LT Sábado

México, India y Canadá: tres viajes que marcaron a los candidatos de la Unidad Constituyente

Los abanderados que se medirán este sábado en la consulta ciudadana que definirá al candidato presidencial de la centroizquierda pasaron -por distintas razones- un periodo de sus vidas en otro país. Esos viajes marcaron, en parte, las trayectorias políticas y personales de Paula Narváez (PS), Yasna Provoste (DC) y Carlos Maldonado (PR). ¿Quiénes eran en esa época? ¿Qué aprendieron? ¿Cómo los definió? Acá, detalles de su travesía.

De izquierda a derecha: Paula Narváez (PS), Yasna Provoste (DC) y Carlos Maldonado (PR)

Estuvo cuatro meses en 2010: las vidas de Paula Narváez en la India

Iba a aprender inglés, pero Paula Narváez (PS) encontró mucho más que eso en el viaje que en 2010 la tuvo viviendo cuatro meses en la capital de la India, Nueva Delhi.

La psicóloga llegó a esa ciudad tras ganarse una beca que por esos años otorgaba el gobierno indio y con el horizonte del posgrado que haría luego en Estados Unidos. Dos años antes se había prometido volver.

Fue en 2008 cuando la ahora abanderada presidencial PS, PPD, PL y Nuevo Trato conoció por primera vez la India. Años antes su hermana ya la había introducido en el mundo del budismo y la meditación. Soltera y sin hijas, en esa época, quien luego se convertiría en vocera del segundo gobierno de la expresidenta Michelle Bachelet se prometió vivir una temporada en esas tierras. “Siempre sentí que tenía que volver”, afirma.

Sus días en Nueva Delhi partían muy temprano en la mañana con una meditación y un desayuno frugal. Luego, con sus compañeros de la residencia -quienes venían de los más diversos continentes- emprendían camino al instituto para tomar clases de inglés hasta cerca de las 14 horas.

Todas las tardes, Narváez tomaba clases de yoga, un hábito que dejaría de practicar con los años.

Lo que sí mantendría, incluso hasta hoy, es la práctica de la meditación, la que incluso ha buscado inculcar a sus dos hijas y que ha sido clave para sortear las dificultades de subirse a la carrera por La Moneda.

De hecho, desde que asumió ese rol en diciembre del año pasado ha dado varios consejos a sus seguidores en redes sociales para aprender ejercicios de respiración y meditación.

La exministra recuerda su paso por la India como una experiencia de vida muy positiva. Al cumplir los tres meses de la beca perdió su vuelo de retorno y vivió quizás la etapa más significativa de su paso por ese país. “Tenía solo un par de rupias en el bolsillo. De ahí en adelante viví de la solidaridad india”, dice.

Ese improvisto la obligó a extender su estadia por un mes adicional en Nueva Delhi, lo que le permitió interiorizarse aún más en esa cultura.

“Una vez me agarró una inundación y en ese trayecto viví como mil vidas. Eso fue una cosa impresionante. Desde que ves un elefante, una vaca caminando por la calle, a una persona saliendo de un hospital con tubos de oxígeno en la cara... Todo lo que vi ahí fue como un cuento”, recuerda.

Los años de Maldonado en México: construyó su patrimonio y vivió alejado de la política

“Mientras estuve en México, me dediqué a trabajar y a la familia. Sólo mantuve contacto amistoso con personas cercanas del mundo político, pero en ese plano, de amistad. A veces, en los primeros años del gobierno de la Nueva Mayoría, les comentaba cómo veía las cosas desde allá, pero no más que eso”.

Así relata el candidato presidencial del Partido Radical, Carlos Maldonado, su travesía por México con su familia. A ese país emigró luego de terminar su periodo como ministro de Justicia del primer gobierno de Michelle Bachelet, a fines de 2010.

Maldonado vivió seis años en Ciudad de México. Según relata él mismo, su objetivo principal era lograr la “independencia económica” y trabajar en el sector privado. Y así lo hizo. Durante ese tiempo, el dirigente radical realizó una serie de asesorías en materias de concesiones carcelarias e “infraestructura pública vertical” al gobierno mexicano, encabezado entonces por Felipe Calderón y luego por Enrique Peña Nieto. Con ese objetivo se vinculó con inversionistas locales a través de la sociedad Servicios y Proyectos Públicos Privados S.A. (SYPPSA).

El abanderado recuerda la rutina que adoptó durante su estadía en la capital mexicana. Ahí se instaló junto a su esposa, Cecilia Cancino, y las dos hijas de ella, quienes comenzaron a ir a un colegio cercano a la zona en donde residían, en un departamento arrendado en la colonia de Polanco, un sector “multicultural” y acomodado de la ciudad. “Quedaba cerca de la oficina y del colegio de las niñas. Podíamos ir caminando”, cuenta.

El apoyo estatal a la cultura, el reconocimiento a los pueblos originarios y el patrimonio arqueológico son algunas de las cosas que más destaca de la sociedad mexicana.

Durante el primer periodo que vivió en México, Maldonado intentaba viajar una vez al mes a Santiago para ver a sus tres hijas que se quedaron en Chile con su primera esposa. El actual abanderado presidencial pudo viajar con ellas a conocer su nueva residencia principios de 2011. “Me preocupaba no ser un padre ausente”, dice hoy.

De vuelta en Chile, el exministro de Justicia trabajó en la campaña de Alejandro Guillier y luego compitió por la presidencia de su colectividad .

Provoste fuera de la primera línea en Canadá: se fue tras ser acusada constitucionalmente

Luego de que en 2008 la entonces ministra de Educación de Michelle Bachelet fuera destituida de su cargo y quedara inhabilitada para ejercer cargos públicos por cinco años, tras una acusación constitucional que impulsó la derecha en su contra, la militante decé tomó sus maletas y se fue a vivir -junto a sus hijos y su marido- una temporada a Gatineau.

El pequeño suburbio canadiense, ubicado 14 minutos al norte de Ottawa, fue el refugio de Yasna Provoste y su familia por casi un año. Allí se dedicó a la actividad académica, trabajando en el programa de cooperación para la formación técnico profesional de la Association of Canadian Community Colleges (ACCC).

Pero ¿cómo la marcó su paso por ese país? Para quienes conocen de la experiencia de la abanderada decé, lo que ella más rescata de esa época es la calma que le daba el estar lejos de la “primera línea” política y tener tiempo para compartir con su núcleo familiar.

“Lo que más hemos conversado y lo que más recuerda ella es el tiempo con sus hijos, mucha vida familiar, de salir a parques, a excursiones, de andar en bicicleta. Aprovecharon ahí de potenciar eso”, dice una de sus mejores amigas y quien es su mano derecha en el Senado, Alexandra Núñez.

CESAR DURAN MELLA

La propia Provoste ha dicho que vivían en un departamento pequeño y austero, en el que sus dos hijos compartían pieza y dormían en un camarote. En el día, ambos iban la Ecole Primarie Mont Bleu, famosa por su veta artística.

“Era como un reality”, ha dicho sobre esa época la senadora por Atacama.

Pero su paso por Canadá también marcó otro aspecto en la vida de Provoste: su interés y experiencia en los temas de integración .

Como diaguita, la exministra siempre se había aproximado con un interés especial a ese mundo, sin embargo, dicen sus cercanos, fue ahí donde tuvo la oportunidad de conocer de primera fuente la experiencia de integración canadiense.

“Uno habla de travesía por el desierto, pero tiene que ver con nuestro desierto, un desierto mágico, que se llena de colores, que florece y con el que uno nunca deja de asombrarse”, dijo en 2017 sobre su temporada en el barrio de Hull. En ese momento, la también profesora de Educación Física había retornado al país y había vuelto de lleno a la vida política, siendo electa como diputada.

Más sobre:LT Sábado

COMENTARIOS

Para comentar este artículo debes ser suscriptor.

Contenidos exclusivos y descuentos especiales

Digital + LT Beneficios$3.990/mes por 3 meses SUSCRÍBETE