Contraloría instruye sumario a Junaeb por deficiencias en entregas de cajas de alimentación durante 2020

Canastas de alimentación escolar.

Mercadería para menos de 15 días hábiles, incumplimiento de aporte nutricional y la falta de un mecanismo que identificara a los beneficiarios del Programa de Alimentación Escolar fueron los principales hallazgos de la auditoría que se realizó entre marzo y septiembre pasados. El objetivo de las instrucción es encontrar las posibles responsabilidades de funcionarios.


En horas de esta tarde, la Contraloría General de la República informó que instruyó un sumario administrativo a la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb) debido que encontraron una serie de falencias en la entrega de cajas de alimentos a estudiantes y párvulos beneficiarios del “Servicio especial de entrega de alimentos”, enmarcado en el contexto de la pandemia por Covid-19.

Entre el 18 de marzo y el 30 septiembre del año pasado, funcionarios de Contraloría realizaron una auditoría al funcionamiento de la entrega de cajas con alimentos que el Gobierno -a través de la institución de auxilio escolar- entregaba a los estudiantes de la Región Metropolitana que, debido a las condiciones sanitarias, dejaron de asistir a sus establecimientos de educación.

Este lunes se conoció el informe final de la investigación, que entre sus principales resultados indica que las canastas entregadas no contenían la cantidad suficiente para cubrir los alimentos necesarios para de niños y niñas durante 15 días hábiles y que tampoco cumplían con una estructura nutricional adecuada para los beneficiarios. Además, detectaron que “la Junta no posee un mecanismo que identifique y seleccione a los beneficiarios del Programa de Alimentación Escolar (PAE)”.

Falta de alimentos

El documento elaborado por la institución fiscalizadora, que ya fue puesto en conocimiento del director nacional de la Junaeb, Jaime Tohá, detalla que para los casos de beneficiarios párvulos de sala cuna y jardín infantil, se comprobó que los alimentos que contenían las cajas cubrían un promedio de 3 y 8 días de almuerzo, respectivamente. “En tanto que a nivel nacional, para los estudiantes de prebásica, básica y media alcanza un promedio de 8 días”, señala el informe. Cabe señalar que las canastas entregadas debían cumplir con las raciones necesarias para cubrir la alimentación de los niños por el período de 15 días hábiles.

Sobre los alimentos entregados para el desayuno, el organismo indicó que alcanzó un promedio de 12 días para el caso de las canastas de los niveles prebásica, básica y media, considerando todas las regiones del país.

Estas falencias se dieron, según el documento, debido a que la entrega de raciones de desayunos y almuerzos durante el período “consideró productos base acorde con la disponibilidad del mercado, lo que se verificó respecto de las canastas analizadas desde el segundo al séptimo ciclo de entrega. Al respecto, se detectó, por ejemplo, productos pouch (sin necesidad de refrigeración) en envases de un kilo, que poseían una duración de 24 horas una vez abiertos, los cuales solo pueden alimentar dos días a un párvulo o estudiante de los 15 días hábiles establecidos”.

Poca variedad

Otro de los descubrimientos de Contraloría fue que las canastas de alimentos entregadas no cumplían con la estructura nutricional diaria que necesitaban los beneficiarios para el período de 15 días.

La falta de variedad de alimentos que venían en las cajas, dice el documento, implicó que se debían realizar las mismas preparaciones con el fin de abarcar más días. Una “situación que imposibilita realizar un desayuno y almuerzo que contenga las calorías, proteínas, lípidos e hidratos de carbono mínimos establecidos en las bases técnicas de las licitaciones operativas y en la página web de la Junta”, según se lee en el informe, que instó al organismo para que adopte las medidas necesarias para que se dé cumplimiento al servicio contratado “velando porque cada estudiante reciba una alimentación equilibrada, sana y nutritiva”.

No llegó a todos

Por último, la auditoría realizada por Contraloría “detectó que la Junta no posee un mecanismo que identifique y seleccione a los beneficiarios del Programa de Alimentación Escolar”.

El informe señala que “si bien la Junaeb disponibilizó a los establecimientos educacionales una nómina de beneficiarios del PAE, se evidenció que las canastas son inferiores al total de estos, constatándose que no alcanzan a cubrir el 100% de aquellos, sin que la entidad fiscalizada haya adoptado los criterios para ordenar a los alumnos focalizados de acuerdo con una lista de prioridad, a fin de seleccionar a los estudiantes bajo un criterio unificado”.

Durante la indagatoria se logró evidenciar que en la primera, segunda y tercera entrega de canastas de alimentos, 12.003, 11.723 y 8.726 alumnos, respectivamente, cumpliendo con los requisitos establecidos, no la recibieron.

Todo estos detalles determinaron que Contraloría estimara necesario “instruir un sumario administrativo con el fin de determinar las eventuales responsabilidades de los funcionarios que con su actuación u omisión, permitieron la ocurrencia de los hechos objetados”.

Los descargos de Junaeb

En una declaración a la que accedió La Tercera, el director nacional de Junaeb, Jaime Tohá, señala que esta “era una auditoria que realiza la Contraloría en terreno las primeras semanas que recién habíamos partido con este proceso. Hemos recogido casi todas las observaciones que nos ha hecho y los hemos ido solucionando a través del tiempo”. Informó que al día de hoy, la institución ha entregado más de 35 millones de canastas en un proceso que “se ha ido subsanando, perfeccionando”, y que estaría funcionando acorde a todo lo que el ente contralor ha señalado.

Destacó también que esta labor especial por la pandemia decidieron comenzarla lo antes posible -”tres días después de suspendidas las clases”- en vez de tomarse semanas o meses para diseñar un sistema con todos los aspectos administrativos al detalle.

Sobre los hechos descritos ampliamente en el informe de 445 páginas que publicó Contraloría, Tohá aclaró que “son solamente aspectos administrativos del proceso. Aquí no existe una indicación en el sentido de que hay faltas en que se ha perdido comida, faltas a la probidad o se haya pagado sobreprecio. Es un proceso que se mejoró y hoy día estamos operando con normalidad”.

También manifestó discrepancias respecto del informe. “Tenemos que decir que diferimos del informe que el DICTUC (Dirección de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de la Pontificia Universidad Católica de Chile) le hizo a Contraloría en cuando a los aspectos nutricionales. Bajo ningún punto de vista alguien que revise la canasta, puede decir que esa canasta trae elementos solamente para tres días, como lo ha señalado el DICTUC”, señaló el director nacional del organismo.

Señaló Tohá que desde Junaeb “vamos a responder los tres informes que nos ha pedido la Contraloría y vamos a demostrar que el DICTUC en ese informe está equivocado, que aquí la alimentación que nosotros hemos entregado cubre los 15 días de lo que los niños hubiesen recibido en el desayuno y en el almuerzo en sus escuelas”.

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