Las claves a 15 años de la desaparición de Madeleine McCann

Madeleine McCann
La desaparición de Madeleine McCann se produjo el 3 de mayo de 2007, durante las vacaciones de la familia en Praia da Luz, Portugal.

Maddie desapareció el 3 de mayo de 2007 y este año se cumple el plazo máximo para que el delito de presunto homicidio prescriba en Portugal. Pero la formalización del alemán Christian Brückner como sospechoso “in extremis” renueva las posibilidades.


Los padres de Madeleine McCann decidieron conmemorar los 15 años que han transcurrido desde la desaparición de su hija de tres años, con un mensaje en el que señalaron que “se ha cometido un crimen verdaderamente horrible”.

En un mensaje en la página oficial de Facebook de la campaña Find Madeleine (Encuentra a Madeleine), Kate y Gerry McCann citaron una parte del libro Winnie-the-Pooh de A.A. Milne: “Pero lo más importante es que, incluso si estamos separados, siempre estaré contigo”. Además señalaron que necesitaban cerrar lo que le sucedió a la niña durante las vacaciones familiares en el departamento de Praia da Luz, Portugal, el 3 de mayo de 2007.

“Este año cumplimos 15 años desde la última vez que vimos a Madeleine. No se siente más difícil que cualquier otro, pero tampoco más fácil. Es mucho tiempo”, escribieron.

“Mucha gente habla de la necesidad de un ‘cierre’. Siempre se ha sentido un término extraño. Independientemente del resultado, Madeleine siempre será nuestra hija y se ha cometido un crimen verdaderamente horrible. Estas cosas permanecerán”, añadieron.

Maddie desapareció del departamento que su familia había arrendado en el resort Praia da Luz, en el Algarve luso, donde dormía junto a sus hermanos -dos gemelos de dos años- mientras sus padres cenaban con un grupo de amigos en el mismo complejo turístico.

Después de que la fiscalía lusa cerrara el proceso por falta de avances, en 2020 se reactivó la investigación gracias a una pista alemana que apuntó hacia un nuevo sospechoso: Christian Brückner, condenado por una violación en el Algarve, al que la policía portuguesa investigó y descartó en 2007.

Christian Brückner, el sospechoso de la desaparición de Madeleine McCann.

Hace pocos días fue declarado arguido, una figura portuguesa que se usa para designar a los sospechosos formales sobre los que recaen fuertes indicios, previa a la acusación. Esto impide la prescripción del caso, ya que los 15 años que da la ley se cumplen el 3 de mayo. Su formalización como sospechoso in extremis renueva las posibilidades.

El sospechoso, de 45 años, vivió entre 1995 y 2007 en el Algarve y estuvo cerca del complejo de departamentos la noche que Maddie desapareció, según datos de su teléfono celular.

El hombre tiene varios antecedentes penales por abusos sexuales, agresiones físicas, robos y delitos menores, y se encontraba en el radar de las autoridades desde que fue extraditado desde Portugal a Alemania en 2017 acusado de otro caso de abuso sexual a menores en Grecia.

Brückner ha insistido en que estaba teniendo sexo con una mujer en su auto en el momento en que desapareció una niña de tres años, según los informes.

Además, señala haber sido detenido y fotografiado en un control de carretera de la policía después de llevar a la mujer al aeropuerto de Faro, Portugal, para tomar un vuelo a casa al día siguiente.

La sospechosa dice que fue arrestada en el recinto de seguridad del aeropuerto por llevar un spray de pimienta ilegal y está convencida de que la policía portuguesa tendrá un registro de los hechos, informó Sky News.

Se dice que la policía alemana encontró una foto de la mujer acostada en su camioneta cuando investigaban un cargo de violación por el cual el hombre ahora está en la cárcel. Esta revelación se produce pocos días después de que se afirmara que Brückner no ha proporcionado una coartada a la policía alemana.

El fiscal alemán Hans Christian Wolters, que dirige la investigación, dijo a Sky News: “Supongo que si tiene algo que lo exonere, tarde o temprano lo compartirá con nosotros y luego lo verificaremos”.

Miembros de Scotland Yard trabajan en un área durante la búsqueda de Madeleine McCann en Praia da Luz, en junio de 2014. Foto: Reuters

“Hasta ahora no nos ha dicho nada, no nos ha dado ninguna coartada. Entonces, solo podemos trabajar en la evidencia que hemos encontrado hasta ahora en nuestra investigación. Y no había nada que lo exonerara”, añadió.

Sin embargo, a principios de este año, se dijo que fuentes cercanas al caso descubrieron que Brückner no estaba en el resort en Praia da Luz la noche en que desapareció, sino que en realidad estaba a “30 minutos de distancia”.

Según el diario Daily Mail, se espera que el programa de televisión de los investigadores británicos Madeleine McCann: Investigating the Prime Suspect, desmantele el caso contra el prisionero.

Cuando Maddie desapareció a los tres años en 2007, se dijo que los registros telefónicos mostraban al principal sospechoso cerca de la escena, informó el tabloide The Sun. Si la última afirmación de Brückner es cierta, contradiría la evidencia de las antenas de datos de teléfonos celulares, que según la policía muestra que su teléfono estaba en el pueblo cuando recibió una llamada entre las 7:32 p.m. y las 8:02 p.m.

Los padres de Madeleine, Kate y Gerry McCann, dicen que su hija desapareció entre las 9 p.m. y las 10 p.m. Mientras que Brückner insiste en que había conducido kilómetros a lo largo de la costa hacia Faro a las 10 de la noche.

“Las pruebas que tienen es que se activó su móvil cerca de Praia da Luz aquella noche y que un testigo le escuchó vanagloriarse de que sabía sobre la desaparición de la niña. Son pruebas meramente circunstanciales, necesitan tener más si lo quieren condenar en un tribunal”, señala Rui Gustavo, periodista del semanario Expresso especializado en información judicial y policial, citado por el diario español El País.

Si las diligencias que tienen previsto practicar en Alemania no permiten acreditar la incriminación de Brückner, es probable que el caso sea abandonado por segunda vez en Portugal, país en el que no hay más líneas de investigación actualmente, aunque en paralelo trabajan equipos de la policía británica y alemana.

El caso ha sido investigado de forma paralela por las autoridades portuguesas y británicas, lo que terminó entorpeciendo el proceso, según quienes lo siguieron de cerca.

Madeleine McCann, en el momento de su desaparición con tres años, y recreación de la niña a los nueve años, hecha por la policía británica a través de un programa informático. Foto: Policía Metropolitana

“Debería haber existido más cooperación y menos competición, porque parecía que la policía portuguesa iba por un lado y la británica por otro”, dijo a la agencia EFE João Mira Godinho, uno de los periodistas lusos que siguieron el caso más de cerca. A su juicio, las “acusaciones” lanzadas por la prensa inglesa hacia las autoridades portuguesas dificultaron su trabajo.

En julio de 2013, Scotland Yard inició su propia investigación, la Operación Grange, sobre la desaparición de Madeleine.

El inspector jefe de detectives, Mark Cranwell, de la Policía Metropolitana, que dirige la operación, dijo al diario Daily Mail: “Quince años después de la desaparición de Madeleine en Praia Da Luz, nuestros pensamientos, como siempre, están con su familia”.

“Los oficiales continúan investigando el caso y nuestro equipo dedicado todavía está trabajando en estrecha colaboración con los colegas encargados de hacer cumplir la ley de la Policía Judiciaria portuguesa”, agregó.

“En este momento, el caso sigue siendo una investigación de persona desaparecida y todos los involucrados están comprometidos a hacer lo que podamos para encontrar respuestas”, concluyó Cranwell.

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