Arriendo protegido: una alternativa para atender la urgencia habitacional

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Foto: Patricio Fuentes Y.


Por Pía Mora, Directora ejecutiva Fundación Alcanzable.

La emergencia habitacional que vivimos hoy en día se puede asimilar al desafío que se enfrentó durante los años 90. Sin embargo hay algunos factores que marcan la diferencia, tanto desde la perspectiva de las personas afectadas, como de las posibles soluciones.

Hoy, para obtener una vivienda con aporte público, se debe postular a un subsidio y reunir un ahorro. Esta solución puede tardar muchos años debido a la creciente demanda, pero también por las severas dificultades para concretar un stock suficiente de vivienda adecuada, entre ellas, el encarecimiento del suelo urbano.

Andrea (35 años) junto a sus dos hijos, vivía allegada en la villa de blocks Oreste Plath en la comuna de Cerrillos. Su historia es como la de otros miles: sus papás obtuvieron una vivienda en los años 80-90 y, ante la imposibilidad de acceder a una vivienda independiente, ella termina allegada -e incluso hacinada- viviendo en una de las habitaciones. Andrea logró el ahorro necesario en dinero para postular a un subsidio hace 6 años, pero no logra avanzar en el proceso. Era la sexta vez que postulaba. El 2019 decidió cruzar la calle y tomarse un terreno sobre el ex basural Lo Errázuriz. Lo mismo decidieron miles de otras familias: hoy es el campamento más grande de la Región Metropolitana.

Andrea, junto a varias vecinas, están organizando un comité de vivienda. De lograrlo, aun les quedan varios años para conseguir un terreno y construir. Respecto a sus vecinos de otras nacionalidades, gran parte no puede o no le interesa postular a la vivienda formal; muchos optan por construir en concreto su vivienda definitiva en el campamento.

Por evidente que se vea, ya no es posible pensar solo en soluciones habitacionales pensando en la propiedad. Se necesita una respuesta para los hogares que requieren una vivienda pero que no son priorizados por la política para propietarios; adultos mayores, parejas jóvenes sin hijos, migrantes sin permanencia definitiva y hogares unipersonales. Aun cuando avancemos más rápido en construir, también es necesario un apoyo en el “mientras tanto” a aquellos que esperan por su vivienda definitiva.

La nueva consigna es acelerar y diversificar; apurar todas las fórmulas para acceder a suelo fiscal y privado, y construir mayor cantidad de viviendas en propiedad. Pero también comprometer otro tipo de soluciones, y ahí, el arriendo protegido debe ser una opción.

Desde la fundación Alcanzable, entendemos que una vivienda en arriendo protegido debe ser de calidad, asequible, de tenencia segura y localizada en zonas con accesos a servicios públicos y privados. Para esto, se requiere de un fuerte empuje por parte del Estado -a través del financiamiento, la regulación y la gestión- y también el involucramiento activo del mundo privado y la sociedad civil. Desde las entidades sin fines de lucro estamos disponibles para apoyar en este desafío, que ya tiene experiencias de éxito en otros lugares del mundo. Hay muchos modelos para generar este stock; por ejemplo, comprar o reparar viviendas existentes, o generar nuevos proyectos de la mano de distintos actores de la sociedad. Pero es urgente comenzar luego, antes de que otras familias, como la de Andrea, crucen la calle para instalarse en la vereda del frente.

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