Después de haber probado autos de casi todas las marcas chinas que están presentes en el país, irremediablemente uno termina estereotipándolos y convenciéndose de que, pese a su buena relación precio/equipamiento, no terminan de convencer (aunque hay varios que podrían hacerlo con mínimas mejoras).

Algunos de estos estereotipos son que todos los autos chinos tienen un olor distintivo que se diferencia notoriamente de coches de distinto origen, o que sus componentes mecánicos están casi obsoletos, lo que se traduce en motores con baja potencia y escaso torque, transmisiones duras y poco eficientes, y dirección artificial producto de un exceso de asistencia. O que su abundante equipamiento no siempre funciona bien, como un aire acondicionado que no enfría o unos frenos ABS que no siempre evitan el bloqueo, y que en diseño siempre hay algo copiado a otra marca.

Lo bueno es que los importadores nacionales se están dando cuenta de que el público chileno no está dispuesto a comprar cualquier cosa, por muy barata que sea, y se están esforzando por traer los mejores modelos que sus fábricas les ofrecen. Y aquí entra el Chery Face, por lejos el mejor auto que la marca tiene en el país, y probablemente el mejor de los autos chinos que se venden por acá.

¿POR QUE?

Primero, porque su diseño es original. El Face tiene líneas modernas y bien resueltas, y utiliza un concepto de monovolumen compacto, con lo que gana en versatilidad. La superficie vidriada en amplia, obteniendo visibilidad exterior y luminosidad interior, agrega barras en el techo que lo hacen ver deportivo, llantas de buen aspecto y unos focos de tres elementos que le dan una imagen de mayor valor.

Segundo, porque la habitabilidad es muy buena, pese a tener 2.340 mm entre los ejes. En la banqueta trasera hay buen espacio para las piernas y cabeza, permitiendo incluso llevar a tres pasajeros, aunque no deben ser muy gordos. Lo mejor es que los asientos son cómodos, los de adelante con buen ajuste lateral, y los de atrás con buena reclinación y relleno, lo que marca diferencias incluso con otros Chery. La maleta tiene un tamaño acorde con el segmento.

Tercero, porque el diseño y terminaciones del interior son lo mejor que hemos visto en un auto chino. Ok, el plástico color aluminio de la consola central no es el más bello, pero al menos su calidad es impecable y no desentona en un habitáculo bien concebido. Lo peor es el look del volante y la escasa cantidad de portaobjetos que existen en el interior, mientras que lo mejor es la combinación de colores en el tapiz, puertas y consola. El diseño de los comandos es normal, funcional, pero nada sofisticado, mientras que los marcadores y la palanca de cambios lucen bastante.

Cuarto, porque el motor, pese a ser lento de reacciones y escasísimo de torque, cumple bastante bien a la hora de mover el coche. De partida, es económico gracias a una caja mecánica con desarrollos largos que busca precisamente esto, y luego, no es ruidoso ni vibra. Le llora un poco más de empuje para salir de cero, pero en general se mueve con soltura.

En este sentido, el Face es ágil por su tamaño más que por su velocidad de arranque, y para un compacto como éste, eso está más que bien.

Además, tiene una suspensión bien equilibrada para dar una buena aislación, aunque cuando se fuerza mucho, golpea al final. El confort de marcha es bueno, pero no tiene mucho tacto y la carrocería tiende a inclinarse. La dirección está bien asistida y no se siente insípida como suele ocurrir con este tipo de coches.

Y, por último, porque el Chery Face trae dos airbags, aire acondicionado, kit eléctrico completo, sensor de retroceso, neblineros, radio con CD, MP3 y USB, y alarma. Y todo lo que probamos, funciona. Además, cuesta sólo $ 5.390.000, un precio por el que no hay tantos autos que generen tan buenas sensaciones.