Los palestinos en Gaza “merecen más que sobrevivir”, dijo el miércoles la enviada de la ONU para Oriente Medio, Sigrid Kaag, al Consejo de Seguridad, cuando la ofensiva de Israel contra el movimiento islamista palestino Hamás cumple 600 días.

La incursión israelí en Gaza se intensificó este mes en medio de una crisis humanitaria, mientras los mediadores presionan por un alto el fuego y la liberación de los israelíes rehenes tras el ataque de Hamás que desató la guerra el 7 de octubre de 2023.

“Los civiles de Gaza han perdido toda esperanza. En lugar de decir ‘adiós, hasta mañana’, los palestinos de Gaza dicen ahora ‘hasta pronto en el paraíso’. La muerte es su compañera. No es vida, no es esperanza. Los habitantes de Gaza merecen más que sobrevivir. Merecen un futuro”, afirmó Kaag.

“Desde la reanudación de las hostilidades en Gaza, la ya aterradora existencia de los civiles se ha hundido aún más en el abismo”, añadió, pidiendo una vez más un alto el fuego y la liberación de los rehenes israelíes.

Al hablar de la gente en Gaza, “palabras como empatía, solidaridad y apoyo han perdido su significado”, añadió.

“No debemos acostumbrarnos al número de personas muertas o heridas. Son hijas, madres y niños pequeños cuyas vidas han sido destrozadas. Todos tienen un nombre, todos tenían un futuro, todos tenían sueños y aspiraciones”.

Aunque Israel levantó parcialmente la semana pasada el bloqueo total que había impuesto a Gaza desde el 2 de marzo, oficialmente para obligar a Hamás a liberar a los últimos rehenes, la enviada de la ONU lamentó también la insuficiencia de la ayuda humanitaria para cubrir las necesidades de más de dos millones de habitantes amenazados por la hambruna.

“Es como un bote salvavidas después de que el barco se haya hundido”, comentó.

Kaag también expresó su preocupación por la “peligrosa trayectoria” que se observa en Cisjordania ocupada, donde hay “una aceleración de la anexión de facto mediante la expansión de los asentamientos, las confiscaciones de tierras y la violencia de los colonos”.

Si esta situación no cambia, la solución de dos Estados, Israel y Palestina, viviendo uno al lado del otro, “será físicamente imposible”, advirtió.