El Centro de Predicción del Clima Espacial (NOAA NWS Space Weather Prediction Center) emitió una alerta para este domingo 1 y lunes 2 de junio por una tormenta geomagnética categoría G4, calificada como severa.

Este tipo de fenómenos, provocados por actividad solar intensa, pueden impactar las operaciones de naves espaciales, la propagación de radio HF y generar intermitencias en los sistemas de navegación y conexiones satelitales.

Pero no todo son efectos negativos. Uno de los aspectos más llamativos para los habitantes de latitudes medias y australes es la posibilidad de observar auroras.

Según informó la Red Geocientífica de Chile, si las condiciones meteorológicas lo permiten, en zonas como la Península Antártica, la Isla Navarino, las provincias de Tierra del Fuego y Magallanes, y con menor probabilidad, en la Región de Aysén, podrían apreciarse auroras australes visibles hacia el sur.

Este fenómeno natural consiste en luces en movimiento que iluminan la atmósfera superior de la Tierra, presentando tonalidades verdes, rojas, azules o púrpuras.

El pasado viernes 10 y madrugada del sábado 11 de mayo de 2024, los cielos del sur del país ya ofrecieron un espectáculo similar debido a una tormenta solar que alcanzó el planeta.

La astrónoma, escritora y divulgadora científica Teresa Paneque explicó en ese entonces que los tonos rojizos que se observaron en esas fechas se deben principalmente al oxígeno presente en la atmósfera.

“Es principalmente el oxígeno de nuestra atmósfera el encargado de producir estas coloraciones rojas y verdes en altitud. Más cerca de la superficie podemos tener colores morados a medida que los colores azules y rojos del nitrógeno molecular entran en acción”, señaló.

De acuerdo con National Geographic, cuando se observan auroras rojas, es probable que se estén produciendo en los niveles más altos de la ionosfera, a unos 240 kilómetros de altura, donde hay menos átomos de oxígeno que interfieran entre sí.

Las autoridades recomiendan a la población estar atenta a las actualizaciones oficiales sobre el fenómeno, especialmente a quienes dependen de servicios satelitales y sistemas de comunicación, que podrían experimentar breves interrupciones durante el paso de la tormenta geomagnética. Para los entusiastas del cielo, en cambio, será una oportunidad única para intentar capturar este espectáculo natural desde el extremo austral del país.