
Minería, educación, arte y más: cómo la IA está impactando en el quehacer universitario
Lentes de realidad virtual, talleres con IA para profesores y hasta un concurso artístico en homenaje a Andrés Bello: la inteligencia artificial se abre paso en las universidades como herramienta clave para una educación más conectada, inmersiva y creativa. Un ejemplo es el caso de la UNAB, donde se está aplicando tecnología de vanguardia para transformar la enseñanza, la cultura y la experiencia estudiantil.

Lentes de realidad virtual para las minas
“Los mineros chilenos son de clase mundial”, dice Gabriel País, director de Ingeniería en Minas de la Universidad Andrés Bello. Hoy, ante un escenario donde la demanda por estudiar carreras relacionadas con la Minería ha aumentado entre ocho y nueve veces en los últimos 15 años, surgen desafíos importantes: no solo formar técnicamente a nuevas generaciones, sino también mantener altos estándares de calidad educativa.
“Seguir el mismo modelo de educación hará que Chile pierda competitividad en sus ingenieros con respecto al resto del mundo”, afirma. “El único camino que visualizo no sólo es cambiar los modelos educativos, sino que también tomar como pilar la transformación digital”.
Con esa altura de miras para proyectar las tareas de este sector clave de la economía del país, la carrera que lidera apostó este 2025 por una idea innovadora que permite a los estudiantes acercarse al desierto sin necesidad de viajar.
Hablamos del desarrollo de un laboratorio virtual para Ingeniería Civil en Minas, iniciativa que surge de reuniones entre el área de transformación digital y de la carrera buscando modernizar la educación de la geomecánica y experiencias en terreno en minería, sin riesgos para las personas.

Con la capacidad de repetir la experiencia cuantas veces se requiera, según País el laboratorio es considerado “único en el mundo” por dos factores clave. La primera que menciona consiste en una máquina de simulación montada en la nube y desarrollada con tecnología Unreal, lo que “entrega un súper realismo a nivel de un video juego”.

El segundo detalle es la integración de agentes con inteligencia artificial, de tal forma de que en la experiencia inmersiva los agentes evalúan y pueden responder a aspectos conductuales que se observan en la vida real.
Un avance ya implementado, y que el académico valora en su puesta en marcha. Su impacto es perceptible, pero es solo el comienzo de una relación interesante entre educación y tecnología.
“Es posible preparar a los estudiantes que quieran especializarse en algún área en particular a través de estas experiencias”, destaca, ejemplificando que, cuando deban ir a terreno estos no solo sepan los aspectos técnicos, sino que también los conductuales y las dinámicas que se generan en un ambiente real.
Un ambiente seguro y libre de accidentes que también incorpora riesgos reales a la hora de entrar a una faena. Durante la simulación, los estudiantes deben equiparse con sus implementos de seguridad, y el ejercicio permite realizar acciones riesgosas que pueden generar daño al jugador entregando un mal puntaje.

Asimismo, también en la operación minera ocurren eventos que suceden en una mina real en donde el jugador debe tomar acciones de acuerdo con protocolo, lo cual también entrega un puntaje que posteriormente se evalúa.
La IA incorporada en el guía minero permite a su vez hacer que el agente juzgue la conducta y motivación del visitante, ya sea cómo interactúa con él como también su motivación durante la visita a terreno. Faltas de respeto, no saludar, juzgarlo por su vestimenta o comentarle respecto a su género son causales, dependiendo de la gravedad, para que el agente dé por terminada la visita.
Por otro lado, si el alumno no pregunta o no hace buenas preguntas, el agente puede entonces también acortar la visita o no llevarlo a lugares más interesantes.
Un comienzo que el laboratorio espera que sea el punto de partida para implementar otros desarrollos en la carrera en los próximos años.

Entendiendo que la minería es una industria transversal, Gabriel País y la carrera de Ingeniería en Minas UNAB, se ha planteado junto al área de Transformación Digital la creación de un centro integrado de operaciones inmersivo con IA, y así incorporar estudiantes de otras especialidades afines para que se puedan simular decisiones asociadas a la gestión de operación en toda la cadena de valor del negocio minero, desde la mina al puerto.
IA en los colegios en Viña
“Estamos en un trayecto de gran envergadura”, proyecta Carmen Gloria Garrido, directora de la Escuela de Educación y directora del Laboratorio de Aprendizaje (LAp) de la Escuela de Educación de la UNAB, en referencia a esta última organización, donde la inclusión de innovadoras herramientas a la hora de enseñar en una sala de clases está generando interesantes caminos.
Garrido sabe que hay que hacer de la tecnología un aliado, sobre todo cuando se les está enseñando a nativos digitales que con solo la intuición y un par de clicks ya pueden ingresar al ciberespacio.

Por eso, LAp implementó un taller de herramientas tecnológicas y digitales dirigido a los docentes de la Escuela de Educación en la sede de Viña del Mar de la UNAB, donde comenzaron a profundizar en el mundo de la inteligencia artificial (IA) a partir de chatbots, generadores de imágenes, plataformas de análisis educativo, y otros aparatos disponibles.
Palabras como metaverso, realidad virtual o inmersiva no son extrañas para sus asistentes, luego de que estos, a través de los lentes de realidad virtual, han podido navegar hacia una nueva formación docente de forma sistemática. “Tenemos unas experiencias muy valiosas que estamos haciendo a la comunidad educativa, a escuelas, estudiantes y profesores”, asegura.

En breve, lo que han estado haciendo en escuelas de la Ciudad Jardín es vincular la formación de los futuros profesores con seis experiencias diferentes en tres colegios. Alrededor de 130 jóvenes entre quinto año a segundo medio han vivenciado por primera vez la realidad virtual con lentes Oculus Quest.
La inmersión, más allá de lo académico, es vista por los profesores como un “proceso sensible”, donde los estudiantes son estimulados para trabajar contenidos curriculares. En retrospectiva, Garrido relata que muchos niños utilizaron por primera vez unos lentes que los llevó a navegar “por posibilidades que jamás ellos habían pensado”.

Desde la historia de Ana Frank y su experiencia en los Países Bajos durante la Segunda Guerra Mundial hasta los misterios del espacio exterior, han conocido distintas historias y experiencias. Y por cada interacción, los profesores pueden registrar las expresiones vivas de los estudiantes durante su uso, lo que ha permitido emocionar a la comunidad escolar.
Por ejemplo, Garrido explica que la palabra que más se repitió durante las clases fue “bacán”: la expresión que utilizaban los estudiantes al sentir que estaban en otro lado sin dejar la seguridad de la sala de clases. “De algún modo, eso nos hace pensar que este proyecto, vinculado a una escuela en contexto de vulnerabilidad, es el camino correcto que hay que seguir”, defiende.
Con esa retroalimentación, las expectativas del LAp son altas. Dentro de la universidad, ya están indagando maneras para aplicar la IA y otras tecnologías en forma sistemática en la formación también de los estudiantes.

“La educación siempre debe estar en movimiento. Y ese movimiento implica qué conservo de esta relación pedagógica que es el enseñar y qué cambio”, explica Carmen Gloria Garrido. La tecnología, a juicio de la académica, es “un gran aliado cuando hay un argumento, cuando da posibilidades a otros de aprender de una manera distinta”.
Todo lo hablado aquí ha sido expuesto en diferentes congresos internacionales, entre ellos en el TEC de Monterrey, uno de los centros de educación más innovadores en el contexto latinoamericano. “Eso ayuda a mostrar lo que estamos haciendo dentro de la Escuela de Educación y el Laboratorio”, resume Garrido, frente a experiencias que quieren mantener, sistematizar y mostrar a más comunidades.

IA en ambientes culturales
En un momento en que las migraciones entre Chile y Venezuela están en el centro del debate público, más relevante se hace volver a estudiar y resignificar la figura de un chileno-venezolano.
El legado del humanista, escritor, poeta y educador latinoamericano Andrés Bello, quien falleció en octubre de 1865 en Santiago de Chile, se hace indispensable para entendernos y construir camino hacia el futuro.
Con motivo de los 160 años del fallecimiento de Bello, la Dirección de Extensión Cultural de la universidad que porta su nombre lanzó una convocatoria inédita que cruza historia, arte y tecnología.

El concurso “Retratos de Andrés Bello a través del arte y la Inteligencia Artificial” invita a participantes de todo nivel, desde estudiantes hasta amantes del arte digital, a imaginar cómo artistas de distintas épocas y estilos habrían retratado al humanista venezolano.
“Estamos realizando varias actividades importantes y en distintos ámbitos para conmemorar los 160 años de la muerte de Andrés Bello”, explica Felipe Karadima Skármeta, director de Extensión Cultural de la UNAB. “Una de estas actividades que nos pareció muy novedosa, y creativa es acercarse también a la modernidad y al uso de la inteligencia artificial que se está haciendo hoy en día en todas las instituciones”.
El concurso, que estará abierto hasta el 30 de junio de 2025, pone el foco en la reinterpretación visual de Bello a través de herramientas de IA, permitiendo imaginar cómo figuras como Andy Warhol, Frida Kahlo o Pablo Picasso lo habrían representado.
Karadima Skármeta destaca que lo central es “recuperar y valorar el tremendo aporte que hizo Andrés Bello en nuestro país y en distintas áreas, en la educación, en la poesía, en el derecho y en la diplomacia”.

Sobre el uso de inteligencia artificial, el académico reconoce que al principio puede haber cierta resistencia, sobre todo frente a las críticas de la comunidad artística sobre su uso. “Todos hemos tenido cierto temor o escepticismo frente a la IA, porque fue algo que llegó, que irrumpió muy rápidamente en nuestro mundo globalizado”, señala.
Sin embargo, Felipe Karadima Skármeta aclara que el objetivo es usarla como herramienta aliada, no como reemplazo. “El ser humano es irreemplazable siempre, pero esta IA viene a ayudar, a colaborar en distintas áreas como es el arte”.
La actividad busca abrir nuevas posibilidades para la creatividad, acercando a la comunidad universitaria y al público general a un uso más lúdico y expresivo de la tecnología. En palabras de Karadima Skármeta, “esto es también una ayuda, un aporte en el ámbito artístico y cultural”.

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