El color  verde del mobiliario con las puertas de vidrio ranurado transparente, el porcelanato de tono claro e imitación madera y las cubiertas Silestone le dan a esta cocina ese toque provenzal que encanta. Sin duda, es el centro de operaciones donde se realizan los almuerzos familiares y también donde los cinco niños hacen las tareas y actividades escolares.

Pero este lugar no fue siempre así. En sus inicios fue un espacio muy pequeño, oscuro y poco conectado con los otros sectores de la casa. Por eso los dueños le  encargaron a Matías Mackay y Rodrigo Court (www.mackaycourt.com) un nuevo look. Para ello, la cocina fue remodelada en su totalidad: se tiraron paredes abajo, integraron una salita de estar con un patio interior y para lograr más luz natural se instaló una lucarna que proporciona luz cenital. Con esto se generó un ambiente con una mejor circulación y más movimiento.

Después de este trabajo de remodelación comenzó el proyecto de amoblar y para ello acudieron a la diseñadora Francisca Livingston y a la arquitecta Clarisa Elton (www.livingstonelton.cl).  “Se priorizó el uso de los materiales nobles utilizando raulí pintado con tintura verde para la estructura y puertas del mobiliario. En definitiva, un material muy acogedor y cálido”, explica Clarisa.

Es una cocina con repisas y estanterías abiertas y espacios de almacenamiento de buena altura y generosas dimensiones. Está todo a la mano, como las herramientas, útiles de uso diario e incluso contenedores especialmente ideados para la fruta.

Una de las características de las cocinas de Livingston Elton es que le dan mucha importancia a la iluminación, el uso de leds y la integración de lámparas en las zonas de trabajo. Por ejemplo, proponen incluir una lámpara encima de los lavaplatos o en el mesón de trabajo. En cuanto a los materiales, utilizaron una cubierta Silestone, grifería moderna, herrajería HBT y su sello personal, que es la utilización de vidrios ranurados con marco de raulí.