Cuatro años cumplirá Marina Mar de Tapas, este local de pescados y mariscos que destaca en la esquina de Tegualda con Santa Isabel, en pleno Barrio Italia.A cargo del chef Francisco Hraste, pocos restoranes en Santiago consiguen servir productos tan frescos, como si el negocio, en vez de estar en Providencia, se ubicara en una caleta del litoral central.

Con corazón de marisquería, el foco de Marina Mar de Tapas está puesto en su oferta de mariscos vivos, como ostras chilenas y japonesas, choritos maltones, almejas y ostiones. Estos últimos son traídos de zonas como Tongoy o Ancud, se eligen a mano y se sacan directamente de la piscina que tiene el local a tu mesa.

Esa enorme piscina, llena de agua de mar y con temperatura controlada, está visible al público. Ahí podrás ver cómo se mantienen los mariscos, en un ambiente muy similar al natural.

La gracia es que acá puedes probarlos con una mínima intervención. Es el caso de las ostras chilenas ($7.990 las seis), crudas y servidas solo con una rodaja de limón. O las almejas ($ 8.990), que se sirven apenas abiertas y en salsa verde.

También valen la pena los ostiones ($8.990 los seis), los choros maltones acevichados ($8.990 los seis), o los erizos ($12.990), que se pueden aliñar a gusto con salsa verde, cebolla, limón y tostadas.

Marina Mar de Tapas: para tapear con vinos de autor

Como su nombre lo dice, una gran manera de disfrutar la variedad de Marina Mar de Tapas es con esta última opción. Sus tapas son perfectas para compartir y probar diferentes sabores. Están las Tostadas de Sierra Ahumada ($8.990), en pan de masa madre, con este pescado ahumado, mayonesa de cilantro, perejil, ajo, cebollita perla y salsa teriyaki.

También las empanadas fritas ($8.990, las tres), rellenas de pino de mariscos, o las machas gratinadas ($8.990), que vienen una suave salsa tipo bechamel y parmesano.

Para elevar aún más la experiencia, puedes acompañar las tapas con una selección de vinos de autor. Son elegidos con pinzas para hacer un maridaje preciso. Como el chardonnay de Clos des fous ($21.000), del Maule. O el cinsault Masintin ($22.000), del Valle de Itata. Siempre puedes preguntar por la copa de Sauvignon Blanc de la casa ($4.500).

Otra opción es que elijas tu cerveza favorita artesanal, como la Zigurat ($4.200). Si quieres puedes transformarla en michelada al estilo Marina (más $2.200), con leche de tigre, limón, dash de salsa inglesa y coronada con una almeja, sal y merkén.

Brunch Marino