
Cuidados paliativos: 12 mil personas los reciben este año en el sistema público y cifra va en constante alza desde 2022
Desde que se implementó la ley, hace tres años, las personas con enfermedades terminales pueden acceder a distintas formas de tratamiento que buscan aliviar el dolor físico y emocional, asegurando un mejor cuidado en la última etapa de sus vidas.

Raquel Lobos (78) tiene fibrosis pulmonar, una enfermedad donde el tejido de los pulmones se cicatriza, volviéndose grueso y rígido, lo que dificulta la respiración y el transporte de oxígeno al cuerpo. Eso le ha provocado un enorme deterioro en su día a día, y también es la razón por la que ahora está con cuidados paliativos en el sistema público.
Ximena González, su hija y cuidadora, cuenta que desde el Cesfam Miguel Solar de Paine le brindan a ella y su madre todos los cuidados que puedan requerir en esta última etapa de su vida. Eso, afirma, ha marcado una diferencia: “Nos ha ayudado mucho, porque no tengo que estar llevándola de urgencia. La doctora viene con su equipo, le receta los medicamentos y, si pueden, hasta los traen. Están bien preocupadas de ella”.
Además, González destaca que tiene una atención integral: “También tiene psicóloga, kinesióloga y nutricionista. Antes estábamos bien solitas y ahora mi mamá está más acompañada”.
Hasta 2022 esto no habría sido posible, pues la ley de cuidados paliativos entró en vigencia el 21 de marzo de ese año. En ella se reconocen, protegen y regulan los derechos de las personas con enfermedades terminales, con el objetivo de que tengan un “buen morir” a través de atenciones que atenúen las dolencias físicas y mentales. Antes de esto, este derecho sólo estaba disponible para pacientes con cáncer.
En las últimas semanas, los cuidados paliativos han vuelto al centro del debate. Con la eutanasia en plena tramitación y con luces de poder ser aprobada, algunos sectores sostienen que en vez de eso la prioridad debe ser fortalecer la estrategia para asegurar un buen morir, mientras que otros advierten que no siempre es suficiente y que existen casos en que los pacientes requieren contar con ambas opciones.
Desde su implementación miles de personas han accedido a estas atenciones. En su primer año, el programa benefició a 2.956 usuarios; en 2023 la cifra aumentó a 10.492, en 2024 fueron 12.890 y, hasta junio de 2025, ya se contabilizan 11.989 personas atendidas en cuidados paliativos en atención primaria a nivel nacional. De ese total, 8.210 corresponden a diagnósticos no oncológicos y 3.779 a diagnósticos oncológicos.
El programa incluye una atención interdisciplinaria a cargo de equipos de cuidados paliativos que visitan al menos una vez al mes -o con mayor frecuencia según la necesidad de cada persona-, junto con la movilización de profesionales de salud para realizar atenciones domiciliarias. Además, contempla la entrega de medicamentos para el alivio del dolor, antidepresivos específicos, laxantes e insumos para la administración de fármacos por vía subcutánea y para curaciones avanzadas de lesiones por presión. A ello se suma la provisión de oxigenoterapia, en complemento con los otros programas ya existentes en la red.
Frente a esta oferta, Bernardo Martorell, subsecretario de Redes Asistenciales, destaca que “tiene un impacto muy grande en la calidad de vida. Tres de cada cuatro atenciones se hacen en el domicilio del paciente. Muchas personas en esta etapa tienen, por ejemplo, problemas de constipación o necesitan oxígeno, y el programa lo provee. También hay un componente de acompañamiento psicológico y de apoyo en salud mental para pacientes y familias. Tener a alguien en fase terminal en la casa genera mucha angustia y este programa también aborda eso, mejorando significativamente la calidad de vida en la última etapa".
Para hacer posible todo esto, el presupuesto de este año destinó M$28.751 al programa al que los pacientes pueden ser ingresados en todos los niveles. Eso sí, desde la Subsecretaría de Redes Asistenciales se realiza el seguimiento en el nivel primario, secundario o en ambos niveles de la red, siendo principalmente la atención primaria de salud (APS) donde son atendidos la gran mayoría de los beneficiarios.
En ese contexto, el subsecretario de Redes destaca que “en las comunas que cuentan con atención primaria universal —28 a la fecha— estos cuidados paliativos también están disponibles para personas que no pertenecen a Fonasa. Eso sí, las prestaciones son gratuitas, con copago cero. Este año se realizarán 670 mil acciones de cuidados paliativos, y lo relevante es que no hay lista de espera: el acceso es automático según la necesidad detectada por el equipo de salud”.
Martorell también recuerda que la canasta incluye, además de atenciones médicas, apoyo en salud mental, intervenciones de enfermería y cuidados sociales.
La enfermera Pilar Bonati, quien formó parte del primer equipo de cuidados paliativos en la Facultad de Medicina de la PUC en 2006, sostiene que “es una gran tranquilidad saber que, ante una enfermedad crónica o difícil de manejar, contarás con un equipo que te asista en el hospital y en tu casa. Los cuidados paliativos privilegian que la persona esté tranquila en su hogar, acompañada de sus seres queridos, lo que tiene un enorme valor tanto para el paciente como para el sistema de salud, al liberar camas hospitalarias para tratamientos curativos”.
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