El 60% del personal de salud describe cansancio emocional por pandemia

Foto : Andrés Pérez.

Sochimi aplicó encuesta para medir la afectación en la salud mental de los trabajadores, tras el fuerte alza de su presión laboral.


Descrito como una respuesta al estrés laboral crónico, el síndrome de Burnout no es un fenómeno ajeno en el rubro de la salud. Sin embargo, tras la atención del Covid-19, desde la Sociedad Chilena de Medicina Intensiva (Sochimi) quisieron medir su verdadero impacto, aplicando una encuesta a 909 trabajadores, desde médicos a farmacéuticos clínicos.

“Tiene que ver con la sobreexposición a la atención a los pacientes, al problema de estar conectado tanto tiempo con el dolor, la muerte y la falta de recursos. Por esto es muy frecuente que aparezca”, dice Noskar Navarro, enfermera de la UC e integrante del estudio, explicando los alcances del Burnout.

Así, se evaluaron las percepciones en los tres principales indicios en que se manifiesta este síndrome: cansancio emocional, despersonalización y realización personal.

Un elemento clave es el cansancio emocional, que el 60% de los participantes asegura percibirlo en distintos niveles. En cuanto a la despersonalización, cuando se generan emociones negativas hacia el trabajo y a algunas personas, un 31% dice presentarlo. Y sobre la realización personal, un 66% indica tener una disminución en sus sentimientos de competencia y éxito.

Si bien con estos resultados las expertas creen que es pronto para sacar conclusiones, sí hay antecedentes relevantes, adicionales, para ponderar: un 48% de los encuestados debió alejarse de su familia por riesgo de contagio del virus; un 34% estuvo en cuarentena al menos una vez, y el 22% tuvo a algún familiar cercano con Covid-19 durante la pandemia.

También, un 69% de los participantes menciona una disminución de los ingresos de algún miembro del grupo familiar, y sobre la carga laboral, un 40% no tenía experiencia o llevaba menos de un año en UCI. “Esto afecta no solamente en la sobrecarga de trabajo, también es la incertidumbre de la enfermedad, a la soledad de los pacientes y de los propios profesionales”, sostiene Leyla Alegría, enfermera e investigadora de la UC.

Con estos antecedentes, las investigadoras plantean que es crucial crear un plan de rehabilitación y minimizar las consecuencias de este síndrome. Eso han hecho en el Hospital Barros Luco, donde están abordando de manera psicosocial estas manifestaciones. “Las intervenciones individuales y grupales nos permiten abordar sus emociones, descomprimirlos y tener una radiografía detallada para tomar decisiones, lo más óptimas posibles, en razón de los desafíos que como sector debemos enfrentar”, comenta Gisella Castiglione, directora del Barros Luco.

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