La amistad entre Felipe Reyes Ossa (43) y Wilson Verdugo Díaz (56) era de larga data. Se conocieron en el restaurante La Vaquita Sabrosa, donde Reyes, apodado como el Rey de Meiggs, acudía a comer seguido.

“Él era muy sociable, cordial y buen cliente”, dice una prima de Reyes a La Tercera -quien prefiere mantener su nombre al margen- sobre cómo se fue gestando la amistad. El restaurante, que tiene sucursal en barrio Bellavista y Manuel Montt, es propiedad de Verdugo, y fue en esas tantas idas donde unieron lazos, que luego derivaron en negocios. Pero La Vaquita Sabrosa no es el único negocio del empresario. Verdugo además cuenta con varias carnicerías en la capital.

“Era una relación de padre e hijo”, dice un amigo de la víctima. Fue esa misma relación y confianza, curtida desde antes de la pandemia, que llevó a que Wilson solicitara una alta suma de dinero prestada al comerciante de Meiggs. Según dos fuentes de la causa, el monto total que adeudaba Verdugo llegaría a cerca de $1.000 millones.

De acuerdo a antecedentes de la investigación, allí radicaría la génesis de un caso que para la Fiscalía responde a un asesinato por encargo, que involucra a sicarios venezolanos y un empresario gastronómico. Sin embargo, para la familia esta idea no cuadra, ya que aseguran que Reyes era comerciante, no prestamista.

Este jueves, personal del OS.9 de Carabineros detuvo a Verdugo por su presunta implicancia en el crimen de Reyes, el que se materializó el 19 de junio afuera del departamento de la víctima, ubicado en la comuna de Ñuñoa. Al momento de la muerte Reyes mantenía en su bolsillo la suma de $850 mil en dinero en efectivo.

De acuerdo a los antecedentes de la causa, fue el empresario quien ordenó el crimen mediante un intermediario de nacionalidad ecuatoriana. Fue detenido en uno de sus restaurantes, mismo lugar donde forjó su amistad con Reyes.

La detención fue sorpresiva para la familia. “Nadie de la familia lo esperaba. La mamá de Felipe al saber la noticia se puso muy mal, tiene insuficiencia cardiaca”, dice su prima, quien recuerda que Verdugo acudió los dos días de velorio en la Villa Tokio, de La Florida. Hizo lo propio en el funeral: “Se le veía tranquilo, pero alejado. Solo se acercó a la mamá de Felipe para dar el pésame y a ofrecer ayuda jurídica”.

“Queremos justicia, somos una familia que confía en Dios y orando para que la justicia sea divina”, dicen desde su familia.

La investigación

Verdugo es el cuarto detenido por el caso. Primero, a inicios de julio, fueron detenidos tres sujetos venezolanos: Neomar Arismendi Duarte, Yonder Blanco Véliz y Alberto Carlos Mejía, que fueron los que realizaron el crimen en Ñuñoa. Sin embargo, uno de ellos, Mejía, hoy se encuentra prófugo tras ser liberado por, hasta ahora, un error del sistema judicial.

El imputado será formalizado esta tarde en el 8° Juzgado de Garantía por el delito de homicidio. El abogado Luis Inostroza, exfiscal de la Unidad de Delitos Económicos de Fiscalía Centro Norte, es quien representa judicialmente a Verdugo. Antes del mediodía fue a visitar al imputado a la 3a. Comisaría de Carabineros. A la salida dijo que su cliente estaba sorprendido por la detención y que era inocente.

Anoche, en otra diligencia de la causa, el animador de televisión Francisco Kaminski acudió al OS.9 de Carabineros en calidad de testigo. El propio animador dijo que mantenía una relación de amistad con la víctima. Por su parte, desde la familia del fallecido señalaron que Kaminski le quedó debiendo dinero a Reyes por trabajos en un evento.

Por último, según fuentes del Ministerio Público, Verdugo le pagó al intermediario ecuatoriano un total de $30 millones para que ejecutara el homicidio. Ese mismo intermediario luego alcanzó a pagar cerca de $5 millones a los imputados por ser los autores materiales del crimen.

Los antecedentes de Verdugo

El historial judicial de Verdugo es largo y registra acciones civiles y penales en su contra. Por ejemplo, en agosto de 2014 el empresario Juan Carlos Rodríguez lo demandó civilmente por la suma de $7.887.952, por el no pago de unos créditos que se había comprometido a cancelar en el marco de una cesión de derechos sociales en la Sociedad Gastronómica R y N Limitada. Eso sí, con el pasar del tiempo la causa fue archivada.

En sede penal hay asuntos un tanto más serios. De hecho, en 2011 aparece como denunciado en medio de una causa por tráfico de drogas y en el marco de la cual la jueza Sandra Rojas incluso autorizó interceptaciones telefónicas para su monitoreo y grabación.

En 2021 se presentó un querella en su contra por parte de Servicios Financieros Factor Plus, por giro de cheques sin fondo. En suma, según la acción, debía $176.750.000. Y si bien en el marco del proceso fijó un plan de pago en cuotas, tenía programada una audiencia para el próximo 31 de julio para dar cuenta de los pagos realizados.

A eso se suma la querella presentada en 2022 por la empresaria Magaly de las Mercedes Carrasco, por estafa. La firma lo acusa de deberle $73.799.625.

En ese caso, ella accedió a facilitarle cheques al día para que tuviera liquidez, mientras que él le entregó cheques a fecha. Sin embargo, al momento de ir a cobrarlos no había fondos.

Pero la historia de deudas y eventuales defraudaciones sigue. Verdugo también aparece como imputado en otra causa que data de 2023 y que se originó luego de que un abogado presentara una querella por estafa y falsificación de instrumento público.

En este caso el profesional acusaba que se había suplantado su identidad y la de su cónyuge para enajenar una propiedad que mantenía en Puchuncaví, y que quien aparecía como comprador era una empresa representada justamente por el hoy considerado como el presunto autor intelectual del homicidio del Rey de Meiggs.