Ya no hay que dormir en Pinto Durán

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Alexis dedica el día libre conquistado para actuar de sí mismo en algunas escenas de su película. Vidal y Castillo se pican al parchís.



En realidad, la actuación de Alexis empezó en Rancagua. Simuló una situación de la vida real y le creyeron. Quizás, ya sabía el rol que debía cumplir 24 horas después. Ante la marca del defensor Kendall Waston, el Niño Maravilla fingió como un actor de Hollywood. Puso cara de dolor, de molestia. Todo apegado al libreto imaginario que creó en ese mismo momento. Falló en la definición.

Al día siguiente, Alexis volvió a escena. Dejó los zapatos de fútbol, y con el guión aprendido, cumplió con las órdenes, no de Reinaldo Rueda, sino de su otro director, Alejandro Fernández, para actuar de sí mismo en el filme "Alexis, la película". Completó algunas escenas. La cinta, que está a cargo de Fábula y de Vibra Marketing, comenzó a grabarse durante la semana pasada en Santiago y considera cinco semanas de rodaje. Ya sin Alexis, se supone, aunque tiene trabajo pendiente por rodar. La cinta, que debiese estar para junio de 2019, trata la historia de su vida, del niño que fue para lograr su sueño.

Es de suponer que Alexis, o su representante Felicevich, ya tenía todo previsto y negociado para ocupar su llegada a la Selección en participar en su película. Un motivo de refuerzo para acudir al llamado de Rueda, al que no le ha hecho mucho caso en 2018. El del viernes fue su cuarto encuentro en todo lo que va de año.

Es de suponer que Alexis, o su representante Felicevich, ya conocía que el camarín le iba a doblar la mano a su jefe, Reinaldo Rueda, en su promesa de poner fin a los días libres de la Roja y ponerse estricto en sus periodos de concentración. Pero al final, nada de eso. A la tarde de asueto concedida el miércoles, se unió el día entero libre del sábado (el equipo cenó el viernes tras el partido en el Hotel Diego de Almagro, en Rancagua, y llegó a Juan Pinto Durán). Los futbolistas debían presentarse ayer a primera hora para preparar el vuelo a Temuco. Pero el sábado, pese a lo anunciado por el seleccionador en su presentación, el equipo ni entrenó y solo llegaron a dormir al recinto los jugadores de regiones.

"La selección no puede dar días libre, si vienes por ocho días a jugar dos partidos, habrá espacio para la familia, para compartir, pero no para días libres. Hay que ubicarse acorde a la Selección", dijo Rueda entonces. Ya no hay que ubicarse, al parecer. Luego de conversar con los futbolistas, el técnico aceptó la poca comodidad que entrega Juan Pinto Durán.

La otra actividad conocida durante el sábado de un seleccionado fue la de Arturo Vidal, quien se hizo presente en el duelo de su club Rodelindo Román, en la definición ante Concepción por los cuartos de final de tercera B. El volante chileno tuvo tiempo para ganar apuestas, aunque al interior de la Selección. En su cuenta de Instagram presumió de haberle ganado a Nicolás Castillo billetes (que lució) en el avión jugando al parchís (juego de mesa, muy popular en España). "Eso te pasa por meterte con el King, hijo". Aunque según posteó el delantero, hubo revancha y Vidal tuvo que pagarle de vuelta y a Diego Valdés. "Gracias hermano, un placer atenderte", escribió en su cuenta, Y añadió: "Pagando otra vez". Buen ambiente, al menos, pese a las derrotas.

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