Conmemoración de 20 años del kirchnerismo queda marcada por quiebre del sector con Alberto Fernández y la falta de definiciones electorales

La vicepresidenta de Argentina, Cristina Kirchner, habla durante la conmemoración de los 20 años del kirchnerismo en la Plaza de Mayo. Foto: AP

La ausencia del mandatario, luego de duras críticas a la vicepresidenta por su vínculo con el caso Vialidad, aumentaron la distancia entre el albertismo y el kirchnerismo, que lo excluyó del evento de ayer. En la vereda contraria, el ministro de Economía, Sergio Massa, y el de Interior, Eduardo de Pedro, aparecieron escoltando a Cristina Kirchner, mientras el bloque aún no define a sus precandidatos presidenciales de cara a octubre.


La conmemoración de los 20 años de la llegada al poder del kirchnerismo en Argentina, cuando Néstor Kirchner se hizo con la banda presidencial e inició una corriente política que, al día de hoy, se mantiene en el poder encarnado en el Presidente Alberto Fernández -quien fue jefe de gabinete durante el gobierno del fallecido expresidente- y la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, culminó con un monólogo de una hora de la expresidenta. Pero la celebración, realizada este jueves en la Plaza de Mayo, en Buenos Aires, estuvo marcada por las dudas y peleas internas del bloque oficialista, que a un mes del cierre de las precandidaturas presidenciales aún no define a sus competidores.

Tal es el nivel de crispación de los ánimos en el Frente de Todos, que, tras una alusión del Presidente Fernández a las “imprudencias éticas muy graves” de la vicepresidenta al “haber firmado acuerdos” con “alguien a quien conocían de antes, devenido en empresario vinculado a la obra pública”, en referencia al condenado Lázaro Báez, la ira K se manifestó sin tapujos, con amenazas de que “ni se le ocurra” al mandatario aparecer en la Plaza de Mayo. Ni siquiera fue invitado a la conmemoración de Néstor Kirchner.

“No puedo dejar de recordarlo, francamente. Y me acuerdo de cada detalle, me emociona aquel momento y el recuerdo”, dijo Alberto Fernández a los periodistas en la Casa Rosada este jueves. Su legado debe ser un recordatorio para “todos los argentinos”, pero también “para los que somos peronistas”, agregó. “Tenemos que estar todos en la plaza recordando a Néstor, porque Néstor nos une. Yo no voy a estar, pero Néstor nos une”.

Ante la evidente contradicción, los presentes consultaron si estaba molesto o se sentía dejado de lado. “No, para nada, para nada. Por favor, no busquemos un título para que nos peleemos. Hoy tenemos que estar más juntos que nunca”, cerró. El mandatario viajó a Chapadmalal para pasar el fin de semana largo argentino junto a su familia, luego de participar en el trdeum, explicaron medios transandinos.

La incógnita electoral

Quienes sí estuvieron presentes, de hecho, escoltando a Cristina Kirchner –que figuró como única oradora– fueron los posibles precandidatos presidenciales de cara a las elecciones de octubre próximo: el ministro de Economía, Sergio Massa, y el ministro de Interior, Eduardo “Wado” de Pedro.

En la previa, y antes de que la vicepresidenta anunciara en una entrevista televisiva que no competiría en las presidenciales, el evento era pensado como una plataforma para que la política condenada a seis años de cárcel por el delito de administración fraudulenta anunciara su candidatura.

Cristina Kirchner acompañada por figuras claves del kirchnerismo, incluidos tres de los posibles precandidatos presidenciales. Foto: AP

“Una más, y no jodemos más”, se escuchaba ante la insistente militancia que quiere a Cristina Kirchner como candidata presidencial. El problema, han explicado analistas durante los últimos meses, es que si no logra regresar a la Casa Rosada con la banda puesta, corre el riesgo de no tener fuero ante los seis años de prisión que pesan sobre sus hombros si no prosperan las apelaciones judiciales.

“¿Por qué se creen que en mi segundo gobierno pudimos llegar al 51% (participación de salario en PIB) y me odian y me proscriben? Porque nunca fui de ellos. Hagan lo que hagan, me quieran matar o meter presa, nunca voy a ser de ellos. Yo soy del pueblo y de ahí no me muevo”, dijo momentos después de los llamados a que asuma una nueva carrera por la Casa Rosada.

También tuvo duras palabras contra el Poder Judicial, donde hizo un llamado a “repensar el sistema institucional”, cuestionó el que no se conozca el patrimonio de los jueces y afirmó que no se puede “seguir con la rémora monárquica de quienes son nombrados de por vida y no rinden cuentas”. El remate llegó luego, cuando afirmó que dicho poder del Estado “se ha evaporado entre las tramoyas de una camarilla indigna para la Argentina” y que la Corte Suprema era un “verdadero mamarracho, indigno”.

Ante el rechazo de la vicepresidenta, en el sector que apoya a “Wado” de Pedro, especialmente, esperaban que la conmemoración se convirtiera en el momento en que pasara el manto y designara a un candidato bajo el temor de que la ocasión derivara en una “clase magistral” de economía que aumentara la incertidumbre del electorado, dijeron a La Política Online fuentes con conocimiento del tema.

Economía y política

Finalmente, esos deseos no se cumplieron. Pero, de todos modos, el engranaje empezó a moverse. Así quedó en evidencia con el anuncio de que el esperado viaje de Sergio Massa a China contará con la presencia del hijo de Cristina Kirchner y fundador de La Cámpora, Máximo Kirchner.

La travesía está programada para este fin de semana, donde el ministro buscará que los anfitriones amplíen el uso del swap (mecanismo con el que Argentina y China transan sin la intervención de una tercera moneda, es decir, el dólar norteamericano) para preservar las disminuidas reservas de la divisa estadounidense del país sudamericano.

Si bien medios transandinos afirman que el diputado Máximo Kirchner es muy cercano a “Wado” de Pedro, sus fichas estarían por la precandidatura del gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, quien también se encontraba en la conmemoración. Pero la compañía a Massa en un viaje que durará una semana es leída por La Política Online (LPO) como un importante guiño al líder de la cartera de finanzas.

En la misma línea se manifestó el diario La Nación, que habló del “giro de Sergio Massa”: de amenazar con “barrer a los ñoquis (por los empleados que cobran sin trabajar) de La Cámpora” a su “alianza de acero” con Máximo Kirchner. “El ministro de Economía se enfrentó en 2015 al kirchnerismo con un eslogan anticorrupción, pero se muestra hoy como uno de los principales aliados de Cristina”, destacó el periódico.

Las cerca de 28 horas de vuelo directo entre Buenos Aires y Beijing, además de siete días de convivencia, dijeron a LPO cercanos al Frente de Todos, podrían empezar a delinear la estrategia electoral del bloque oficialista, lo que, de concretarse, se haría sin la presencia de quien debería liderar esa conversación: el Presidente Fernández. Sin embargo, tanto en el massismo como en el kirchnerismo hay coincidencia en que entre ambos habrá un solo candidato, y que, en el mejor de los casos, el albertismo quedará lejos de los primeros lugares.

El Presidente argentino, Alberto Fernández, choca el puño con el entonces presidente de la Cámara de Diputados y actual ministro de Economía, Sergio Massa, en noviembre de 2021. Foto: AP

De ahí venía la urgencia por la definición de un candidato en el evento conmemorativo liderado por la vicepresidenta desde el entorno de Eduardo de Pedro, que ve en el duro momento de la economía argentina una oportunidad para acortar la distancia en las encuestas que constantemente ponen a Massa por sobre el ministro de Interior, afirmó LPO.

La presencia de Massa en el evento de Cristina Kirchner, más el viaje junto a su hijo Máximo, se podrían sumar a la ansiada respuesta positiva por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre un eventual cierre de acuerdo por parte del ministro de Economía, lo que podría impulsar su carrera presidencial, creen en el país vecino.

Si bien el discurso de la vicepresidenta no fue una “clase magistral”, como temían algunos, sí hubo palabras para el tema financiero. “Si no logramos que el programa que el FMI impone sea dejado de lado, va a ser imposible pagar”, lo que, para La Nación, significa que “condicionó así la negociación que lleva adelante Massa con el organismo de crédito”.

Y también hubo críticas a la gestión pasada, del expresidente Mauricio Macri. “Peleamos contra los fondos buitre. Pagamos más de 100.000 millones de dólares sin ingreso al mercado de capitales”, planeó. “¿Y qué fue lo que recibimos en 2019? Nuevamente la Argentina endeudada en dólares”, remató.

Pero tenía más. “Le dieron 57.000 millones de dólares para que pueda ganar las elecciones. No tiene la culpa el chancho, sino el que le da de comer”, aseveró en referencia a Macri, para luego ser aún más directa: “Todos saben las diferencias que tengo. Al crecimiento se lo llevaron cuatro vivos. Este gobierno es infinitamente mejor de lo que hubiera sido un segundo de Macri”.

La respuesta no se hizo esperar, y llegó a través de las redes sociales del expresidente, quien compartió un gráfico a través de Twitter, donde Fernando Marull, economista de la consultora FMyA, sostiene que desde que llegó Alberto Fernández al poder, entraron a las arcas US$ 110.000 millones, mientras que el Banco Central perdió reservas netas por US$ 13.500 millones y pagaron al FMI, en términos netos, solo US$ 825 millones.

Otra figura relevante que disparó apenas terminó el discurso fue la candidata presidencial opositora, Patricia Bullrich, quien escribió en la misma red social que “lo que comenzaron hace 20 años termina así: con un país ruinoso, pobre, descapitalizado, inculto. Mejor que hablar es mirarles la cara a los argentinos, que lloran todos los días. Nosotros vamos a poner las cosas en su lugar, de una vez y para siempre”, aseveró.

Así, un evento que en sus inicios fue planificado para clamar por la carrera presidencial de Cristina Kirchner y que luego derivó en la esperanza de definiciones electorales oficialistas, finalizó como una declaración de principios y conmemoración de 20 años desde la llegada de Néstor Kirchner, y el kirchnerismo como ideología, al poder en Argentina.

“Sin ustedes, Dios y los rosarios que me alcanzan no estaría acá. Los quiero mucho a todos y todas. Muchas gracias por esta tarde maravillosa, por tanto amor, es lo que me mantuvo en pie. Sin ustedes, sin los rosarios que me alcanzan, sin Dios y sin la Virgen, seguramente no estaría acá. Muchas gracias”, dijo quien tomó la posta de su difunto esposo, previo a salir del escenario.

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