Comisión que revisó caso tareas escolares descarta prohibirlas por ley

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Informe resalta que "es una estrategia pedagógica que pueden utilizar los profesores". Agencia de Calidad dice que el 33% de los docentes no revisa las actividades realizadas en el hogar.




¿Eliminar o no las tareas? En esta pregunta se centró uno de los debates más polémicos de 2016 y que sigue abierto. Movimientos sociales como "La tarea es sin tarea" levantaron como demanda acabar con el agobio de los estudiantes y terminar con las actividades académicas ordenadas para el hogar. El tema incluso llegó al Congreso a través de un proyecto de ley que buscaba regular los deberes escolares eliminando su envío para la casa. A esto se sumó una nueva y polémica medida: dos municipios, Las Condes y Chile Chico, se sumaron a Estación Central y anunciaron que prohibirán las tareas en sus colegios.

En el marco de la tramitación de la iniciativa en el Congreso, y tras su aprobación en general en Sala, le pidieron al Mineduc conformar una mesa técnica para analizar la idea de legislar sobre las tareas y la posibilidad de eliminarlas, con el objetivo de realizar una serie de recomendaciones para incorporar al proyecto.

Tras varias sesiones, el documento con las conclusiones -al cual tuvo acceso La Tercera a través de Transparencia- descarta erradicar los quehaceres escolares y estima que "más que conformar una materia de legislación, las tareas para la casa debieran ser abordadas como una política del establecimiento educacional".

La comisión otorga relevancia a los deberes estudiantiles como una "estrategia pedagógica que pueden utilizar los profesores como parte de su autonomía profesional docente". En ese sentido, recomienda al Congreso que analice la posibilidad de que los decretos de evaluación de los alumnos exijan el desarrollo de una política de tareas para el hogar. "La idea es incentivar que cada establecimiento desarrolle su propia política de tareas en conjunto con la comunidad educativa", consigna, y agrega que esta "debe ser parte del reglamento interno de evaluaciones (de los estudiantes), ya que es necesario fomentar que estas insumen la retroalimentación de los estudiantes".

El documento consigna que un 67% de los profesores de cuarto básico declara enviar tareas para la casa solo en algunas ocasiones y un 9% dice no enviar nunca, según datos del Cuestionario de Calidad y Contexto de la Agencia de Calidad de la Educación, que también arroja que un 33% de los docentes dice no revisar siempre las tareas.

Juan Luis Cordero, psicólogo educacional e investigador de Elige Educar, subrayó que "el problema no es la tarea en sí misma, sino la forma como se asigna o la cantidad que se asigna, así como la desconexión entre los deberes escolares y los intereses de los alumnos".

En ese sentido, el experto señala que los deberes escolares constituyen una herramienta pedagógica que debe ser correctamente utilizada y concordada con la comunidad. "Esto no es una guerra entre apoderados y profesores, es un trabajo en conjunto. Hay que discutir respecto a la posibilidad de ponerle o no nota a las tareas, de incluirlas o no en los promedios, cómo coordinar la retroalimentación, etc.", dijo Cordero.

Para Carlos Henríquez, secretario ejecutivo de la Agencia de Calidad, "las tareas son una herramienta más en un proceso, por lo tanto, solo tienen sentido si son bien utilizadas en el contexto del proyecto pedagógico de cada colegio", enfatizó Henríquez, quien agregó que "son los profesores quienes pueden marcar la diferencia en tanto las usen bien y a partir de un diseño de enseñanza donde tengan sentido. Las tareas no pueden ser ni algo dogmático ni tampoco un elemento desterrado a priori y por decreto".

Carlos Ruz, vocero de "La tarea es sin tareas", enfatizó que el espíritu del movimiento "está marcando por establecer un marco de regulación para las tareas que quede en una ley". Explicó que su demanda se enmarca en que tras 20 años de la jornada escolar completa "su influencia en el agobio a los alumnos está demostrado. Los niños están ocho horas en el colegio, llegan cansados a comer y tienen que seguir haciendo tareas. Sabemos que es falsa la tesis de que mientras más horas esté el alumno en el establecimiento, mejor aprendizaje tendrá", dijo Ruz.

En tanto, el Mineduc envió el año pasado un documento con orientaciones respecto del tema de las tareas, en el cual señala que para que sean efectivas deben cumplir con cinco características. Entre ellas, destaca que los deberes deben contar con un propósito de aprendizaje claro y conocido por los alumnos, además de que debe existir un "equilibrio entre el tiempo que se espera que los estudiantes le dediquen a la tarea y el propósito de esta".

Para Rulz, eso sí, las orientaciones no son suficiente. "Es claro que regular las tareas no está dentro de las prioridades legislativas", pero remarcó que espera que se pueda retomar la discusión pronto.

En ese sentido, el senador Jaime Quintana (PPD), uno de los impulsores del proyecto, aseguró que espera retomar pronto la votación en particular en el Senado, que es el paso que viene. "Cada vez estamos más convencidos de que hay que normar las tareas por ley. Hay que recordar que cuando se creó la JEC se prometió menos tareas para la casa y más actividades extraprogramáticas en el colegio, y hay serias dudas de que esto se haya logrado", dijo el legislador.

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