Macron elige a Elisabeth Borne como nueva primera ministra francesa: la segunda mujer en ocupar el cargo en 30 años

Elisabeth Borne, aplaude a su predecesor, Jean Castex, tras la ceremonia de entrega en el patio del Hotel Matignon, residencia oficial de los primeros ministros franceses, en París. Foto: Reuters

La ministra del Trabajo reemplaza en el puesto a Jean Castex, quien presentó su dimisión. La designación de Borne no gustó a los jefes de los principales partidos de la oposición.


El Presidente francés, Emmanuel Macron, eligió el lunes a la ministra del Trabajo, Elisabeth Borne, como nueva primera ministra de cara a las elecciones legislativas de junio, lo que supone la segunda vez en 30 años que se nombra a una mujer para el cargo.

Antes, el primer ministro Jean Castex presentó su dimisión, allanando el camino para una revisión del gabinete tras la reelección de Macron en abril.

Macron, que necesita demostrar que ha escuchado las frustraciones de los votantes expresadas en la baja participación y el gran apoyo a la extrema derecha y la extrema izquierda, ha estado buscando un primer ministro con credenciales de política verde y social.

Este perfil podría ayudar a contrarrestar el desafío planteado por el veterano de la izquierda dura Jean-Luc Mélenchon, que logró un sólido tercer puesto en las elecciones presidenciales y lidera una amplia coalición de partidos de izquierda en la votación parlamentaria del 12 al 19 de junio.

Borne, de 61 años, será la primera mujer nombrada primera ministra desde que Edith Cresson ocupó brevemente el cargo durante la presidencia del socialista François Mitterrand a principios de los años 90 (del 15 de mayo de 1991 al 2 de abril de 1992).

El primer ministro saliente de Francia, Jean Castex, aplaude a su sucesora, la exministra de Trabajo Elisabeth Borne, durante una ceremonia de entrega en el patio del Hotel Matignon. Foto: Reuters

Borne, una burócrata de carrera de voz suave que trabajó con numerosos ministros del Partido Socialista antes de unirse al gobierno de Macron, tuvo un breve período como ministra de Medio Ambiente en 2019, cuando impulsó políticas favorables a las bicicletas.

Luego se hizo cargo del Ministerio del Trabajo y supervisó las negociaciones con los sindicatos que resultaron en un recorte de las prestaciones de desempleo para algunos solicitantes de empleo. Bajo su mandato, el desempleo cayó a su nivel más bajo en 15 años y el desempleo juvenil a su menor nivel en 40 años.

El profundo conocimiento de Borne sobre el funcionamiento del Estado ayudará a Macron a impulsar reformas más difíciles. Se le encomendará la tarea de enfrentarse a los poderosos sindicatos franceses para supervisar su promesa electoral más discutida: el aumento de la edad de jubilación.

Es “una mujer de convicción, acción y realización”, de acuerdo con Macron que ya le ha dado instrucción para formar gobierno, según una nota facilitada por el Elíseo.

Sin embargo, su designación no ha gustado a los jefes de los principales partidos de la oposición. Para la líder del ultraderechista Agrupación Nacional, Marine Le Pen, la designación de Macron demuestra “su incapacidad para unir y la voluntad de continuar con su política de desprecio”.

En un mensaje en su perfil de Twitter, Le Pen asegura que este nombramiento representa “la deconstrucción del Estado, destrucción social, extorsión fiscal y laxitud”, mientras que el líder de La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, vaticina “una nueva temporada de abuso social”.

“La señora Borne representa todo lo que no ha funcionado en los últimos 20 años”, escribió también en su perfil Mélenchon, quien acusó a la nueva primera ministra de estar “entre las figuras más duras del abuso social” y recordó algunas de sus políticas como la reducción de la asignación a un millón de desempleados, la supresión de los precios regulados del gas, o el aumento de años de jubilación.

Quien sí cosechó palabras de halago fue el que es ahora el antecesor de Borne, Jean Castex, un “líder de equipo efectivo al servicio de Francia” y “un servidor” del Estado y de “sus valerosos agentes”, según las palabras del todavía ministro de Interior, Gérald Darmanin.

Castex ya había revelado tras las elecciones que presentaría su dimisión y la de todo su gobierno “en los días siguientes” a la victoria de Macron, que se impuso en la segunda vuelta de las presidenciales frente a la ultraderechista Marine Le Pen.

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