Tirúa: la "maldición" del 27/F que persigue al edificio municipal

Desde 2010 que el municipio de Tirúa, en la Región del Biobío, no cuenta con un edificio consistorial, luego de que el antiguo inmueble fuera arrasado por el tsunami que afectó a la zona, la madrugada de aquel 27 de febrero.

La última razón por la que aún no se ha podido concretar la construcción del edificio es que la empresa Ecisa S.A., a cargo de la obra, renunció al proyecto, alcanzando solo a la puesta de la primera piedra.

"Actualmente, estamos funcionando en un edificio que construimos provisoriamente hace cinco años, con platas municipales y de la Subdere, pero es precario y estamos a la espera de que se construya el nuevo", dijo el alcalde de Tirúa, Adolfo Millabur.

Añadió que "el mar se llevó el edificio con toda la información y tuvimos que partir de cero, lo que ha significado una dificultad mayor para la gestión del gobierno local. Lo bueno es que tenemos las platas aprobadas, que están en la cuenta municipal, pero ahora nos tocó la desafortunada situación de que la empresa se declaró en quiebra. Tendremos que esperar seis meses más para que llegue otra constructora".

Fueron varias dificultades las que se debieron superar para lograr conseguir los recursos tras la emergencia. En un principio, el monto presupuestado era de $ 3 mil millones, valor que aumentó tras la presentación del diseño del proyecto. Finalmente, a través del Fondo de Reconstrucción de Ciudades, se destinaron $ 6 mil millones para su ejecución.

Toda la zona donde antiguamente estaba la municipalidad fue arrasada por el mar, que también se llevó la Casa de la Cultura, un polideportivo y una población completa. Esta última fue repuesta y las familias se relocalizaron en el sector alto de la comuna, no así los edificios corporativos.

Actualmente, en el borde costero hay alrededor de ocho hectáreas que quedaron como zona de áreas verdes para recreación. Se cambió la fisonomía y las construcciones se están haciendo en la parte más alta.

El nuevo edifico proyectado tendrá dos niveles y albergará las oficinas municipales, la Corporación de Asistencia Judicial y el Registro Civil. Su construcción se emplazará en una superficie de 5.672 m2, junto al gimnasio, la biblioteca municipal y la escuela.

La obra estará a cargo de la Dirección de Arquitectura del MOP, como unidad fiscalizadora, y se estima que en un plazo máximo de dos años esté finalizada.

Aldo Careaga, director regional de arquitectura del MOP, informó que se están reuniendo todos los antecedentes para enviar la resolución a Contraloría sobre el término de contrato con la empresa anterior.

"Estimamos que la respuesta de Contraloría se demorará alrededor de 15 días y eso permitirá contratar una empresa vía trato directo. Hay factores en Tirúa que dificultan que las empresas más grandes quieran ir a construir allá, por un tema de seguridad, por los seguros de maquinarias y principalmente por la distancia de los centros de abastecimiento, pero estamos buscando la forma para concretar este proyecto".