Ucrania quiere reactivar reactores de central nuclear ocupada por Rusia para evitar desastre

La ocupada central nuclear ucraniana de Zaporiyia. Foto: Europa Press

La planta de Zaporiyia se ha convertido en uno de los focos más preocupantes de la invasión rusa. La ucraniana Energoatom declaró que la empresa podría reiniciar dos de los reactores en cuestión de días para proteger los dispositivos de seguridad con vistas al invierno. “Si hay bajas temperaturas, se congelará todo lo que hay en el interior. Los dispositivos de seguridad se dañarán”, especificó.


Ucrania está considerando la posibilidad de volver a poner en marcha la planta nucleoeléctrica de Zaporiyia para garantizar su seguridad, dijo este martes el presidente de la empresa que opera la central, apenas unas semanas después de que surgieron temores de que se produzca una catástrofe radiactiva en la instalación ocupada por Rusia.

La central de Zaporiyia se ha convertido en uno de los focos más preocupantes de la invasión rusa a Ucrania. Ha resultado dañada en los combates, lo que desató alarma internacional, y su director general fue detenido por las fuerzas rusas durante el fin de semana, antes de ser liberado el lunes.

La empresa nuclear estatal ucraniana, Energoatom, desconectó el último de los seis reactores de la central el 11 de septiembre porque la actividad militar rusa había cortado el suministro fiable de energía externa a los sistemas de enfriamiento y otros sistemas de seguridad, lo que amenazaba con provocar una fusión potencialmente catastrófica.

Pero ahora la compañía se enfrenta a un problema diferente.

En una entrevista con The Associated Press, el presidente de Energoatom, Petro Kotin, declaró que la empresa podría reiniciar dos de los reactores en cuestión de días para proteger los dispositivos de seguridad con vistas al invierno.

“Si hay bajas temperaturas, se congelará todo lo que hay en el interior. Los dispositivos de seguridad se dañarán”, dijo Kotin en su oficina en la sede de la empresa en Kiev. “Así que se necesita calefacción, y la única calefacción va a venir del reactor en funcionamiento”.

El último reactor en funcionamiento de la planta se puso en un estado que se conoce como “apagado en frío” el mes pasado, lo que reduce la probabilidad de una fusión.

Sin embargo, el riesgo persiste mientras haya combustible nuclear en su interior, explicó Kotin.

Un daño intencional a los reactores o a los dispositivos de seguridad y refrigeración, o un fallo de estos sistemas debido a las bajas temperaturas, podrían provocar un desastre.

“Tienes calor residual y debes proporcionar continuamente el líquido refrigerante para estos conjuntos de combustible. Si se deja de refrigerar, se producirá una fusión. Así es como funciona”, dijo.

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