Columna de Daniela Lagos: Reservation dogs: la serie sobre amistad que no sabíamos que necesitábamos

En una época repleta de estrenos, de series que vienen atestadas de estrellas de Hollywood o que apelan a la nostalgia y a continuar con historias o sagas que ya conocemos, no es tan fácil que aparezca una producción con un elenco desconocido. Y que logre atrapar y encantar.



Sólo basta con ver el título para saber que Reservation dogs (ya disponible a través de Star+) no es una producción demasiado seria.

Haciendo un juego de palabras entre el nombre de la película de Quentin Tarantino, Reservoir dogs (Perros de la calle) y las reservas en que viven algunas comunidades indígenas en Estados Unidos, de alguna forma adelanta que esto no puede ser un dramón. O sea, claro que puede haber algo de drama, pero sin duda promete bastante comedia y una que no será la más blanca de todas.

Creada por Taika Waititi -hace tiempo ya convertido en sello de calidad para cualquier producción- y el nativo estadounidense Sterlin Harjo, Reservation dogs cuenta la historia de cuatro amigos adolescentes que viven en una reserva y que sueñan con juntar una cantidad de dinero suficiente para irse de ahí a vivir a California. Vender comida, marihuana, buscar trabajos pequeños o robar son parte de sus planes para lograrlo.

En Estados Unidos la serie ha sido celebrada por ser la primera con un elenco, equipo y creativos 100% indígenas (en su mayoría de estadounidense aunque también de otros países). Pero esto no sería más que un dato de trivia si no fuera por lo que ese elenco, equipo y creativos logran en cada capítulo.

Con una base de trama sencilla, Reservation dogs se adentra esencialmente en la vida de cuatro adolescentes que quieren cambiar su realidad. También en la dinámica de la vida en reserva, que visto de fuera se siente similar a cómo es en general la de un pueblo chico donde todos se conocen. Además, se ríe de los clichés sobre los indígenas estadounidenses y se la juega por tener personajes llenos de conflictos, tramas que se mueven con soltura entre la comedia negra y el drama, y apuesta por hacer las críticas que sólo se pueden hacer desde adentro de una comunidad, ya que contadas desde fuera tendrían sin duda un componente ofensivo y probablemente no resultarían tan agudas o llenas de matices.

En una época repleta de estrenos, de series que vienen atestadas de estrellas de Hollywood o que apelan a la nostalgia y a continuar con historias o sagas que ya conocemos y queremos, no es tan fácil que aparezca una producción con un elenco desconocido, una historia sencilla y una base que se puede sentir muy lejana; y de paso, con todo eso, logre atrapar y encantar.

Esa producción es Reservation dogs, un puñado de capítulos llenos de humor y drama, sobre un grupo de camaradas reunidos por las circunstancias y que están listos para ponerse en el asiento del conductor y marcar su propia ruta.

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