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Netanyahu dice que su plan para tomar el control de la ciudad de Gaza es la forma más rápida de poner fin a la guerra

Las declaraciones de Netanyahu ocurren en medio de tensiones con las FDI y exponen nuevas fracturas dentro de los altos rangos del ejército y tensa las relaciones con los reservistas convocados para lo que podría convertirse en la fase más peligrosa de la guerra.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu en una conferencia de prensa en febrero pasado. Foto: Europa Press OFICINA DEL PRIMER MINISTRO DE I

El primer ministro Benjamin Netanyahu presentó, el domingo, su visión de Gaza y aclaró que ni Hamás ni la Autoridad Palestina controlarán Gaza después de la guerra.

El mandatario señaló que se establecería una zona de seguridad cerca de la frontera de Gaza y una administración civil que “buscaría vivir en paz con Israel”. En cuanto a quién dirigiría la administración civil, dijo que hay “candidatos” que no quería desmentir, pero que quien reemplazara a Hamás no “educaría para el terrorismo ni lo impulsaría”.

El primer ministro afirmó, en una conferencia con periodistas extranjeros, que la nueva ofensiva en Gaza se centra en atacar los dos bastiones restantes de Hamás: la ciudad de Gaza y los campos de refugiados en el centro de Gaza. Aseguró que esta sería la “mejor manera de poner fin a la guerra, y de hacerlo rápidamente”.

El primer ministro señaló que Israel controla alrededor del 75% del territorio de la Franja; sin embargo, la ciudad de Gaza, los campamentos centrales y la zona de al-Muwasi, al sur de Gaza, aún no están bajo control israelí. Añadió que Israel permitirá a los residentes abandonar las zonas de combate de forma segura y dirigirse a las zonas seguras designadas. Según Netanyahu, en estas zonas Israel proporcionará a los palestinos alimentos, agua y atención médica.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, habla con miembros de la prensa durante su visita al Hospital Soroka en la ciudad sureña de Beersheba, tras ser alcanzado por un misil lanzado desde Irán el 19 de junio de 2025. Foto: Archivo MARC ISRAEL SELLEM

Netanyahu afirmó que las recientes acciones de Israel, como la designación de corredores seguros para la ayuda y los lanzamientos aéreos, han provocado un aumento de la ayuda humanitaria en el territorio, “evitando el hambre, pero no la campaña mundial de mentiras”, y reiteró su amenaza de demandar a The New York Times por la supuesta difusión de desinformación. Aseguró que Israel está monitoreando el precio de los alimentos en Gaza, y que este se ha desplomado gracias a las medidas israelíes.

Según Netanyahu, “dos millones de personas tienen acceso a la ayuda, y los únicos que están siendo deliberadamente privados de comida son los rehenes”.

Respecto a los rehenes, dijo que Israel está discutiendo “formas creativas” para liberarlos mientras se acerca a Hamás. Luego, en otra conferencia en la noche, señaló que la única manera de liberar a los rehenes israelíes que quedan en Gaza es derrotar a Hamás, acusando a las negociaciones y acuerdos de liberación anteriores de prolongar la guerra.

“Queremos liberar a la mayoría de los rehenes y derrotar a Hamás para ponerle fin decisivamente”, declaró en una conferencia de prensa. “La guerra ha durado mucho tiempo también porque hicimos una pausa para liberar a los rehenes”.

Netanyahu afirmó que Hamás no está interesado en un acuerdo y se mantiene desafiante. “Hamás nos ha engañado, así que la única manera de recuperar a los rehenes es derrotarlo”, declaró.

“Tras meses de negociaciones inútiles, Hamás planteó exigencias imposibles: una retirada total de la Franja de Gaza, incluido el corredor de Filadelfia, que permitiría el contrabando de armas y la liberación de los terroristas de Nukhba (las fuerzas de elite de las brigadas de Qassam)”, añadió.

Según Netanyahu, “estas son condiciones de rendición que ningún gobierno responsable aceptaría”. El primer ministro añadió que se planteó una propuesta en el gabinete para sitiar la ciudad de Gaza y realizar incursiones en su zona, pero la mayoría de los miembros del gabinete creían que esto no traería una victoria decisiva ni el regreso de los rehenes”.

Antes de la conferencia de prensa, las familias de los rehenes retenidos en Gaza se dirigieron a Netanyahu y le pidieron que declarara su compromiso con un acuerdo de alto el fuego integral para devolver a todos los rehenes y poner fin a la guerra.

“Este es el único mandato que se les ha dado; este es su deber para con el pueblo de Israel”, decía la declaración. “Más del 80 por ciento del pueblo israelí apoya el fin de la guerra y un acuerdo integral. Basta de demorarse y someterse a los intereses políticos de una minoría extremista y desquiciada”.

Imagen entregada por las Fuerzas de Defensa de Israel el 6 de mayo de 2025 de tropas israelíes operando en el sur de la Franja de Gaza. Foto: Xinhua Chen Junqing

Sobre la prohibición actual de la entrada a Gaza a periodistas extranjeros, el primer ministro afirmó –en la conferencia con la prensa extranjera– haber ordenado a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) que permitan la entrada de periodistas extranjeros, trabajando a la vez para garantizar su seguridad. Añadió que la directiva aún no se ha implementado, pero que “debería implementarse”.

El primer ministro afirmó que los niños palestinos, tanto bajo la Autoridad Palestina como bajo el gobierno de Hamás, reciben “educación bajo el mismo principio”, afirmando que el núcleo del problema reside en la “persistente negativa palestina a reconocer un Estado judío”, y que el reconocimiento de un Estado palestino conduciría a una futura guerra. El primer ministro afirmó que Hamás “tenía un Estado, pero solo agravó la guerra”.

Posteriormente, la oficina del premier israelí señaló que “Netanyahu y Trump discutieron los planes de Israel para tomar el control de los bastiones restantes de Hamás en Gaza y así poner fin a la guerra mediante la liberación de los rehenes y la derrota de Hamás”. “El primer ministro agradeció al presidente Trump su firme apoyo a Israel desde el comienzo de la guerra”, señaló.

Según Hareetz, desde 2023, Netanyahu ha afirmado repetidamente que Israel está cerca de la victoria en su guerra contra Hamás. En diciembre de 2023, declaró: “Obtendremos una victoria completa sobre las fuerzas del mal”.

En febrero de 2024, Netanyahu rechazó los llamados a elecciones anticipadas, alegando que las elecciones constituirían “fuego amigo mortal” y argumentó que “esto no nos puede pasar durante una guerra, mientras estamos tan cerca de la victoria”.

En abril de 2024, Netanyahu prometió en una reunión de gabinete que Israel estaba “a un paso de la victoria total”.

Tensiones en el ejército

El plan del primer ministro de expandir la ofensiva de Israel en Gaza, ponerla bajo control israelí y, en efecto, reocupar todo el enclave de 2,1 millones de palestinos, lo ha enfrentado con el jefe del Estado Mayor, Eyal Zamir, el teniente general que él mismo eligió para el cargo en febrero pasado.

Según el diario The Guardian, “la decisión de Israel de aprobar un plan para ocupar la Franja de Gaza ha profundizado las tensiones entre el gobierno y el liderazgo militar del país, al tiempo que expone nuevas fracturas dentro de los altos rangos del ejército y tensa las relaciones con los reservistas convocados para lo que podría convertirse en la fase más peligrosa de la guerra”.

“Esta es la crisis más grave en la historia de las relaciones entre la cúpula política y el ejército desde la guerra de 1948”, declaró a The Guardian el profesor Yagil Levy, director del Instituto para el Estudio de las Relaciones Cívico-Militares de la Universidad Abierta de Israel. “Nunca antes los líderes políticos habían obligado al ejército a ejecutar una operación a la que se oponían rotundamente”.

En los siete días previos a la reunión crucial del gabinete de seguridad de Israel en la que se aprobó el plan, Zamir, había expresado repetidamente sus dudas sobre la decisión de ocupar totalmente el territorio, advirtiendo que tomar el control de Gaza hundiría a Israel en un “agujero negro” de insurgencia prolongada, responsabilidad humanitaria y mayor riesgo para los rehenes.

La disidencia de Zamir desató una polémica política, y el hijo del primer ministro, Benjamín Netanyahu, acusó al jefe del Estado Mayor del ejército de amotinarse. El ministro de seguridad nacional israelí, de extrema derecha, Itamar Ben-Gvir, instó al jefe del Estado Mayor a “declarar claramente que cumplirá plenamente las instrucciones de los líderes políticos, incluso si la decisión es ocupar Gaza”.

Imagen entregada por las Fuerzas de Defensa de Israel el 21 de abril de 2025 de un miembro de las tropas israelíes operando en la Franja de Gaza. Foto: Xinhua Chen Junqing

Algunos informes israelíes sugirieron que Zamir podría dimitir, indicó The Guardian.

Los ministros del gobierno recordaron públicamente a los militares que deben obedecer sus órdenes. Zamir emitió una declaración concisa calificando el desacuerdo como “una parte inseparable de la historia del pueblo judío”, y el hijo de Netanyahu incluso acusó al jefe del ejército de intentar un “golpe de estado”.

Finalmente, después de que una acalorada reunión de 10 horas del gabinete de seguridad de Israel terminara el viernes por la mañana, Netanyahu se impuso al general de mandíbula cuadrada y ordenó a las Fuerzas de Defensa de Israel “prepararse” para invadir la ciudad de Gaza, a pesar de las advertencias de los militares de que eso pondría a prueba a un ejército exhausto y pondría en peligro a los rehenes israelíes.

El diario Financial Times recordó que no era la primera vez que los líderes políticos y jefes militares de Israel se enfrentaban públicamente. El ejército israelí también se ha resistido anteriormente a las demandas de los líderes políticos, incluido un llamado del gobierno de Ariel Sharon para invadir Gaza durante la segunda intifada, a principios de la década de 2000, y un plan de Netanyahu para un gran ataque a las instalaciones nucleares de Irán hace más de una década.

“Pero, en un momento de creciente aislamiento internacional por la conducta de Israel en su guerra de 22 meses en Gaza, esta última ruptura amenaza con profundizar las divisiones internas y socavar aún más la confianza en las instituciones del país, mientras Netanyahu busca desplegar las Fuerzas de Defensa de Israel para su propio beneficio político”, indicó el diario.

Durante la guerra, el liderazgo militar y de inteligencia de Israel ya se ha visto sacudido por una serie de salidas de alto perfil: el predecesor de Zamir como jefe del Estado Mayor, Herzi Halevi, y el exjefe del servicio de seguridad Shin Bet, Ronen Bar, fueron obligados a dimitir. Altos mandos, como Aharon Haliva, Yaron Finkelman, Oded Basyuk y Eliezer Toledano, también han dimitido, junto con altas figuras de la inteligencia militar y del Shin Bet.

“Desde su fundación en 1948, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han sido más que una organización militar: han sido parte integral de la identidad nacional del país, aclamadas como una institución casi sagrada, el garante máximo de la supervivencia del Estado y un símbolo viviente del espíritu colectivo que forjó la nación”, indicó The Guardian.

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