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FES en horas clave: gobierno pasa susto con su proyecto más sentido por rebelión socialista y de la DC

Aprobada en general la idea de legislar, el riesgo de debacle de la propuesta que busca dejar atrás el CAE es latente y en el Ejecutivo lo saben, por lo cual han intensificado reuniones de emergencia para evitar la caída de artículos que suponen ser el corazón del nuevo sistema.

Dedvi Missene

La mañana de este miércoles el Congreso amaneció cercado un par de cuadras a la redonda, más allá de lo habitual, para una jornada clave: a las 10 de la mañana comenzaría en sala la discusión y votación del proyecto del gobierno que busca dejar atrás el Crédito con Aval del Estado (CAE) y crea el nuevo sistema de Financiamiento para le Educación Superior (FES).

Las bancadas del oficialismo, de hecho, habían invitado delegaciones estudiantiles a presenciar el debate desde las tribunas. Al inicio de la sesión, el diputado Luis Cuello (PC) preguntó a la mesa dirigida por José Miguel Castro (RN) por qué había demora en la entrada de invitados, y este respondió que el ingreso se estaba realizando de acuerdo a los protocolos de la corporación.

El riesgo de manifestaciones era alto, no obstante, ya a las 11 de la mañana no había grupos en las afueras expresándose. Y mientras eso ocurría, al interior del Congreso los partidos y el Ejecutivo sacaban cuentas.

Si bien la derecha en bloque estaba resistiéndose a la iniciativa, el principal problema del Ejecutivo -que tenía hipotéticamente una base de apoyo para aprobar la idea de legislar de la reforma- estaba en los matices dentro de la propia alianza gubernamental (incluida la DC) que hacen peligrar la integridad del texto que prefiere el Ministerio de Educación.

“Este proyecto no se hace cargo de las necesidades reales de la educación superior. Nivela hacia abajo, quita oportunidades y segrega, crea universidades para ricos y para pobres”, dijo el diputado Ricardo Cifuentes (DC), aunque aseguró que de todas formas aprobaría la idea de legislar, y luego su correligionario Héctor Barría, consultado por La Tercera, expuso que creen “necesario avanzar, creemos que hay que poner fin al CAE. En general está la disposición de todos los diputados de la DC de aprobarlo. Ahora bien, hay algunos artículos que van a ser revisados con objetividad. En general no debiera haber cambios en la postura”.

Por el contrario, en la izquierda de la alianza cerraron filas con el proyecto. “Hoy, condonar las deudas educativas es justicia, es priorizar el bien común y, sobre todo, una política en favor de las clases medias y más pobres, con esas con las que muchos se llenan la boca en campaña. Ahora es momento de demostrar si tienen compromiso con sus necesidades o no. Desde el Frente Amplio nos la hemos jugado desde nuestros orígenes por esta lucha, y hoy no será la excepción. Hoy votaremos a favor”, dijo Emilia Schneider (FA).

La iniciativa terminó siendo aprobada en general con 80 apoyos, 51 negativas y 6 abstenciones.

Lo que pase después de esa votación, que ha mantenido al oficialismo en vilo hasta último minuto, es otra cosa. Y es que al menos la DC y también el PS, según comentan en la interna, en la votación en particular seguirán la línea que ya planteó el socialista Juan Santana en entrevista con este medio hace algunos días: “Si el Ejecutivo pretende reincorporar, por ejemplo, aquella indicación relacionada con la regulación del copago solamente para el décimo decil, o si pretende recuperar aquella norma de activación de nuevos deciles de gratuidad, naturalmente que se va a encontrar con la resistencia no solamente de la gente de oposición, sino que de sectores del oficialismo que consideramos que lo que está haciendo apunta en la dirección contraria”.

Diversas voces del Congreso y en el propio Ejecutivo coinciden en que esos articulados saldrán distintos de lo que propuso el Ejecutivo.

Con eso como contexto, este miércoles se apersonó en la Cámara el ministro del Interior, Álvaro Elizalde (PS) -también llegaron los ministros Nicolás Cataldo (Educación), Mario Marcel (Hacienda) y Macarena Lobos (Segpres)-, para reforzar las conversaciones con los socialistas. De hecho, Elizalde cruzó un par de veces entre la oficina de la Segpres, ubicada al lado de la sala, y el despacho del comité PS. Fue el propio secretario de Estado el que encabezó cerca de las 13 horas una reunión de urgencia en las oficinas de la bancada socialista, luego de que la sala de la Cámara cerrara el debate del proyecto.

Y es que la apuesta inicial del gobierno era aplazar la votación para el jueves, pero al cerrarse el debate, la sala que quedó obligada a zanjar el despacho de esta iniciativa el mismo miércoles.

El riesgo de que se rechacen artículos clave del proyecto, por la negativa en bloque de la oposición y los desmarques de la DC y el PS, es alto.

En paralelo, voces al interior de Demócratas señalaban que la oposición, que rechaza la idea de legislar, les habían pedido seguir ese mismo camino. “Pero eso es difícil”, les contestaron, según revelan en ese entorno. Al subsecretario de la Segpres, Nicolás Facuse, también se le vio conversando con asesores de Demócratas, y al final esas gestiones parecen haber dado más resultado porque la colectividad estuvo por votar favorablemente la idea de legislar, pero rechazar algunos artículos, al igual que en el proyecto de pensiones.

“Difícilmente Demócratas se va a negar a la idea de legislar”, dijo la jefa de bancada Joanna Pérez, quien agregó que “no podemos negarnos a discutir un tema tan trascendental para nuestros jóvenes y nuestras familias que están endeudadas”.

En este camino de conseguir apoyos a la idea de legislar fuentes del Mineduc aseguran que algunos rectores de universidades hicieron sus propias gestiones, como ya ocurrió para el proyecto de las pedagogías, para al menos interceder en favor de la votación en general.

¿Y qué viene para el proyecto? Aprobada la idea de legislar, viene la votación particular (serán 72) para luego pasar al Senado para el segundo trámite constitucional.

El llamado de Boric

“Yo les quiero pedir hoy día desde acá, desde Coelemu, a los parlamentarios que voten con una mano en el corazón, que voten pensando en las familias que tienen deuda, que voten pensando en aquellos estudiantes que han pagado muchas veces más de tres veces de lo que les costó su carrera".

Con esas palabras, el Presidente Gabriel Boric se había referido durante la mañana nuevamente a uno de los proyectos más sentidos que le quedan a su gobierno.

En el Congreso, fue Diego Schalper (RN) el que retrucó: “El Presidente Boric nos pide que votemos con el corazón, el problema es que nos tiene a todos con un infarto y quiere extender el paro cardíaco de seguridad y salud al mundo de la educación”.

El diputado también emplazó al Ejecutivo a separar la condonación del CAE del nuevo sistema de financiamiento. “Lo hace a propósito de manera conjunta porque pretende hacer del CAE un caballo de Troya para tomar control del mecanismo de financiamiento de la educación superior y de esa manera vulnerar la autonomía universitaria”, añadió, anunciando su voto en contra, tal como casi todos los parlamentarios de oposición que intervinieron.

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