Una denuncia de agresión que creció como bola de nieve: los convulsionados días del municipio de Santiago

Fachada de la Municipalidad De Santiago en la Plaza de Armas. Foto Andres Perez VISTA GENERAL - EDIFICIO

La comuna dirigida por Irací Hassler (PC) tiene una serie de problemas y conflictos desarrollándose en paralelo, los que se han llevado la atención tanto de la alcaldesa, el concejo y los vecinos. Entre las tomas estudiantiles, la denuncia en contra de gente de su confianza y las movilizaciones internas, la edil atraviesa semanas agitadas.


No han sido semanas tranquilas para el municipio de Santiago que comanda Irací Hassler (PC). En los últimos días, la edil ha visto cómo se le han ido abriendo diversos flancos, varios de ellos puertas adentro. Entre las tomas estudiantiles, los problemas por el retiro de la basura, la denuncia de agresión que recae en el administrador municipal y las movilizaciones internas de algunos trabajadores, el ambiente se ha ido enrareciendo conforme avanza el tiempo.

“Somos una comuna hermosa, patrimonial, de áreas verdes, capital de la educación pública, con un gran potencial y desarrollo… también con dificultades, intensa, donde ocurren muchas cosas, que concentra diversos fenómenos sociales y por tanto transformarla hacia un mejor vivir es un compromiso que asumimos en conjunto”, dijo la alcaldesa en su cuenta pública del 7 de mayo.

En efecto: muchas cosas han ocurrido desde marzo a la fecha, aunque las últimas tres semanas han concentrado buena parte de la atención.

Uno de los principales problemas se originó el 2 de mayo en la Dirección de Aseo y Ornato, una situación que culminó con una denuncia de agresión física por parte del administrador municipal, Claudio González Rothen, hacia Carmen Yáñez Oyarzo, funcionaria municipal de dicha dirección. “No puedo dejar en abandono a la funcionaria. No daremos el brazo a torcer en este tema”, dice de entrada José Escobar, presidente de la Asociación de Funcionarios y Trabajadores Municipales de Santiago.

“He instruido un sumario administrativo a propósito de la denuncia y en ese sentido quiero reafirmar nuestro compromiso con una mejor institucionalidad al interior del municipio para poder abordar cualquier situación que pudiera afectar a funcionarios y funcionarias”, señala la alcaldesa, quien agrega que, a pesar de los cuestionamientos por el manejo de la situación, en este caso “se ha hecho lo que corresponde”.

Este problema se originó a su vez por otro de los inconvenientes que afectan actualmente a la comuna: el déficit de camiones recolectores de basura (visibilizado por concejales en redes sociales y abordado en diversas oportunidades por Hassler) y que ese 2 de mayo llevó a una paralización de actividades.

Al mismo tiempo, la denuncia de agresión derivó en otros focos de conflicto: por un lado, la apertura de un sumario que no tiene a todos conformes y por otro, los dimes y diretes entre algunos concejales, lo que se vio reflejado en el concejo municipal del miércoles 11 de mayo.

En esa instancia y luego de que la alcaldesa dijera que los problemas con los camiones de basura “son de arrastre”, la concejala Paola Melo (PS) aludió a su par Juan Mena (RN), quien poco antes había dicho que los funcionarios de esa dirección habían estado en paro: “No hemos tenido a los funcionarios en paro. Me parece importante que hablemos con la verdad y develemos las mentiras”, espetó Melo.

Luego Virginia Palma (PC) agregó: “(Pido) responsabilidad en las opiniones que damos. Cuando se intenta perjudicar o dejar mal a una “mala administración” sale el tiro por la culata y le terminan haciendo un muy mal favor a los trabajadores. Han instrumentalizado a los trabajadores”, señaló, y acto seguido Hassler fue tajante: “No ha lugar hablar de una mala administración, como lo hizo un concejal”. El aludido, otra vez, era Mena, quien encontró algo de respaldo en Santiago Mekis, su par de RN: “Aquí hay que hablar con la verdad. No se fueron a paro, pero sí paralizaron las funciones, hay que ser claros también”.

Pero no fueron las únicas intervenciones críticas. Rosario Carvajal, concejala independiente por el Partido Igualdad, señaló que escucha “hace 17 años que los trabajadores son flojos o que los vecinos somos cochinos y la responsabilidad es del municipio. Es bueno asumir que hay una crisis para asumirla en su conjunto”. Y agregó: “Hay un conflicto y eso es claro. Hubo una suerte de brazos caídos y hay que transparentar esa situación”.

El concejo volvió a subir de tono cuando se abordó el sumario en contra del administrador municipal. Ahí, Mena pidió que se aclarase si es que en paralelo había otra investigación a los funcionarios por, supuestamente, haber sido ellos quienes actuaron mal el día en que Carmen Yáñez acusa la agresión por parte del administrador municipal. “No es un hecho aislado denunciar agresiones por parte de la administración municipal”, dijo el concejal, ante lo que Hassler retrucó: “Está en curso un sumario administrativo a propósito de elementos entregados a la administración municipal, además de haber respondido la carta a la funcionaria. Ojalá pueda arrojar eventuales responsabilidades”, aseveró, entre otras cosas.

Sin embargo, el concejal Mekis hizo uso de la palabra para pedirle a la edil solicitar a Contraloría designar un fiscal para llevar dicho sumario, algo que también ya le habían requerido desde la asociación de funcionarios en una reunión el lunes pasado. “Como usted ha dicho, transparencia primero. Un fiscal externo dará garantías de neutralidad”, argumentó. Hassler, en todo caso, no dio su brazo a torcer: “Asegurar que hay un proceso transparente, que se pueda llevar con probidad. Cuenten con la tranquilidad de que eso va a ser de aquella manera y que podamos contar con todos los antecedentes para dilucidar aspectos que pudieran haber ocurrido en nuestro municipio”.

Sea como sea que termine ese sumario, la denuncia de agresión, dicen algunos trabajadores consultados, agotó la paciencia. Esto derivó en que, por ejemplo, durante la semana pasada se llevaran a cabo manifestaciones internas en dependencias municipales. No fueron, eso sí, las primeras del año. “Las movilizaciones han sido porque la gestión de esta alcaldía ha sido bastante errónea y perjudica a los trabajadores en la carga de trabajo y, sobre todo, a los vecinos que servimos”, asegura José Escobar, el representante de los funcionarios municipales, quien asegura que “ha habido una posición de parte de la administración muy antidemócratica y muy oscura”.

Lo anterior fue abordado en una reunión el lunes pasado entre los trabajadores y la alcaldesa, originada por la denuncia de agresión. En ella, dicen los funcionarios, le hicieron presente que se debe “ir a la raíz de los problemas” y que, según su perspectiva, tiene que ver con “un clima de desconfianza hacia los trabajadores municipales”. Para ello, insisten, “es necesario recuperar las confianzas y, principalmente, recobrar y mejorar el clima laboral al interior de la municipalidad”.

La Tercera intentó contactar a algunos de los concejales de la comuna para abordar el momento del municipio y solo obtuvo respuesta de Mena, quien dijo que “esta administración ha dejado bastante que desear, sobre todo en el trato al interior del municipio”.

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