Histórico

Anomalisa: un filme adulto en busca del Oscar animado

Mañana se estrena en Chile la cinta ganadora en Venecia. Este drama existencial en stopmotion compite con <i>Intensa Mente. </i>

La última vez que en Chile se exhibió un filme animado cuyo público objetivo no eran ni niños ni toda la familia fue en marzo del 2008, cuando se estrenó Persépolis. Se trataba de una inteligente historia sobre la llegada de los fundamentalistas religiosos a Irán en 1980, y la  dirigían la iraní Marjane Satrapi. Todo se narraba al estilo de un gran cómic en blanco y negro y quien vivía las alegrías y las penurias de esa vida atravesada por súbitos fanatismos religiosos era una niña bastante despierta y sensible. Era la propia Marjane Satrapi.

Han pasado seis años y nuevamente hay un filme animado para adultos en los cines comerciales chilenos. Esta vez, claro, no hay conflictos bélicos, ayatolas o descripciones de un mundo muy, muy lejano. Por el contrario, todo transcurre casi enteramente entre cuatro paredes, en un hotel limpio e impersonal y elaborado con la centenaria técnica animada del stopmotion. Se trata de Anomalisa, la última película del cineasta y guionista Charlie Kaufman, conocido por sus guiones para ¿Quieres ser John Malkovich? y El ladrón de orquídeas de Spike Jonze, entre otros trabajos. El filme entra mañana a salas y está nominado al Oscar a Mejor Película Animada, donde compite contra la favorita IntensaMente, la británica Shaun, el cordero, la brasileña O menino e o mundo y  la japonesa El recuerdo de Marnie. Además viene de ganar el Gran Premio del Jurado en el Festival de Venecia 2015.

Personalidad única en el cine americano, Kaufman suele teñir todas sus creaciones con sus obsesiones tradicionales: la disolución de la personalidad, las identidades múltiples, las crisis creativas y, más temprano que tarde, la búsqueda de una imposible contraparte afectiva. Ya en su debut en la dirección, Synecdoche New York, aquellos temas eran carne de la historia que tenía a un director de teatro como protagonista (Philip Seymour Kaufman).

Ahora elcentro de la trama es Michael Stone (voz de David Thewlis), un especie de gurú de los sistemas de atención al cliente, responsable de varios bestsellers al respecto y capaz de aumentar la productividad de las empresas hasta en un 90 por ciento.

Por alguna extraña razón, cada vez que Stone se relaciona con algún contertulio se encuentra con el mismo rostro y la misma voz. Ante sus ojos, el chofer del taxi, el recepcionista del hotel o el vecino en el avión tienen la misma cara y voz (a cargo del actor Tom Noonan). Mediante la primorosa, detallista y exigente técnica del stopmotion (que necesita una animación por cada cuadro de película), Kaufman y su codirector Duke Johnson van relatando la fábula existencial de un tipo gris y en caída libre emocional, capaz de despertar el aparato productivo de una empresa, pero inoperante a la hora de encontrarle sentido a su propia vida.

Casi toda la trama de Anomalisa transcurre en un hotel de nombre Fregoli. Stone, que es inglés, ha echado raíces en Norteamérica y vive en Los Angeles junto a su esposa e hijo. El trabajo quiso que viajara a Cincinnati, la ciudad de la “salsa picante más famosa de Estados Unidos” y mientras mira el techo de su habitación se pregunta donde estará aquel viejo amor que hace 11 años lo tuvo a punto de quedarse en esa misma urbe. También, por extraño designio, conoce a Lisa (voz de Jennifer Jason Leigh), una mujer no especialmente guapa ni particularmente brillante, pero por la que siente una  inexplicable atracción.

Teatro y marionetas

Basada en la obra teatral que el propio Kaufman  presentó en el año 2005 bajo el seudónimo de Francis Fregoli en Nueva York, la cinta recurrió a los mismos actores que estuvieron en aquella producción. En principio Kaufman se resistió a una versión animada y, en la práctica, la obra fue reelaborada absolutamente para la gran pantalla. “En la obra teatral, uno de los efectos era que había una desconexión entre lo que los personajes decían y lo que los espectadores veían en escena. Se supone que en un momento los actores David Thewlis y Jennifer Jason Leigh tienen sexo, aunque  en realidad están uno frente a otro. Eso ya no es así en la película, por ejemplo”, contaba Kaufman el año pasado al periódico The Guardian.

La utilización de pequeñas marionetas animadas por stopmotion también tiene un particular significado para Kaufman. “Eso le da un sentido existencial a los personajes. El espectador llega a saber que hay alguien manejando a estos seres, pero no tiene claro quien es”, ha dicho Kaufman.

Desarrollada a partir de una campaña de autofinanciamiento (kickstarter), Anomalisa es toda una rareza en estas postulaciones al Oscar. Muchos postulaban que por su contenido debería haber competido en el Oscar a Mejor Película. Como sea, sus intenciones no pueden quedar mejor expresadas que en las palabras introductorias de la campaña de búsqueda de dinero que la vio nacer en el 2014: “Queremos hacer esta película fuera del sistema de estudios de Hollywood, permitiendo que  la audiencia  disfrute de una obra brillante y originalmente concebida”.

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