Rebrote en Estados Unidos: algunos hospitales del sur y el oeste están a su máxima capacidad

Enfermeras de la Unidad de Cuidados Intensivos Covid-19 del Hospital Northwestern Memorial, en Chicago. Foto: AFP

Las autoridades de salud han advertido un aumento en las hospitalizaciones en estados como Texas´y Arizona, estados que, junto a Florida, han sigo golpeados duramente por el coronavirus.


Altos funcionarios en el sur y el oeste de Estados Unidos con crecientes casos de coronavirus encendieron las alarmas al señalar que los hospitales estaban cerca de la capacidad máxima y que el cumplimiento del estricto distanciamiento social era necesario para cortar de raíz los crecientes brotes de Covid-19.

“Estamos en el camino ahora en el que podríamos estar llenando nuestras unidades de cuidados intensivos entre la próxima semana y 10 días”, dijo el alcalde de Austin (Texas), Steve Adler, al programa State of the Union, de la cadena CNN. La autoridad advirtió que los hospitales no tienen el personal para lidiar con el alza. “Estamos viendo los números diariamente. Puede que tengamos que tomar acciones más drásticas”.

La jueza del condado Harris (Texas), Lina Hidalgo, dijo al programa de la cadena ABC, This Week, que los hospitales en el condado, entre los que se incluye Houston, estaban también llegando a un máximo en sus capacidades.

Los estados de Texas, Arizona y Florida han sido uno de los más golpeados en los días recientes, con un alza constante de nuevas infecciones y hospitalizaciones lo que ha puesto presión a sus sistemas médicos. Un doctor en un hospital de Phoenix advirtió que las camas de cuidados intensivos ya pasaron su máxima capacidad, a medida que los pacientes con Covid-19 llegan en grandes cantidades a los hospitales. Algunos de ellos en Florida reportaron que las unidades de cuidados intensivos estaban casi completas, muestran los datos estatales.

Los casos de coronavirus “pueden llegar a 100 mil diarios”, si las personas continúan no cumpliendo con los consejos de mantener el distanciamiento social y usar mascarilla, dijo Anthony Fauci, el máximo médico de enfermedades infecciosas del país, a un comité del Senado la semana pasada. Muchos expertos dicen que pasará un año o más antes de que haya una vacuna disponible.

En Estados Unidos los funcionarios de salud pública y de los estados, así como líderes locales, instaron a las personas a tomar precauciones durante el fin de semana del 4 de julio para evitar que se produjeran nuevas alzas de casos. Los desfiles tradicionales y los fuegos artificiales fueron cancelados en muchos lugares, los funcionarios motivaron a las personas a quedarse en sus casas.

Si bien las celebraciones fueron más leves en muchos lugares, las fiestas por el 4 de julio con mucha gente y las playas repletas en Connecticut y Nueva York causaron preocupación ante la pérdida de las prácticas de distanciamiento social en los estados que han visto reducir el número de infecciones.

Estados Unidos ha registrado más de tres millones de casos hasta ahora, y sobre 132 mil muertes. La cifra diaria de nuevos casos cayó a cerca de 45 mil el sábado, según la información de la Universidad Johns Hopkins, luego de tres días consecutivos en los que se registraron más de 50 mil infecciones diarias.

Los expertos también dicen que el efecto completo del fin de semana del 4 de julio, respecto al conteo de casos, no será visible hasta dentro de otras dos o tres semanas. “Lo que estamos viendo ahora representa nuestros comportamientos de hace unas pocas semanas”, dijo Marissa Levine, directora del Centro para Liderazgo en Ejercicio de Salud Pública en la Universidad de South Florida.

El domingo, Arizona reportó 3.536 casos nuevos, llegando a un total estatal de 98 mil. La cifra ha bajado en comparación a las más de 4.700 reportadas el miércoles. Casi el 90% de las camas UCI del estado están ocupadas, según el Departamento de Salud de Arizona, esto representa un aumento de entre 60% y 70% durante marzo y abril.

“Las cosas están muy mal. Cada día camino hacia una nueva caótica realidad”, dijo Jennifer O’Hea, una doctora de cuidados críticos en el Centro Médico Universidad Banner en Phoenix.

Las 120 camas de cuidados intensivos del hospital están por sobre la capacidad del 100%, dijo, y más de la mitad han sido usadas para casos Covid-19. La carga de casos está aumentando tan rápidamente que algunos pacientes críticamente enfermos están siendo tratados en las urgencias o en las salas de recuperación de cirugías. El hospital está también trabajando para reconvertir unidades UCI que ya no se utilizan en una parte más antigua del edificio y planea equipar las unidades de endoscopía y las salas de conferencia para aceptar a más pacientes, dijo.

Florida pasó los 200 mil casos confirmados totales el domingo, con cerca de 10 mil casos nuevos reportados el 4 de julio, una disminución leve en comparación al día anterior.

Los días de calor llevaron a una gran cantidad de gente a las playas estatales en Connecticut el sábado, algunas alcanzaron su máxima capacidad y fueron cerradas antes del mediodía el sábado y el domingo, según los funcionarios de parques estatales.

El Departamento de Salud de Texas dijo el domingo que el estado tenía un total de 195.239 casos, un alza diaria de cerca 4.500, luego de unos 8.258 el día anterior. Las hospitalizaciones continuaron subiendo durante el fin de semana: 8.181 pacientes confirmados con Covid-19 estaban en los hospitales estatales el domingo en la tarde. El alza ha presionado a algunos establecimientos a una capacidad total o casi total para los pacientes más críticos.

“Nunca había visto algo como esto”, dijo Salim Rezaie, un médico de emergencias en el Hospital Metodista en San Antonio. “Es imparable y no parece que vaya a aflojar en absoluto”. Dijo que las tres UCI de Covid-19 del Metodista están a su capacidad máxima y que él y sus colegas en emergencias se han vistos forzados a enviar pacientes con enfermedades menos severas a sus casas, pese a que en condiciones normales los aceptarían. “Literalmente no hay dónde colocarlos”, señaló.

En California, los funcionarios de salud reportaron 5.410 nuevos casos confirmados el domingo, alcanzando un total de 250.155 el 4 de julio. Los funcionarios de salud pública en Los Angeles la semana pasada informaron un alza continua de hospitalizaciones y un aumento en las muertes. Las hospitalizaciones en el estado también han aumentado dramáticamente en las últimas dos semanas.

A medida que se llenan los hospitales en estos estados, no están solo atendiendo a las personas mayores, que son más vulnerables médicamente, sino que también a los veinteañeros y los pacientes de entre 30 y 40 años. Y si bien los pacientes más jóvenes tienen mejores resultados en general, ellos pueden experimentar complicaciones severas y morir del virus, dicen los expertos. “Cualquiera puede estar en riesgo de tener complicaciones y morir”, dijo Levine, de la Universidad de South Florida.

Algunos pacientes han reportado síntomas o efectos secundarios de la enfermedad meses después de haber dado positivo al virus, incluyendo adormecimientos, dolores de pecho y fatiga extrema.

Los epidemiólogos advierten que las muertes por coronavirus se encuentran atrasadas de otros indicadores, ya que la enfermedad a menudo progresa en el curso de semanas en los casos más severos.

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