Una espina llamada Nicaragua: el gesto de un diputado comunista al representante de Ortega en medio de incomodidad PC con el tono de Boric

Una espina llamada Nicaragua: el gesto de un diputado comunista al representante de Ortega en medio de incomodidad PC con el tono de Boric
Daniel Jadue, Guillermo Teillier y Lautaro Carmona.

El mismo día que el Presidente Boric ofreció residencia y nacionalidad chilena a 300 expatriados nicaragüenses y opositores al régimen de Daniel Ortega, el diputado Boris Barrera se reunió con quien ocupa el puesto más alto en el escalafón del servicio exterior nicaragüense en Chile, en el marco del 89° aniversario de la muerte de Sandino. En paralelo, dentro del PC se han levantado críticas al tono que ha tomado Boric con respecto a la crisis nicaragüense.


“Una forma para conocer y entender la realidad de un pueblo, es ir a la fuente”.

Así el jefe de bancada de los comunistas, Boris Barrera, reflexionó este martes tras reunirse con Gadiel Arce Mairena, ministro consejero de Nicaragua en Chile, el máximo representante de ese país en territorio nacional.

En enero, el régimen de Daniel Ortega -según reportaron medios de Managua- retiró del país a la embajadora Liliam del Carmen Méndez nombrada en febrero de 2021, supuestamente en respuesta al retiro que poco antes el gobierno de Gabriel Boric hizo de su representante, Francisco Sepúlveda, de la capital nicaragüense.

Ese hito fue uno más de la serie de rounds que han marcado la historia entre el Presidente chileno y la dictadura de Ortega.

Y la cita entre Barrera y Arce se dio en medio de otro episodio: la condena que hace unos días tanto Boric como la canciller Antonia Urrejola hicieron de la decisión de Ortega de quitar la nacionalidad a cientos de opositores, y la consecuente complicación que ello tiene para el Partido Comunista, aliado histórico del régimen nicaragüense. El Presidente chileno incluso lo llamó “dictador”.

La reunión del parlamentario PC con el representante de Managua tuvo como objetivo conmemorar el 89° aniversario de muerte de Augusto César Sandino, líder de la resistencia nicaragüense contra el ejército de ocupación estadounidense entre 1927 y 1933, fecha que también fue conmemorada la tarde de este martes en la sede de la CUT. “Su lucha ha trascendido las fronteras de Nicaragua, transformándose en símbolo y bandera de los pueblos en el enfrentamiento a la opresión y la intervención norteamericana”, dijo Arce tras el encuentro, según consignó Crónica Digital.

Por su parte, Barrera señaló al mismo medio que “más allá de las diferencias que puedan existir (entre ambos países), lo que nos une a todos es la lucha antiimperialista. Ese es nuestro objetivo mayor”.

La cita no habría tenido mayor significado si no fuera porque ocurrió el mismo día en que Boric -yendo un paso más allá en su oposición al régimen de Ortega- ofreció residencia y nacionalidad chilena a más de 300 expatriados nicaragüenses.

La forma en que el Mandatario chileno se ha referido a Ortega no pasó desapercibida en el PC. El lunes de esta semana, tras el comité político que reúne a los partidos de gobierno en La Moneda, el secretario general del partido, Lautaro Carmona, adelantó que la colectividad evaluaba pronunciarse respecto de la situación de Nicaragua, pero que se haría de forma colegiada.

Esta mañana, el PC publicó una tibia declaración en que lamentó “la medida de destierro de 222 ciudadanos nicaragüenses (nota de la redacción: la cifra asciende a más de 300) mediante proceso administrativo, como forma de resolver una situación que es de orden político, sin pretender, con esta opinión, intervenir en los asuntos internos de ese país hermano”.

En la misiva, además, sostuvieron que “ese tipo de medidas, que a nuestro entender constituyen atropellos a los derechos humanos, fue aplicada a centenares y miles de chilenos y chilenas bajo la dictadura civil-militar de Pinochet y la derecha, que no tienen hoy calidad moral para pretender denostar, con el desparpajo que lo hacen, al actual gobierno de Nicaragua”.

En el comunicado, firmado por la comisión política del partido, los comunistas también manifestaron que confían en que “el pueblo nicaragüense logrará superar un complejo escenario político que va más allá de medidas administrativas. Sabemos que está también en cuestión la soberanía de ese país, amenazas que se ciernen sobre otros países. Esperamos que el repunte de procesos democráticos fortalezca la unidad latino caribeña para enfrentar tales amenazas”.

Pese a que el comunicado no hace referencia al gobierno de Chile ni al Presidente Boric, al interior del partido hay voces críticas de la forma en que el Ejecutivo ha abordado la crisis política nicaragüense. Por ejemplo, el alcalde de Recoleta, Daniel Jadue, sostuvo en Radio Futuro que “el gobierno de Chile dijo que era inadecuado que representantes de otros países tengan palabras y opiniones sobre problemas externos. Yo le recomendaría al gobierno que se preocupe de las problemáticas que hay en el país”.

Además, respecto de Ortega, el edil aseguró no “juzgar” sus acciones y enfatizó que “fue electo en elecciones”. También aprovechó de criticar que “en Perú no hay pronunciamiento sobre lo ocurrido y no hubo elecciones”.

A esto se suma que el sábado, durante la transmisión del programa Crónica Digital, Juan Andrés Lagos, integrante de la comisión política del PC, señaló que “el Presidente Boric no puede anteponer la relación Estado-Estado, bilaterales, con definiciones como las que señalas, que es un cuestionamiento a los derechos humanos y todas estas cosas del Presidente Ortega (...). Eso está fuera de lugar, él puede tener esa opinión, y otros presidentes la pueden tener, pero el cuestionar las relaciones bilaterales en esa dirección, como lo hace (Daniel) Matamala y otra gente así en este país, con tanta ligereza, con tanta liviandad, cuando en el fondo lo que están haciendo es justificar la dependencia chilena de Estados Unidos y de las transnacionales europeas”.

En todo caso, la tensión entre el PC y Boric con respecto a Nicaragua es de larga data. En noviembre de 2021 -en plena campaña presidencial en el país- el entonces candidato de Apruebo Dignidad calificó de “fraudulentos” los comicios realizados en Nicaragua, que dieron por vencedor a Ortega. El PC, en cambio, optó por respaldar el proceso eleccionario que permitió al Presidente nicaragüense mantenerse en el poder por un quinto período consecutivo.

“El pueblo nicaragüense concurrió masivamente a las urnas para elegir democráticamente a sus autoridades y lo ha hecho en paz, de acuerdo con su institucionalidad y leyes vigentes (...). Son los propios pueblos quienes deben resolver sus conflictos, sin injerencia extranjera”, se lee en un comunicado publicado por el PC en esa oportunidad.

Ello causó una breve crisis en el comando del frenteamplista, lo que derivó en una suerte de “rebelión” de las figuras comunistas más cercanas a Boric respecto de la postura de su tienda. Camila Vallejo y Karol Cariola se desentendieron de la declaración del partido. “Esta declaración no fue discutida ni resuelta por la dirección colectiva del partido. Condenamos las violaciones a los derechos humanos en Nicaragua, Chile y cualquier parte del mundo. Gabriel Boric será nuestro pdte. y él será quien defina la política exterior del gob de Apruebo Dignidad”, dijo Vallejo en Twitter.

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