"Quiero que las enseñanzas islámicas se refuercen": Sultanato de Brunei instaura pena de muerte por lapidación a relaciones homosexuales

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El sultán Hassanal Bolkiah de Brunei ofrece un discurso en el Centro Internacional de Convenciones en Bandar Seri Begawan en Brunéi, este miércoles. EFE

A partir de este miércoles comienza a regir el nuevo código penal en el pequeño sultanato inspirado en la sharía. Entre las otras condenas se suma además las amputaciones de manos y pies para los ladrones.


El pequeño sultanato de Brunei instauró este miércoles la pena de muerte por lapidación para castigar las relaciones homosexuales y el adulterio mediante una reforma del Código Penal inspirada en la Sharía .ley de la religión islámica- que ha provocado una oleada de indignación en todo el mundo.

El Estado -rico en hidrocarburos, situado en la isla de Borneo y dirigido con mano de hierro por el sultán Hassanal Bolkiah- se convierte así en el primer país del sureste asiático que aplica a nivel nacional un código penal basado en la Sharía más estricta, siguiendo el ejemplo de Arabia Saudita.

La nueva legislación prevé también la amputación de una mano o un pie para los ladrones. La violación puede ser castigada con la pena de muerte, al igual que el insulto al profeta Mahoma. Algunos artículos del Código Penal, como la lapidación por homosexualidad, se aplican tanto a los musulmanes como a los no musulmanes.

El nuevo Código Penal fue criticado por la ONU y por numerosos gobiernos y oenegés, y varias figuras del mundo del espectáculo como George Clooney y Elton John urgieron a boicotear nueve hoteles de lujo vinculados al sultán de Brunei.

El sultán Bolkiah, que dirige la monarquía desde 1967, no se refirió a la entrada en vigor de las nuevas leyes en un discurso pronunciado este miércoles, pero abogó por un islam más fuerte.

"Quiero que las enseñanzas islámicas en este país se refuercen", dijo Bolkiah en un centro de convenciones cercano a la capital, Bandar Seri Begawan.

"La llamada a la oración debe escucharse en todos los lugares públicos, no solamente en las mezquitas, para recordar a los clientes sus deberes", dijo.

Condena internacional

Brunei es un país "justo y feliz", aseguró el sultán en respuesta a las críticas. "El que quiera venir a visitar este país tendrá una experiencia agradable y se beneficiará de un entorno seguro y armonioso".

Representantes del gobierno confirmaron la entrada en vigor del nuevo código nacional, que según sus detractores atenta contra los derechos humanos.

Phil Robertson, subdirector de la ONG Human Rights Watch, considera que el texto es "bárbaro en su esencia" e "impone castigos arcaicos por actos que ni siquiera deberían considerarse delitos".

Para la Unión Europea, algunos aspectos de la legislación suponen "tortura o actos crueles, inhumanos y degradantes". Estados Unidos por su parte dijo que la nueva legislación era contraria a "las obligaciones internacionales" relativas "a los derechos humanos".

Con el nuevo código, las relaciones homosexuales pueden ser castigadas con la pena de muerte por lapidación cuando se trata de hombres y de 10 años de cárcel en el caso de mujeres.

 Ya no hay "alegría de vivir"

Hasta ahora las relaciones entre hombres, que ya eran ilegales en Brunei, estaban castigadas con una pena máxima de 10 años de prisión.

Un habitante gay de 33 años criticó las disposiciones "injustas y crueles", que no deben "aplicarse". "Esto me quita la alegría de vivir, la libertad de expresión, me deprime tanto", dijo a la AFP bajo condición de anonimato.

Zulhelmi bin Mohamad, una mujer transgénero de 19 años que huyó de Brunéi el año pasado y pidió asilo en Canadá, consideró que la comunidad LGTB del país, que vive ya "muy escondida", sufrirá todavía más.

"Algunos están muy preocupados y desearían huir del país antes de que se descubra que no son heterosexuales", agregó.

Las primeras disposiciones del nuevo código se instauraron en 2014, con multas o penas de prisión por exhibicionismo o ausencia en la oración del viernes.

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