selección. Finalmente, terminó convocando a la mayoría de los referente de la Generación Dorada: solo Gary Medel no tuvo en alguna de sus nóminas. A Arturo Vidal, probablemente por la necesidad de un soporte dentro del campo de juego y por el buen momento futbolístico que atravesaba el Rey, llegó a perdonarle las duras críticas que le profirió a través de su canal en Twitch y hasta terminó ungiéndolo con la capitanía.

Sin embargo, lo que más llamó la atención fue la inconsistencia de sus explicaciones y, sobre todo, de sus métodos. En Chile siguen frescas las herencias de Marcelo Bielsa y Jorge Sampaoli, dos técnicos extremadamente metódicos. En sus gestiones, los futbolistas tenían roles definidos y hasta demarcaciones específicas para sus desplazamientos en el campo de juego. En los entrenamientos, por ejemplo, se podía apreciar la división del campo de juego en cuadrículas que servían como referencia. “Parecíamos monitos de PlayStation”, llegó a graficar Jorge Valdivia.

Foto: Dragomir Yankovic/Photosport DRAGOMIR YANKOVIC/PHOTOSPORT

En la entrevista que le concedió a La Tercera, el entrenador se mostró partidario de la libertad de decidir de los jugadores. “No un libre albedrío, pero me gusta la inspiración en determinadas zonas como el ataque, donde tiene que haber creatividad. Me gusta la libertad para que el jugador pueda desarrollar su potencial”, definió. El efecto terminó siendo el contrario. La experiencia había demostrado de sobra que el futbolista chileno responde mejor cuando le establecen con certeza qué debe o no debe hacer.

No utilizaría la palabra mecanizado, pero sí automatizar algunos movimientos. Creo que, a ellos, a Chile, les asienta mejor un direccionamiento. En Perú, teníamos algo que le pegó muy bien al peruano, que era un ataque desorganizado, pero con un orden táctico. O sea, que cuando terminaba el ataque, nos ordenábamos. Es lo que me gustó siempre. En Vélez también daba esa posibilidad de libertad. Y acá nos costó un poco más en ese aspecto y tuvimos que modificar”, insistió. La alusión al equipo argentino debió responder a su primer ciclo, el más exitoso. El segundo, que antecedió a su llegada a Chile, fue un desastre: solo alcanzó un 27,7 % de rendimiento.

Críticas

De Gareca, incluso en la intimidad de Juan Pinto Durán, se criticaban varios aspectos. Uno era el desconocimiento del medio, con la consiguiente decisión de no asistir a los estadios locales, y de los jugadores que citaba desde el exterior (el admitido por Lawrence Vigouroux es emblemático). Otro eran sus constantes viajes a Buenos Aires, donde reside su familia y estaba su cuartel general. Y, finalmente, el más gráfico, que trabajaba poco. Y ahí la comparación con sus antecesores más exitosos lo dejaba en una notoria desventaja.

En la recta final de una gestión desastrosa por donde se mire, llamó la atención la postura pública que adoptó el estratega, quien repitió en varias ocasiones su intención de quedarse e iniciar un nuevo proceso. Varios se descolocaron. Sobre todo, porque en su contrato estaba claramente establecida la fórmula para precipitar el adiós: el fin de las opciones matemáticas de clasificar al Mundial. Ante Bolivia se cumplió la desgraciada condición.

Los millones que se ahorra la Federación

Gareca tenía contrato hasta el término de estas Eliminatorias, las que finalizan en septiembre de este año. Considerando la desvinculación del argentino, la federación se ahorrará los 225 mil dólares mensuales correspondientes a los meses de julio, agosto, septiembre y octubre.

Con esto, en Quilín evitarán desembolsar un total de 900 mil dólares, que equivalen a casi 841 millones de pesos.

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