Un conflicto social enfrenta a Uribe y Duque

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El expresidente colombiano y actual senador, Álvaro Uribe, se dirige a la prensa junto a Iván Duque, durante la campaña presidencial, en Bogotá el 11 de marzo de 2018.

Un acuerdo suscrito por el gobierno colombiano con líderes indígenas provocó un quiebre en el uribismo y una fuerte crítica de parte del expresidente. Según los expertos, ya se evidencian dos formas distintas de gobernar.


No es la primera vez que el expresidente de Colombia, Álvaro Uribe (2002-2010), y el actual mandatario, Iván Duque, chocan en sus opiniones y formas de gobernar, pese a que Duque es considerado el delfín político y discípulo del exjefe de Estado. Sin embargo, esta vez el descontento del exmandatario con la gestión de Duque no dejó espacio a dudas, y los analistas han comenzado a hablar de divisiones insalvables dentro del uribismo, entre las dispares formas de actuar de ambos líderes.

Uribe se mostró públicamente en contra del acuerdo que el Presidente Duque suscribió el fin de semana con los líderes indígenas de la región del Cauca, al suroeste del país, que mantuvieron bloqueada una de las más importantes carreteras del país por 27 días. Aquello generó escasez de alimentos y combustibles en varias ciudades del suroeste de Colombia. Los indígenas exigen el cumplimiento de acuerdos previos que quedaron en el aire sobre inversión social, seguridad (tras el asesinato de líderes sociales) y, uso de tierras, entre otros temas. El gobierno se comprometió a atender los reclamos de la minga indígena mientras las comunidades desbloquearon la carretera.

Fue en ese momento cuando Uribe arremetió duramente contra la decisión de Duque. "Es preferible cerrar esa carretera dos años, mejorar y cuidar la alterna que firmar acuerdos con la minga apoyada en el terrorismo", escribió el expresidente en Twitter, tras el anuncio del acuerdo entre el gobierno y los líderes indígenas. "El dilema no es masacre o firmar, el dilema es autoridad, sensata, firme, que se sienta, con criterio social o seguir generando malos precedentes que no permiten voltear la página", recalcó Uribe.

Dos modos de gobernar

"(Dentro del uribismo) se ha generado una división en cuanto al enfoque y la conducción que se le da al manejo de la protesta social", explicó a La Tercera el analista político colombiano Augusto Reyes.

Por un lado estarían quienes apoyan lo que fue la gestión de Uribe en la Presidencia, reconocida como de mano dura, y por otro lado, está el modo de gobernar de Duque, asociado al diálogo y a no recurrir a medidas de fuerza que podrían haber generado hechos de violencia en este conflicto.

"Tienen modos de mando diferentes. Uribe es mucho más confrontacional, mucho más dado a la discusión, mientras que Duque parece mucho más dispuesto a dialogar con las contrapartes de una manera más respetuosa", sostiene a La Tercera el politólogo y columnista del diario colombiano El Tiempo, Fernando Posada.

Duque no reaccionó frente a las críticas de Uribe y confirmó que se reuniría con los indígenas. Este encuentro que debió haber sido ayer nunca llegó a puerto, ya que no se logró llegar a consenso sobre el lugar de la reunión, principalmente por temas de seguridad.

Para los analistas, este hecho marca un punto importante entre la relación de ambos, puesto que Uribe trataría de "permanentemente generar actos de opinión que proyecten a la opinión pública que quien tiene el poder sobre el gobierno es él", afirma Reyes, quien agrega: "Álvaro Uribe quisiera que Duque fuera una reedición de su primer y segundo mandato, pero eso es imposible".

Esta distancia entre Duque y Uribe de inmediato recordó el enfrentamiento entre el exmandatario y su sucesor Juan Manuel Santos (2010-2018), quien fue ministro de Defensa de Uribe, antes de ocupar la Presidencia. Álvaro Uribe criticó varias de las medidas de Santos y se terminó por fracturar la relación. Al igual que el caso de Duque, Uribe fue clave para que Santos accediera a la Presidencia.

De todos modos, según los expertos, es improbable que el nexo Uribe/Duque se fracture a tal nivel. "Duque ya sabe qué es lo que ocurriría si se distancia de Uribe. Santos tenía mucha más trayectoria política y apoyo político, y aún así haberse distanciado de Uribe representó para él siete u ocho años de intensa oposición, de fragmentación política, y en ese sentido Duque sabe que tiene mucho menos experiencia política y que debe seguir cerca a su padrino político", advirtió Posada.

De todas formas, esto no detendría a Duque a seguir su propia agenda y marcar una clara distancia con Uribe, como intentó hacer durante su campaña. Según la politóloga de la Universidad Javeriana, Diana Avellaneda, "Uribe esperaba poder gobernar por medio de Duque, sin embargo, es probable que Duque sea consciente de qué es lo que se debe hacer y que lo que necesita el país no es lo que dice Uribe".

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