Acupuntura y sexualidad: Cómo la medicina tradicional china puede mejorar la vida sexual de las personas




Existe la noción de que la sexualidad está más abierta y libre que nunca, cuando en realidad son muchos los que se siguen preguntando cómo debería ser una relación sexual, cuánto debería durar, cómo se deberían comportar o qué frecuencia está bien. Y sentir que hay que cumplir con parámetros para tener una vida sexual normal o aceptable no ha hecho más que sumar estrés y ansiedad a algo que debería ser natural y relajado y, que a partir de estos cuestionamientos, solo genera disfuncionalidades y problemas que la medicina tradicional china ha logrado resolver a través de la acupuntura.

Esta técnica, que consiste en hacer punciones en zonas clave del cuerpo para conseguir resultados en distintos niveles, a la larga podría resonar en la sexualidad, alivianar la carga mental y solucionar los problemas.

En este sentido, la medicina china rescata tres aspectos del ser humano que se pueden usar en el tratamiento de las dolencias afectivas y sexuales: el aspecto mental y emocional, el aspecto fisiológico o de funcionamiento, y el aspecto circulatorio. “Desde muy temprano la medicina china se dio cuenta de que todos los problemas sexuales tenían mucho que ver con lo que pasaba en la mente del paciente, en su respuesta sexual propiamente tal y en su vitalidad”, explica Tomás Díaz, licenciado en Acupuntura y Medicina Tradicional China y director de Centro Meridiano.

“La acupuntura intenta agrupar y coordinar estos tres aspectos de la vida, entonces si lo que duele es la rodilla, ahí también hay un aspecto emocional, físico y fisiológico que no se puede dejar de lado”, asegura el especialista. “En una dolencia sexual no podemos dejar de lado lo emocional, el estrés del paciente que por las circunstancias está en alza. Veo a mis pacientes expuestos a un estrés muy grande, que es aún mayor por el problema específico que tienen”.

Tomas explica que el estrés es especialmente perjudicial para la sexualidad en cuanto no permite que las personas se relajen, que disfruten, que estén abiertas a sentirse y sentir al otro. Desde este punto de vista, lo que lograría la acupuntura es devolver la capacidad de descansar, de soltar y dejar de controlar todo. “Cuando logramos eso, logramos un segundo efecto que es un aumento en la circulación sanguínea. El paciente se siente más relajado y empieza a sentir que aumenta la irrigación, baja la angustia y se siente más dispuesto al placer”.

“Es importante derribar los conceptos autoimpuestos en la sexualidad y así disminuir la ansiedad o el intentar cumplir con lo establecido, que el orgasmo debe ser de tal manera, que la duración debe ser extraordinaria o que el tamaño indicado es equis y comenzar a construir una sexualidad basada en el placer, el bienestar, en entender mi placer para poder transmitirlo al otro, en el respeto del placer del otro”, recomienda.

Tratar los problemas sexuales con acupuntura no implica hacer punciones en zonas genitales, que es el miedo de algunas personas que han pensado en esta terapia como solución a sus dificultades. De hecho, Tomás Díaz asegura que son lugares que se deben evitar y que las punciones son en cambio en la espalda, abdomen inferior, piernas y otras zonas que consiguen el efecto deseado.

Por otro lado, aunque la sexualidad suele no ser un tema individual y en muchos casos los problemas asociados se trabajan en pareja, en la acupuntura el acercamiento es personal. “Sin embargo, si el acupunturista es especialista en el abordaje de estos trastornos podría tratar a la pareja, pero es muy importante que el tratamiento sea multidisciplinario y que, mientras la persona va sola al acupunturista, pueda ir en pareja donde un psicólogo especialista o sexólogo”.

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