“Sistema Patria”: el mecanismo que da vacunas gratis a militantes oficialistas en Venezuela mientras mercado negro cobra hasta 300 dólares

Un hombre levanta el puño frente a banderas cubanas y venezolanas en un centro de inoculación donde se administra la vacuna Abdala de Cuba, en Caracas. Foto: Reuters

Quienes no tienen el Carnet de la Patria ni el dinero para acceder al mercado negro deben conformarse con la incertidumbre de hacer filas durante horas y esperar a obtener alguna dosis como sea.


Mientras la mayoría de los gobiernos del mundo cubren los costos de la vacunación e incluso ofrecen incentivos a la población para acelerar el proceso, los venezolanos que quieran asegurar sus dosis se ven enfrentados a dos alternativas: pagar o tener el Carnet de la Patria, que da acceso al Sistema Patria.

La plataforma digital, desarrollada por el gobierno de Nicolás Maduro, permite a los venezolanos oficialistas inscritos -además de cobrar sueldos y recibir ayudas económicas- acceder a una vacuna contra el coronavirus a través de un mensaje de texto que les asigna un turno, señalando una hora y lugar de vacunación.

Quienes no pertenecen al oficialismo ni tienen el dinero para acceder al mercado negro, no tienen otra opción que hacer filas y esperar a conseguir una dosis donde sea y como sea.

Personas esperan recibir una dosis de la vacuna Abdala de Cuba en un centro de inoculación en Caracas. Foto: Reuters

El diario argentino Clarín publicó una exclusiva donde muestra la realidad de la vacunación en Venezuela, donde la discriminación política y la escasez generó un mercado negro de vacunas que, según expertos, podría tener graves consecuencias para la salud de los venezolanos, ya que nadie sabe las condiciones en que se obtienen ni mantienen las dosis, ni tampoco la legitimidad de las sustancias que se inyectan.

Según consigna el periódico, muchos venezolanos han debido pagar entre US$ 200 y US$ 300 por vacunarse con ambas dosis, y en algunos centros, el promedio de espera para quienes pagan es de entre cinco y seis horas.

De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, la mayoría de los venezolanos gana los US$ 3 de sueldo mínimo, mientras que la canasta alimenticia cuesta cerca de US$ 350 y la inflación alcanza un 5.500%.

Personas esperan afuera de un estacionamiento de la Universidad Bolivariana de Venezuela, convertida en un centro de vacunación masiva, para recibir su primera dosis de la vacuna rusa Sputnik V, en Caracas. Foto: Reuters

Los militantes chavistas venden la vacuna inicialmente en US$ 50. Sin embargo, quienes la revenden lo hacen a un promedio de US$ 300 por persona. Algunos diputados opositores aseguran que en el estado de Zulia, ubicado en el noroeste del país, cobran hasta US$ 800 por ambas dosis.

El partido Primero Justicia ha denunciado la existencia de “un mercado negro de vacunas por la falta de transparencia del régimen y de un plan serio de vacunación”, mientras que el líder opositor Juan Guaidó ha intentado disuadir a la población de este método.

“No alimentemos el mercado negro de vacunas, eso le quita la vacuna a un médico, a un abuelo, a un paciente crónico que necesita seguramente mucho más ese fármaco que cualquiera de nosotros”, dijo el político venezolano.

El líder opositor Juan Guaidó gesticula mientras habla durante una conferencia de prensa en el parque Morichal, en Caracas. Foto: AFP

Según cifras del régimen, Venezuela había recibido 3,23 millones de dosis hasta mediados de junio, entre la rusa Sputnik V y la china Sinopharm. Esto, según dijo a Clarín el presidente del gremio médico, Douglas León Natera, ha permitido inocular a cerca de 440.000 personas, lo que equivale a un 0,5% de la población, “siendo el país que menos ha vacunado en toda América Latina”.

La Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, recibió una denuncia de 40 organizaciones médicas, profesionales y académicas venezolanas, que acusan al gobierno de utilizar las vacunas contra el coronavirus como una forma de extorsión política y división social.

Según las cifras oficiales, hasta el 24 de junio se registraron 264.551 casos y 3.007 muertes a causa del coronavirus. Sin embargo, eso “debería ser multiplicado por tres o cinco veces”, apunta el médico internista y portavoz de la oposición Julio Castro.

El líder opositor venezolano, Juan Guaidó, junto a simpatizantes pidiendo más vacunas al gobierno de Maduro. Foto: Reuters

Por otro lado, solo un 0,2% del personal de la salud venezolano se ha vacunado, lo que ha causado la muerte de 545 trabajadores del sector, de los cuales 370 eran médicos. En este contexto, las protestas del personal sanitario exigiendo mejores condiciones y mayor protección se han hecho cada vez más frecuentes.

Aunque el ministro de Salud, Carlos Alvarado, ha dicho que para diciembre se habrá vacunado el 70% de los venezolanos y que “muy pronto” llegarán millones de dosis que ya “están contratadas”, los venezolanos desconfían. “Al ritmo actual de vacunación, el país tardará unos 10 años en protegerse del Covid”, aseguró Castro al diario argentino.

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