Habla el restaurador que retiró la estatua de Baquedano y la conservadora del Consejo de Monumentos: los detalles del proceso que viene

El escultor Luis Montes detalla el estado de la histórica pieza y cómo se abordará el arreglo de la escultura. "Una de las patas del caballo estuvo a dos centímetros de ser cortada (por los manifestantes). Vimos una posibilidad real de derrumbe de una estructura que tenía un peso de 2.500 kilos", dice. Además, desde el Consejo de Monumentos explican por qué se comenzó a cerrar el sector donde está el "Soldado desconocido".


Fueron dos visitas las que hicieron, en 2020, los representantes del Consejo Nacional de Monumentos (CNM), en compañía de escultores de la Universidad de Chile, en la Plaza Italia. El objetivo era analizar el estado de la estatua del general Manuel Baquedano y ver si era necesario o no un retiro. Era enero del año pasado y aún no había un riesgo claro de derrumbe.

Los resultados de esta inspección arrojaron que había daños de desprendimiento en la pierna izquierda de la estatua del general, la cola del caballo y en el sable que portaba el alto oficial, retratado en 1928. Sin embargo, casi un año después el panorama cambió. El 8 de marzo de este 2021, en medio de la protesta por el Día de la Mujer, un grupo de personas, con overoles blancos y premunidos de motosierras, intentaron derribar la estatua, y tres días antes, encendieron fuego en la construcción.

El Consejo y el escultor Luis Montes hicieron una nueva visita para analizar el retiro de la estatua, que finalmente se concretó el jueves en la noche, ante un riesgo evidente de derrumbe. “Una de las patas del caballo estuvo a dos centímetros de ser cortada (por los manifestantes). Vimos una posibilidad real de derrumbe de una estructura que tiene un peso de 2.500 kilos”, explica Montes a La Tercera, que trabajó en el retiro de la estatua y quien también podría participar del proceso de restauración, para lo que restan detalles administrativos.

“No nos olvidemos que esta intervención -la de los manifestantes- se hizo en cuestión de minutos. Las personas estuvieron trabajando por un periodo muy corto. Por lo tanto, la distancia temporal entre eso y el derribo total era muy corto. La caída era cosa de segundos”, dice el también académico de la Universidad de Chile.

Montes, además, detalla cómo estaba la escultura al momento de examinarla y llevar a cabo el retiro final. “Tiene una gran cantidad de capas de pintura, golpes que se nota que se hicieron con martillos, deformando la pata izquierda trasera del caballo. Hay daños en la pierna izquierda del jinete, la cola del caballo y el sable. Eso es lo que se puede ver. Hay separaciones ahí de entre 4 y 5 milímetros entre las piezas, con los pernos que están cedidos”, sostuvo, aunque advirtió que no hay daños irreparables.

La restauración y la reja

El escultor explica que lo primero que hay que hacer con la histórica pieza es sacar la pintura que tiene la figura, por capas. “Ninguna escultura se conserva con pintura”, dice. Y agrega que será recién ahí cuando se puedan identificar los reales daños estructurales del monumento. Con eso despejado, se comenzará a reparar lo que se requiera.

Francisca Correa, conservadora del Área de Patrimonio Histórico del CNM, señala que los plazos para la reparación final dependerán, justamente, del proceso de despinte de la escultura. ”Se requiere todo un diagnóstico previo, necesitamos plantear ese escenario y de ahí decir el tiempo, pero actualmente con el retiro la escultura está bastante bien en términos estructurales”, sostiene.

Correa agrega que “el diagnóstico del estado de conservación que se realizará a la escultura ecuestre retirada es en base a un análisis de todas las alteraciones que ha tenido el monumento, las que son en su mayoría antrópicas de variada naturaleza y magnitud. Este diagnóstico determinará el curso a seguir”.

Sin embargo, pone como ejemplo el trabajo de reparación que se hizo a la escultura de Rebecca Matte, emplazada en el frontis del Museo Bellas Artes, en 2018. En esa ocasión se demoraron 6 meses. “Y esto requiere mucho más trabajo, porque hay que ver el pedestal, la tumba, el tratamiento de las capas. Se requiere más tiempo”, aclara.

Además, la conservadora explica también por qué la mañana de este domingo comenzaron un trabajo para cerrar el área donde estaba el monumento, en Plaza Baquedano. “Esto se decidió en el Consejo para proteger el pedestal, mediante un cierre perimetral con una reja, y la tumba del ‘Soldado desconocido’. Es una instalación para poder realizar un diagnóstico e intervenciones a los elementos del Monumento Público que aún se encuentran en el lugar ”, dice.

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