Relaciones con Bolivia



SEÑOR DIRECTOR

El Presidente Gabriel Boric ha formulado un llamado a restablecer relaciones diplomáticas con Bolivia y abrir una nueva agenda bilateral de integración. La propuesta chilena es coherente con la promoción de la política vecinal, que constituye una prioridad de nuestra política exterior. El canciller boliviano Rogelio Mayta valoró la apertura presidencial, pero recordó que “el diálogo debe ser amplio y sin condiciones, y considerar la irrenunciable reivindicación marítima de Bolivia”. La respuesta del Presidente Boric ha sido clara: “Chile no negocia su soberanía”.

Cabe recordar que Bolivia rompió relaciones diplomáticas con Chile en 1978 y arrastró a Chile ante la Corte Internacional de Justicia de la Haya. El fallo de la Corte rechazó todas las alegaciones invocadas por Bolivia, sepultando definitivamente su aspiración marítima, con el efecto jurídico de cosa juzgada, respetando así la vigencia del Tratado de Paz y Amistad de 1904, válidamente celebrado y que fijó a perpetuidad los límites entre ambos Estados. A la luz de la sentencia del más alto tribunal de Naciones Unidas, Chile no tiene ningún conflicto, obligación, deuda o negociación pendiente con Bolivia, por lo que el fallo, siendo definitivo e inapelable, debe ser honrado y cumplido de buena fe por las partes.

Debemos evitar repetir errores del pasado, construyendo agendas ambiguas respecto a la mediterraneidad de Bolivia. Además, se encuentra pendiente en la Corte de Justicia de la Haya el juicio sobre el río Silala, conforme a la demanda iniciada por Chile que busca su declaración como río transfronterizo y de curso internacional, cuyos alegatos se inician el 1 de abril próximo.

Chile no puede revivir en el siglo XXI procesos fenecidos en desmedro de su integridad territorial que tanto nos desgastaron infructuosamente a lo largo del siglo XX.

Nelson Hadad Heresy

Profesor Derecho Internacional y RR.II.

Ex embajador de Chile

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