Barticciotto, el guardián del nuevo Monumental, frena a Mosa: "La concesión no se toca"

Barticciotto

Contra la petición de Blanco y Negro de extender su mandato en el club para tener más fuerza en la negociación del 'naming' del estadio, de la que espera la respuesta de la corporación, el ex delantero albo anuncia batalla: "Fue lo primero que se habló con Aníbal. Es una condición que eso no se toque".


Marcelo Barticciotto integra la comisión que proyecta el nuevo estadio Monumental como asesor externo. Es algo así como el guardián de los hinchas. Llegó a ese puesto en representación del Club Social y Deportivo Colo Colo, la contraparte de Blanco y Negro que acercó posiciones con la concesionaria en el marco de un proyecto emblemático para el desarrollo institucional. Y también como garantía de credibilidad en una alianza entre dos organizaciones que dan una señal de paz después de un distanciamiento que incluyó la eliminación de la imagen del delantero que conquistó la Copa Libertadores de América en 1991, por su pública oposición al modelo de gestión posterior a la quiebra del club, en 2002.

El frágil equilibrio puede romperse otra vez por la pretensión del directorio de Blanco y Negro de ampliar la concesión, de la que quedan 17 años, a cambio de la cuantiosa inversión para el reducto, que se estima entre US$ 40 millones y US$ 60 millones. El monto obliga a explorar el naming rights, es decir, asociar el nombre de una marca al del estadio a cambio de financiamiento, otra materia que genera resistencia entre los más conservadores.

El ídolo albo dice que está al tanto del objetivo de la concesionaria, que se planteó en una de las reuniones de la mesa de ByN, en la que el club social tiene dos representantes: su presidente, Edmundo Valladares, y el también campeón de América, Daniel Morón. "Edmundo me lo comentó. Me dijo que uno de los directores de Blanco y Negro lo planteó. Y que lo desechó de inmediato en esa reunión de directorio", sostiene.

El exfutbolista cuenta, también, que la conservación de los términos originales del contrato, que le permite a Blanco y Negro administrar los bienes y el fútbol profesional del Cacique, fue una materia que se trató apenas se iniciaron las negociaciones. "Fue lo primero que se habló con Aníbal (Mosa, presidente de ByN). Es una condición que no se toque la concesión", enfatiza Barticciotto.

"Yo lo dejé muy claro"

Barticciotto supedita su permanencia en el proyecto a que el mandato, que inicialmente expira en 2035, no sufra variaciones. "Para mí también es una condición. Entiendo que el estadio se va a hacer con la unión entre Blanco y Negro y el club social. No quiero ponerme en ese escenario, porque ya lo hablamos. Y yo lo dejé muy claro. No tengo relación con ByN, sino con Aníbal y Harold (Mayne-Nicholls, vicepresidente ejecutivo de la concesionaria). Estoy confiando en ellos", insiste. Y añade que una situación así, indudablemente, produciría alteraciones. "Cambiaría el escenario. Soy el presidente de esta comisión y confío en Aníbal", sostiene.

El exdelantero, autor del gol inaugural del recinto, el 30 de septiembre de 1989, tiene clara la responsabilidad que carga. Y, sobre todo, la imagen que defiende frente a los fanáticos, quienes se la manifiestan a través de distintas vías. Por eso, desde que aceptó el ofrecimiento que le plantearon Mosa y Mayne-Nicholls para transformarse en la cara más visible del plan, ha sido especialmente cuidadoso para explicar que no tiene ni pretende tener ninguna relación formal con la firma, que ahora pretende permanecer más tiempo a cargo de la entidad de Macul para rentabilizar la cuantiosa inversión que implica modernizar el recinto deportivo y dotarlo de estándares de comodidad que lo transformen en candidato para albergar una subsede del Mundial de 2030, en el hipotético caso de que la candidatura que Chile comparte con Argentina, Paraguay y Uruguay se adjudique la organización.

"No hay esa relación, porque yo voy a estar de parte del club social. Se habló de que me querían pagar un sueldo y yo no voy a cobrar. Lo deseché totalmente. Estoy del lado del club y me parece que hay que sumar, más allá de todo. Confío, porque se comprometieron ante la gente y voy a tratar de estar como representante de los hinchas en este proyecto", declaró a La Tercera en agosto, cuando se reveló su participación.

El nombre

La incertidumbre respecto de esa situación lleva a algunos directores a proponer que aún no comience la inyección de dinero. "Hasta no tener nada claro, ByN no debería gastar plata de los accionistas en un proyecto tan incierto", postula un integrante de la mesa. Esa postura ya se analizó en una de las reuniones del directorio.

En la ceremonia que se realizó ayer expuso Lawrence Magrath, especialista en asuntos de naming. El ejecutivo trabajó en el proceso del Allianz Parque, el estadio del Palmeiras, cuya concesión del nombre es a 30 años y reporta US$ 3,8 millones cada 12 meses al club brasileños.

El plazo no es estandarizado. Hay otros ejemplos, como el Emirates Stadium, del Arsena, en que la relación es a 15 años, aunque el aporte es más cuantioso. Los Gunners contabilizarán US$ 163 millones durante ese período.

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