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Ataques rusos a las oficinas de la delegación de la UE y del British Council en Kiev desatan tensión diplomática entre Europa y Moscú

Tanto Bruselas como Londres convocaron a los representantes diplomáticos rusos tras el bombardeo que mató al menos a 18 personas en la capital ucraniana.

Las oficinas del British Council en Kiev. Foto: British Council en X

Un bombardeo con misiles y drones rusos que duró varias horas mató al menos a 18 personas en la capital de Ucrania, incluidos cuatro niños, la madrugada de este jueves. El más letal ataque desde julio contra Kiev provocó, además, daños en los edificios de la misión de la Unión Europea y del British Council.

El ataque, que tuvo lugar menos de dos semanas después de la cumbre del presidente Donald Trump con su par ruso Vladimir Putin en Alaska, “mostró cómo el reciente aluvión de medidas diplomáticas estadounidenses ha hecho poco para cambiar la determinación del Kremlin de seguir luchando en Ucrania”, indicó el diario The New York Times.

Las autoridades ucranianas informaron que al menos 45 personas resultaron heridas en el ataque. En total, Rusia lanzó 598 drones y 31 misiles durante el asalto nocturno contra Kiev y otras ciudades. Las defensas ucranianas derribaron 563 drones y 26 misiles.

Por su parte, el Presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, dijo que el bombardeo ruso fue la respuesta del Kremlin a los recientes esfuerzos diplomáticos. “Rusia prefiere la balística a la mesa de negociaciones”, escribió en redes sociales. “Prefiere seguir matando en lugar de poner fin a la guerra. Y esto significa que Rusia aún no teme las consecuencias”, añadió.

Ante esto, el secretario de Asuntos Exteriores de Reino Unido, David Lammy, confirmó que el gobierno británico convocó al embajador ruso en Londres, Andrei Kelin.

Imagen de la destrucción de las oficinas de la Unión Europea en Kiev. Foto: X

“Los ataques de Putin anoche mataron civiles, destruyeron casas y dañaron edificios, incluidos el British Council y la delegación de la UE en Kiev. Hemos convocado al embajador ruso. La matanza y la destrucción deben cesar”, dijo Lammy en una publicación en X.

En la misma línea, la Unión Europea convocó formalmente al enviado ruso en Bruselas, Karen Malaya, en respuesta al ataque ruso que dañó gravemente la delegación del bloque en Kiev. “Ninguna misión diplomática debe ser nunca un objetivo”, declaró el jueves la alta representante de la Unión para Asuntos Exteriores y vicepresidenta en la Comisión Europea, Kaja Kallas, al anunciar su decisión.

“Mientras el mundo busca un camino hacia la paz, Rusia responde con misiles”, afirmó Kallas. “El ataque de la noche a la mañana en Kiev muestra una elección deliberada de escalar y burlarse de los esfuerzos de paz. Rusia debe detener la matanza y negociar”.

La Convención de Viena de 1961 prevé la protección de los locales diplomáticos y consulares contra intrusiones o daños, aunque no es infrecuente que estos edificios sufran impactos en tiempos de guerra.

Zelensky conversó con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien acusó a Moscú de atacar deliberadamente la misión de la UE. “Hasta que Rusia dé pasos reales hacia la paz, hay que intensificar la presión”, afirmó el Presidente ucraniano tras la llamada con la jefa del Ejecutivo europeo.

“Anoche se produjo uno de los mayores ataques contra Ucrania. Los rusos eligieron Kiev como su principal objetivo. La operación de búsqueda y rescate continúa. Agradecemos a todos los que apoyan a Ucrania y no permanecen en silencio”, dijo Zelensky.

Agregó que durante su llamada con Von der Leyen, ambos “discutieron nuestros esfuerzos diplomáticos para detener los asesinatos, poner fin a esta agresión rusa no provocada y garantizar una seguridad real para nuestro pueblo”.

El presidente del Consejo Europeo, António Costa, afirmó que los daños sufridos por la delegación de la UE en Kiev durante la noche fueron “intencionados”, y añadió que estaba “horrorizado” por los ataques rusos. Sin embargo, afirmó: “La UE no se dejará intimidar. La agresión rusa no hace más que reforzar nuestra determinación de apoyar a Ucrania y a su pueblo”.

En la misma línea, la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, condenó “otro ataque ruso indiscriminado durante esta agresión sin sentido”, calificando a la delegación de “la voz de la UE sobre el terreno en Ucrania” en una publicación en X.

Ursula von der Leyen dijo que la UE estaba preparando el 19º paquete de sanciones contra Rusia y anunció que visitará siete Estados miembros del bloque que comparten frontera con Rusia y su aliado Bielorrusia en los próximos días.

La Comisión Europea indicó que el viernes viajará a Letonia y Finlandia, antes de continuar hacia Estonia, Polonia, Bulgaria, Lituania y Rumania.

Lituania, Estonia y Letonia convocaron a representantes rusos tras el brutal ataque a Kiev. Los encargados de negocios temporales y los representantes autorizados de la Federación Rusa recibieron notas de protesta.

“La participación de Putin en la reunión de Alaska no fue más que un intento hipócrita de evitar nuevas sanciones. Pero está claro que con 31 misiles y 598 drones de ataque no se puede lograr la paz”, declaró el ministro de Asuntos Exteriores de Estonia, Margus Tsahkna.

El ministro de Asuntos Exteriores de Letonia, Baiba Braže, enfatizó que, como resultado del ataque ruso, civiles inocentes murieron y resultaron heridos.

Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Lituania también recordó que la participación de Rusia en las “conversaciones de paz” solo tiene como objetivo ganar tiempo para apoderarse de más territorio y evitar nuevas sanciones.

En Kiev se registraron daños en 20 lugares, en siete distritos, escribió Tymur Tkachenko, jefe de la administración militar de la ciudad, en Telegram. Las oficinas de Radio Svoboda (Radio Libertad), financiada por el Congreso de Estados Unidos, y el sitio de noticias independiente ucraniano Ukrainska Pravda (La verdad ucraniana) también fueron atacados, según periodistas de ambos medios que compartieron fotos de sus lugares de trabajo dañados.

Aunque Kiev sufrió la peor parte del ataque, se reportaron explosiones en otros lugares. Al menos 60.000 personas se quedaron sin electricidad tras los bombardeos a la infraestructura energética en la región de Vínnytsia, según las autoridades locales.

En tanto, los ferrocarriles ucranianos informaron que un tren de pasajeros resultó dañado en un ataque en una estación. Los drones ucranianos también impactaron dos refinerías de petróleo durante la noche en las regiones rusas de Krasnodar y Samara, escribió en Telegram Robert Brovdi, jefe de una unidad militar ucraniana dedicada a los drones.

El Kremlin calificó de “exitosos” los ataques sobre Kiev y afirmó que solo tenían como objetivo la infraestructura militar. “Rusia sigue interesada en continuar el proceso de negociaciones”, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.

“La presión ejercida por Donald Trump y los líderes europeos sobre Vladimir Putin para que ponga fin a la guerra en Ucrania no da señales de surtir efecto”, aseguró la edición europea del medio Politico.

El ataque ruso a la capital ucraniana se produjo 13 días después de que Trump y Putin se reunieran en Anchorage para una cumbre de un día para discutir una solución a la guerra.

Antes de la reunión, Trump había expresado su acuerdo con las exigencias ucranianas y europeas de que un alto el fuego preceda a cualquier negociación de paz sustancial. Rusia ha insistido en que dichas conversaciones, que podrían abordar cuestiones complejas como las ganancias territoriales rusas y las garantías de seguridad ucranianas, deben celebrarse antes de un alto el fuego. Esto permitiría a Rusia seguir aprovechando su ventaja en el campo de batalla mientras las negociaciones se prolongan, indicó The New York Times.

Ucrania ha hecho de las garantías de seguridad respaldadas por Occidente una exigencia central en cualquier acuerdo para prevenir nuevos ataques rusos. Tras la reunión en la Casa Blanca de Zelensky y algunos de sus principales aliados europeos el 18 de agosto, el gobierno de Trump indicó que apoyaría una fuerza liderada por Europa que ayude a garantizar la seguridad ucraniana, proporcionando recursos de inteligencia y supervisión del campo de batalla, y participando en un escudo de defensa aérea, recordó Politico.

Sin embargo, tras la cumbre de Alaska, Trump se retractó de su exigencia de un alto el fuego preliminar, a instancias de Putin. Desde entonces los combates han continuado en el frente, al igual que los bombardeos con misiles y drones sobre ciudades ucranianas.

Si bien Trump ha expresado en ocasiones su frustración por los constantes ataques de Putin contra Ucrania, no ha cumplido sus amenazas de imponer nuevas sanciones económicas contra el Kremlin.

“Cada conversación que tengo con él es buena”, declaró Trump a la prensa en el Despacho Oval el lunes. “Y luego, por desgracia, cargan una bomba en Kiev o en algún otro lugar, y entonces me enfurezco mucho”.

Trump dijo que todavía creía que “vamos a lograr el fin de la guerra”, pero reconoció que “es difícil”.

Mientras la Casa Blanca continúa sus gestiones diplomáticas, Zelensky anunció el miércoles que su jefe de gabinete, Andriy Yermak, y el jefe del consejo de seguridad del país, Rustem Umerov, se reunirán con el equipo de Trump el viernes en Nueva York. Debatirán las garantías de seguridad que se incluirán en cualquier futuro acuerdo de paz, según el Presidente ucraniano.

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