Metro cerró 2020 con baja de 62,6% de viajes debido al impacto de la pandemia

El Metro de Santiago operó con flujos de pasajeros menores por la pandemia.Foto: Mario Tellez / La Tercera.

Ausencia de clases y la modalidad teletrabajo explican la caída de traslados en el tren subterráneo. La estatal aplica plan de sanitización con biotecnología a los carros, para evitar los contagios.


Una importante caída de los viajes registró el Metro de Santiago durante 2020, año marcado por la pandemia del Covid-19. Según cifras del Ministerio de Transportes, el tren subterráneo trasladó a 263 millones de pasajeros durante este periodo. En la cifra jugó un rol trascendente el prolongado confinamiento, periodo en el cual parte de la población estuvo con teletrabajo y no hubo clases presenciales.

Así, las transacciones en la red bajaron 62,6% respecto del año anterior, cuando las validaciones (pagos con la tarjeta bip!) ascendieron a 703 millones, con un promedio diario de 2,4 millones de viajes. En 2019, sin embargo, los traslados en Metro también habían experimentado un descenso, por factores como la evasión en el marco del estallido social y el cierre de estaciones por los daños que estas sufrieron.

La ministra de Transportes, Gloria Hutt, explicó que el año pasado “con las extensas cuarentenas se adoptaron nuevas formas de realizar las rutinas comunes y habituales”. Citó como ejemplo que los establecimientos educacionales adoptaron las clases de manera digital todo el año y solo en algunos casos tuvieron modo presencial. Esto se refleja en que, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en abril de 2019 el tren subterráneo transportaba 22 millones de pasajeros en la categoría de escolares. En cambio, en abril de 2020, ya declarada la crisis sanitaria a nivel nacional, la estatal apenas movilizó 1,9 millones de alumnos con pase escolar.

Con todo, la ministra Hutt detalló que la compañía tuvo su peor mes en junio pasado, cuando la mayor parte de las comunas capitalinas estaba en confinamiento. Pero tras la desescalada, se logró una leve recuperación. Así, a inicios de noviembre pasado, la red por primera vez pasó los seis millones de transacciones. Similar escenario de descenso tuvieron los viajes en buses, con un 62% menos de validaciones.

El presidente de Metro, Louis de Grange, explicó que, previo a la pandemia, se llegó a transportar un peak de 2,8 millones de pasajeros por día, mientras que “el año pasado hubo 280 mil viajes por día, o sea, un 10% de esa cifra. Y en diciembre pasado se movilizó a un peak de un millón 490 personas”, lo que, a su juicio, refleja la drástica baja de pasajeros.

¿Podrá recuperar los viajes el Metro? De Grange señaló que “hay que ver cómo evoluciona la pandemia: confiamos en las medidas de las autoridades, como la vacunación masiva y el buen comportamiento de las personas, para que ayuden a superar la crisis. Pero no es fácil prever qué ocurrirá, porque hay nuevas formas de trabajo y de desplazarse”.

Migración a otros modos

Guillermo Muñoz, experto en transportes y exdirector metropolitano del Transporte Público, indicó que tanto el Metro como los buses del sistema se han visto afectados, “porque las personas temen contagiarse y por eso migraron a otros modos, como el auto particular y la bicicleta”. Agregó que la baja en los viajes impacta en los ingresos del sistema, lo que lleva a que el Estado deba entregar subsidios al Metro para mantener su equilibrio financiero.

Ariel López, investigador del Núcleo de Movilidades y Territorios, afirmó que la caída de pasajeros “deja en evidencia la injusta forma de financiar el Metro y el transporte público en general, donde los ingresos están en función de cada pasaje”. Por ello, propone que el financiamiento del sistema de transporte se haga a partir de las utilidades que generan, por ejemplo, las autopistas urbanas, especialmente las que deben regresar a manos del Estado tras expirado el plazo de concesión.

En paralelo a que en los últimos meses se ha registrado mayor presencia de pasajeros, Metro informó ayer que este mes se inició el cuarto proceso de sanitización con biotecnología de los 220 trenes que poseen, donde se aplica una solución de amonio cuaternario, modificado con silicato, el que tiene un efecto que dura 90 días, lo que evita la aparición de agentes infecciosos como el Covid-19. En paralelo, se realiza una sanitización diaria de boleterías y estaciones.

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