Alcalde de Colchane: “Vivimos en otro país de un día a otro; el gobierno nunca nos quiso escuchar”

Colchane (1)
Javier García Choque, alcalde de Colchane.

El jefe del municipio cuenta cómo su comuna ha resistido la crisis humanitaria. Relata que muchos vecinos han decidido abandonar la zona y que, en promedio, reciben al día 600 extranjeros que cruzan el desierto desde Bolivia. También aborda cómo ha sido la implementación de la nueva legislación sobre las migraciones.


Este fin de semana comenzó a funcionar la nueva Ley de Migración, que impide el arribo de inmigrantes que no puedan justificar su arribo a Chile o lleguen de forma irregular al país. Y en la fronteriza comuna de Colchane, paso de la gran mayoría de extranjeros que han ingresado, ayer se vivió la primera escena de reconducción de personas, con un grupo de venezolanos que por horas quedaron varados en el límite con Bolivia, nación que no quería permitir su retorno.

La medida fue observada con atención por el alcalde de la comuna, Javier García Choque (RN). Con solo 1.600 habitantes, el lugar contempla cómo hace más de un año ha visto modificada completamente su rutina, con muchos vecinos incluso abandonando sus casas, ante los constantes robos y saqueos que se vienen produciendo.

¿Cómo ha sido la reconducción en su zona?

Ha sido una medida bastante improvisada por parte del gobierno, eso quedó en evidencia. Ayer, en total se recondujo a 43 personas que querían entrar al país, pero a las que no se les permitió, trasladándolas de vuelta a Pisiga, en Bolivia. El problema es que diariamente recibimos, en promedio, a 600 inmigrantes, que quedan deambulando aquí o en las localidades aledañas esperando a que alguien los baje a Iquique o Arica, afectando la vida de los habitantes, saturando los servicios. Algunos roban y saquean las casas de los vecinos, porque muchas personas llegan con armas de fuego o armas blancas.

¿Junto al Estado de Excepción Constitucional, lo considera una medida efectiva?

Es una medida efectiva en la medida en que se cuente con la tecnología y el personal que custodie y se encargue de evitar que las personas crucen. Sin embargo, eso hoy no existe, por lo que el control que se puede ejercer es muy poco.

Una familia de inmigrantes cruza por la aduana que limita entre Chile y Bolivia. Foto: AFP

¿Qué soluciones cree que se deberían implementar?

Lo que falta aquí son autoridades de Migración, de las policías, que puedan hacer un real control a las personas que quieren ingresar al país. Todos los que entran por la frontera, por los pasos no habilitados y la aduana, terminan en nuestra comuna a la espera de trasladarse a otro lado, entonces sí se puede hacer aquí un mayor control de esas personas. El problema es que, al cerrar la frontera, se le impide el tránsito de muchas personas que van o vienen de Bolivia, que sí tienen su documentación como corresponde. Hoy, por ejemplo, tenemos a decenas de niños que no pudieron ir a estudiar a su escuela en Pisiga. La idea de las zanjas tampoco me parece mala; hoy las hay, pero deben estar más reforzadas para evitar que se entre por cualquier lugar.

¿Qué opina del paro de los camioneros?

Me parece una protesta legítima, porque son los mismos problemas de inseguridad que hemos vivido nosotros todo este tiempo. Es algo que iba a pasar, y el problema es que todos estos problemas que nunca antes se habían visto, estoy hablando de asesinatos a manos de sicarios, secuestros y crímenes violentos, son problemas que van a comenzar a verse en todo el país.

¿En qué más se ha visto afectada su comuna?

Estamos funcionando de forma muy precaria. El Cesfam de la comuna tiene capacidad para atender a nueve personas diariamente, pero hoy hay que atender a más de 40. Muchos funcionarios municipales han renunciado, por la inseguridad que viven en la comuna: los han asaltado o han entrado a saquear sus casas, por eso muchos se han ido de aquí.

¿La situación en su comuna ha empeorado en los últimos meses?

Imagínese vivir en otro país de un día para otro, eso fue lo que nos pasó en Colchane. Hemos sufrido un abandono por parte de las autoridades, que pese a las constantes peticiones de reuniones y avisos de lo que está ocurriendo en la comuna y en las fronteras, no ha querido escucharnos ni reunirse con nosotros. Hacen una política desde el escritorio, una política comunicacional, pero no conocen en terreno las cosas que están ocurriendo.

¿Por qué desde el gobierno no querido reunirse con usted?

No lo sé. Eso es algo que se le debe preguntar a las autoridades del gobierno.

La semana pasada hubo una reunión con personeros del nuevo gobierno y autoridades regionales. ¿Lo invitaron a participar?

Me enteré de la reunión, pero no recibí ninguna invitación. Imagino que debe ser por mi sector político. Pero debemos conversar todos los actores para llegar a una solución a este problema.

¿Cómo han funcionado los albergues en su comuna?

El problema de los albergues es que no están diseñados para la altura, entonces se han dado muchos problemas por situaciones del clima o del frío. Además, la semana pasada hubo una intoxicación porque personas bebieron ahí agua no potable, lo que complicó aún más la situación.

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