¿Quién inventó el pareo parlamentario y por qué es tan polémico?

Camara de diputado Discute Identidad de Genero
12 de Septiembre / VALPARAISO Bancada RN UDI en la votacion del Proyecto de ley que reconoce y da protección al derecho a la identidad de género. FOTO: PABLO OVALLE ISASMENDI / AGENCIAUNO

Recordado es el caso del ex diputado UDI Enrique Estay. El 2008 le montaron todo un operativo médico para trasladarlo desde Temuco a Valparaíso, en camilla y con una hernia lumbar, para que llegara a votar la acusación que terminó destituyendo a Yasna Provoste del ministerio de Educación. Estay llegó, se instaló en la sala en silla de ruedas y votó, pero recuerda que "no sabía que estaba pareado, porque lo hizo mi comité".


No está regulado ni en la Constitución ni en la Ley Orgánica del Congreso. Recién se incorporó al reglamento de la Cámara de Diputados en 1994, y se ha usado con disímiles resultados y consecuencias. Ayer su utilización volvió a provocar polémica durante la votación de la Ley de Identidad de Género, y es bien probable que lo vuelva a hacer durante la larguísima tarde que se viene por delante con la acusación constitucional contra los tres ministros de la Corte Suprema.

Se trata del pareo parlamentario, recurso al que se alude como un "acuerdo de caballeros": un diputado o senador que por equis motivo ha de ausentarse de una votación se coordina con otro -de una bancada "rival" o que se prevé que votará en sentido contrario- para que él o ella también lo haga. Se netean y se compensan. El glosario online de la Biblioteca del Congreso lo define como "acuerdo entre dos parlamentarios, de distintas bancadas o comités, a través del cual durante un plazo determinado, se comprometen a no participar en ninguna votación si uno de ellos está ausente".

El artículo 166 del reglamento de la Cámara es más específico: "Los diputados podrán parearse entre sí, por escrito, obligándose a no participar en ninguna votación o elección durante el plazo que convengan, o en aquellas votaciones o elecciones específicas que indiquen. En todo caso, los pareos serán por un plazo determinado, pudiendo cancelarse anticipadamente sólo con el acuerdo de las partes, de lo que se dejará constancia en el Registro a que se refiere el inciso siguiente. El Secretario llevará un Registro donde se inscribirán los pareos, para cuyo efecto los Diputados interesados, antes de cada sesión, así deberán comunicárselo, con el objeto de que tengan validez. Luego de la Cuenta de cada sesión, el Secretario dará lectura a la lista de pareos".

Este párrafo existe desde el '94. Hubo en el primer período tras el regreso de la democracia (1990-1994) mociones como la del entonces diputado Carlos Dupré que buscaron regularlo. Antes de eso, recalcan en el Congreso, era una costumbre "importada" desde el Senado.

No lo rompas

Fuera de esos límites, el pareo ha operado de forma consuetudinaria, y por lo mismo ha provocado polémicas por diversas razones. Por ejemplo, se supone que un diputado pareado no puede o no debe votar, a no ser que de mutuo acuerdo ambos -o sus respectivos comités- levanten el pareo. Y ahora último su uso se está cuestionando, además, cuando hay votaciones que exigen quórum.

Ayer, por ejemplo, el diputado PS Marcelo Schilling "rompió" el pareo que tenía con el UDI Osvaldo Urrutia durante la votación de la Ley de Identidad de Género. El socialista pidió ser pasado a la Comisión de Ética, que según la normativa interna ha de sancionar estos casos, y ante la cual está obligado a denunciarlos el secretario de la corporación, Miguel Landeros.

Más recordado es el caso del ex diputado UDI Enrique Estay. El 2008 le montaron todo un operativo médico para trasladarlo desde Temuco a Valparaíso, en camilla y con una hernia lumbar, para que llegara a votar la acusación que terminó destituyendo a Yasna Provoste del ministerio de Educación. Estay llegó, se instaló en la sala en silla de ruedas y votó, pero recuerda que "no sabía que estaba pareado, porque lo hizo mi comité". Hubo reclamos de las bancadas rivales, recuerda, pero cuando ya todo había terminado.

Tanta dedicación tuvo sus consecuencias. El 2014 Provoste volvió a esa misma sala, convertida en diputada recién electa. "Ni nos saluda", se lamentaban entonces los diputados gremialistas.

También fue polémico, por otras razones, el uso del pareo durante la votación de la despenalización de la interrupción del embarazo en tres causales, donde había normas que requerían quórum calificado. Esa vez estaban pareados Cristián Campos (PPD) con el UDI Issa Kort; Fernando Meza (PR) con René Manuel García (RN) y Patricio Vallespín (DC) con Alejandro Santana (RN). Con todos esos diputados fuera de juego, bajó el quórum.

Este tipo de casos son los que podrían no volver a repetirse. En la Cámara, explican sus autoridades, cada vez es más mal visto que se use el pareo en votaciones de quórum, porque "al usarlo lo modifican artificialmente". Por lo mismo, hay una modificación reglamentaria para suprimir su uso en esos casos: lo malo es que está pendiente desde el 2014, que aún no se vota, y que debiera reponerse tras el debate de esta tarde.

Para la votación decisiva de hoy están inscritos seis pareos: Schilling con Urrutia; Loreto Carvajal (PPD) con Javier Macaya (UDI); Raúl Leiva (PS) con Ignacio Urrutia (UDI); Fernando Meza (PR) con René Manuel García (RN); Karin Luck (RN) con Andrea Parra (PPD), y el PS Marcelo Díaz con el UDI Sergio Gahona.

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