Margaritas

Margaritas

Para la primavera de 2019, Molly Goddard propone margaritas blancas con centros rojos, impresas sobre conjuntos de top y falda con volantes, vestidos estilo halter, suéteres y cardigans a la cintura.




Planta herbácea cuyo disco floral alcanza un diámetro variable promedio de 6 cms. Se compone de un centro de color amarillo dorado, integrado por diminutas flores en forma de bulbos. Y de una corola donde se distribuyen entre 20 y 30 finos pétalos, alargados y dentados en el extremo, generalmente blancos. Originaria de Europa, su presencia se extiende por distintas zonas del planeta. Acorde a lo anterior, existen margaritas de distintos tonos: rojo, anaranjado, púrpura y rosa. La flor refiere a pureza, inocencia, rectitud moral, confianza, sencillez.

Tendencia

La margarita ingresa a las tendencias de moda, en la década del 60, simbolizando el poder de la juventud. Mary Quant la adopta como logotipo para la línea de cosméticos que presenta en 1966. Asimismo, invade la superficie de un moderno short y de una chaqueta corta, con cuello y puños blancos, creados por la inglesa. El año 1971, Celia Birtwell proyecta junto a Ossie Clark un conjunto estampado de vestido evasé y abrigo imperio, a los tobillos. Confeccionado en crepé de rayón blanco mezcla diseños florales muy distintos, impresos en idénticos colores.

En Occidente, la inclusión de la margarita como motivo indumentario es bastante tardía. Recién en el siglo XVIII, el desarrollo de la botánica y de la filosofía naturalista impacta el arte textil. Los dibujos -basados en la observación directa de las especies o en las ilustraciones de los herbarios que se publican en el período- privilegian la flora local (margaritas, rosas, claveles y tulipanes). Estas representaciones se combinan con otras más exóticas, provienientes de Oriente. Son estampadas en telas de algodón de color crudo y denominadas indianas o chintz. Simultáneamente, las sederías más importantes de Europa agregan margaritas en los ramilletes que decoran sus tejidos. Para fines del XIX, la temática trabajada en realce adorna los intrincados terciopelos de seda utilizados en los vestidos estilo princesa.

Pía Montalva es historiadora, diseñadora y autora de los libros Morir un poco y Tejidos blandos

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