Columna de Cristián Valdivieso: ¿Está todo perdido para el Apruebo?



Por Cristián Valdivieso, Director de Asuntos Públicos, Criteria.

La encuesta Criteria de esta semana viene a confirmar que, de cara al plebiscito sobre el texto constitucional del 4 de septiembre, hay una mayoría de la población que hoy está del lado del rechazo. Concretamente, un 48% de los encuestados se inclina por rechazar el texto, un 31% aprobarlo y un 22% aún no lo tiene decidido.

Al mismo tiempo, la data da cuenta del peso que tiene la evaluación del gobierno, tanto en la confianza en la Convención, como en la opción de voto. Entre quienes aprueban la forma como el Presidente está conduciendo su gobierno y se matriculan con una opción, sólo un 5% lo hace con el Rechazo y un 85% con el Apruebo.

El hecho es que, voluntaria o involuntariamente (creo más lo primero y lo he enjuiciado como error), el gobierno amarró su destino al resultado del plebiscito y, al mismo tiempo, ató al Apruebo al juicio ciudadano sobre el gobierno.

Con el rechazo al alza y un gobierno con bajo apoyo, cae de cajón preguntarse si está todo perdido para esta opción. Mi respuesta es no.

Primero, porque sabemos que las encuestas no son infalibles como mostró el Plebiscito por la Paz en Colombia. Segundo, porque reflejan un clima de opinión, una fotografía del momento, que puede cambiar rápidamente como fue en el caso del triunfo del Brexit en Reino Unido. Y, centralmente, porque la campaña recién comienza y el texto tiene activos como los derechos sociales para ofrecer en clave de esperanza y que hasta ahora han estado opacados por el excesivo y performático protagonismo de algunos/a constituyentes.

Sin embargo, visto los datos de la encuesta, veo difícil un crecimiento competitivo del Apruebo si el gobierno no se la juega decididamente por producir un punto de inflexión para recuperar la confianza. Y para eso no bastarán los bonos de invierno. Se requerirá mayor coordinación interministerial en conjunto con un cambio de gabinete que compense con experiencia y competencias la impericia proyectada por el actual, inyectando ingentes dosis de certidumbre sobre la conducción gubernamental a una ciudadanía atemorizada y desorientada por la situación política, económica y de inseguridad.

Complementariamente, el gobierno deberá abrirse protagónicamente a la opción de reformar el texto para sintonizarlo con las subjetividades mayoritarias y, de paso, hacer verosímil la idea de aprobar para reformar.

En fin, Criteria es una foto. La pregunta es qué hará el gobierno y la campaña del Apruebo con ella.

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