Política

Cómo alistan Kast y Matthei su eventual aterrizaje en La Moneda

En ambos comandos hay conciencia de que el próximo Jefe de Estado será el más votado en la historia de Chile, como efecto del voto obligatorio. Un hecho que no solo le da un poder mayor, sino que este podría duplicarse para la derecha si obtiene una mayoría en ambas cámaras, como lo vaticinan algunas encuestas. De ahí que el abanderado republicano y la exalcaldesa estén perfilando sus sellos y las medidas para los primeros tres meses de gobierno si logran llegar a la Presidencia.

Cómo alistan Kast y Matthei su eventual aterrizaje en La Moneda.

“Si soy elegido Presidente, me comprometo a reanudar las relaciones diplomáticas con Bolivia desde el día uno”.

A las 23 horas con 28 minutos del domingo 19, José Antonio Kast subió a sus redes ese post para felicitar el triunfo del centroderechista Rodrigo Paz, quien puso fin a dos décadas de hegemonía del Movimiento al Socialismo (MAS). El mensaje -esta vez con tiempos concretos- marcó una de las primeras medidas a nivel internacional que pretende aplicar si logra llegar a La Moneda.

Pero el asunto no es fácil.

La campaña del republicano no pasa por su mejor momento. Aunque sigue en los primeros lugares de los sondeos, Johannes Kaiser ha crecido en las últimas semanas, arrebatándole electores. Y ha debido enfrentar el fuego cruzado desde el gobierno y la campaña de Evelyn Matthei, tras la columna de Cristián Valenzuela, su principal asesor estratégico, sobre los “parásitos”, y las declaraciones de la secretaria general del partido, Ruth Hurtado, apropiándose de la figura de Jaime Guzmán.

José Antonio Kast en uno de sus actos de campaña.

Pese a ello, el Plan Kast para su eventual aterrizaje en La Moneda -que comenzaron a delinear en julio, cuando las tendencias de las encuestas se consolidaron a su favor- sigue su curso.

“El tiempo que dista entre la segunda vuelta y el momento en que se asume es corto, son solo 90 días. Y para nosotros es vital mostrar un cambio de mano muy temprano en seguridad y reactivación económica”, dice Arturo Squella, presidente del Partido Republicano.

En reserva, en la casona de Presidente Errázuriz trabajan bajo dos preceptos: que el próximo Presidente se va a convertir en el más votado de la historia, como efecto del voto obligatorio, hecho que le otorga un mandato fuerte. Y que si el elegido es de derecha, podría -además- contar con mayoría en ambas cámaras, si se cumplen las proyecciones de algunos sondeos, lo que podría duplicar su poderío.

Dos puntos clave que evalúa Kast para echar a andar la maquinaria programática, en su tercera y última incursión a La Moneda.

El diseño sobre el tipo de gobierno que quieren impulsar contempla un estilo presidencial fuerte, con un rol muy político y activo; que sea él quien logre los acuerdos. Y que, por sobre todo, marque un notorio antes y un después frente a la actual administración.

Menos ministerios están en su esquema, para reducir la burocracia. Aunque se confidencia que sí es partidario de un Segundo Piso muy fuerte, tal como lo tuvo en su momento Ricardo Lagos con Ernesto Ottone, Carlos Vergara, Javier Martínez y Guillermo Campero, al darle a ese espacio un carácter estratégico.

El diseño de Kast contempla dos etapas que se están trabajando en paralelo. Parte con una fase de instalación, que contempla un golpe de efecto, muy mediático, para marcar de inmediato el sello de la nueva administración. En esto ha estado trabajando Cristián Valenzuela. Se trata de un periodo corto, con un plazo de tres a cuatro semanas, que van desde el 11 de marzo, fecha de la asunción, hasta Semana Santa (entre el 29 de marzo y el 5 de abril).

“Esto, porque si los ciudadanos no observan un cambio real en ese tiempo, nos van a cobrar la cuenta”, admite un miembro del staff de Kast.

Ese plazo conversa con otro -un poco más amplio-, de tres meses, que está a cargo del economista Bernardo Fontaine -vía Desafío 90-, que se hace cargo de las medidas prioritarias del “gobierno de emergencia”, que pretende llevar adelante el abanderado republicano, con un acento en seguridad, economía migración y políticas sociales.

“En las listas de espera, por ejemplo, tenemos que hacer algo rápido”, se precisa.

El equipo -en el que participan Fontaine, Ideas Republicanas y el grupo que está bajo la coordinación de Jorge Quiroz y que integran, entre otros, Tomás Bunster, Mario Farren y Rodrigo Álvarez- se reúne todas las semanas, por áreas de trabajo. En la mayoría participa Kast, cuando no está de gira. El lunes estuvo con la de Seguridad y el martes, con la de Innovación.

En medio del análisis de la data -con computadores cargados de planillas- una fuente confidencia que están realizando un acucioso levantamiento legislativo, que incluye el análisis de las leyes vigentes -para ver dónde se está “trabando la pelota”; de los reglamentos de ley y de los proyectos que están en trámite en el Congreso sobre los que deben tomar una decisión sobre si quieren seguir impulsándolos o no. Uno de ellos es el de las Reglas de Uso de la Fuerza (RUF), que si no sale como lo han propuesto -en orden a dejar en la Justicia Militar las causas que involucren a policías y militares por actos cometidos en estados de excepción-, están dispuestos a enviar otro proyecto en esa línea.

A lo anterior suman los proyectos que planea proponer Kast de inmediato, para no pasar por un periodo de sequía legislativa. Hasta ahora tienen en marcha cerca de 10 textos, con no más de cuatro artículos cada uno.

“La idea es hacer cambios muy específicos, para que se puedan discutir y aprobar rápido”, comenta un integrante de ese equipo.

En ese paquete, entre otros, figuran el tipificar como delito la migración ilegal, el fast track para la construcción de cárceles, la permisología y la reforma tributaria.

Parte de los insumos los han obtenido vía reuniones con expertos de distintas áreas, empresarios y gremios. De hecho, desde la llegada de Quiroz, Kast ha sostenido al menos tres reuniones semanales con empresarios grandes, medianos y pequeños, incluyendo contactos con los principales grupos económicos del país (Luksic, Angelini, Matte y Yarur). Además de encuentros con la CPC y la Sofofa, las que por las giras se han ido distanciando.

Escáner a los cargos críticos

Una de las tareas sensibles ha sido el mapeo de los cargos críticos del aparataje estatal. Esto, por las suspicacias que genera ese monitoreo, después de la polémica que levantó la decisión de republicanos de reducir en seis mil millones de dólares el gasto fiscal en 18 meses, en parte con el despido de funcionarios públicos que entraron entre 2022 y 2024, que calculan en unos 100 mil y de la determinación del propio Kast de sacar a quienes califica como operadores políticos.

Pese a ello, la radiografía a los cargos críticos, no se trata de una caza de brujas, según afirma Arturo Squella a La Tercera.

“No, en absoluto. Como se requiere tener resultados rápidos, es necesario identificar muy bien, particularmente en materia económica, dónde están las principales trabas de los proyectos de inversión. Cuáles son los permisos, las autorizaciones y los cargos que traban esos procesos”, enfatiza.

El escáner está a cargo del ingeniero comercial Sebastián Figueroa -quien fue consejero constitucional por O’Higgins y es una de las figuras más cercanas a Kast- y del abogado Patricio Cuevas, integrante de Ideas Republicanas. Ambos empezaron a principios de agosto con el perfilamiento de unos 1.500 cargos, entre los que se incluyen aquellos que dependen de la Alta Dirección Pública.

Desde republicanos se transmite la idea de que a estas alturas las fichas ya están tiradas; que lo más probable es que Kast pase al balotaje y que lo haga en segundo lugar, después de la abanderada del oficialismo, Jeannette Jara, un escenario que -para algunos- los obliga a recomponer las relaciones con Chile Vamos y a modificar planes, para obtener su apoyo en un balotaje, que hasta ahora se ve cruzado por las heridas que ha dejado esta campaña.

La candidata presidencial Evelyn Matthei, en medio de su campaña. Andres Perez

El “Plan Matthei”

La primera semana de octubre, Evelyn Matthei convocó al equipo que encabeza el historiador Juan Luis Ossa con una decisión tomada. Debía zanjar las medidas que planea adoptar en sus 100 días de mandato -si logra llegar a La Moneda- y adelantarse así a uno de sus principales contendores en la derecha, el republicano José Antonio Kast.

No estaba dispuesta a perder tiempo.

Su objetivo fue hacer pesar el poderío de su programa, elaborado por unos 500 integrantes, entre ellos 40 destacados economistas. E intentar -de paso- frenar la tensión que desde julio cruza a su candidatura, que la mantiene en el tercer y hasta en el cuarto lugar en las encuestas y fuera del balotaje.

Las ideas habían tenido su primer aterrizaje a principios de marzo, cuando presentó el “Plan de Acción Inmediata”, que planteaba -entre otras- la creación de cinco nuevas cárceles, la expulsión de 3.000 delincuentes extranjeros, un mayor control de las fronteras, liderado por las Fuerzas Armadas, y tecnología avanzada para frenar la inmigración ilegal.

Pero ahora debía dar a conocer no solo un abanico mayor, sino que también intentar revalidar su sello: el llamado “Método Matthei” -que aplicó en sus ocho años a la cabeza del municipio de Providencia-, bajo ideas fundantes de sentido de urgencia, experiencia y eficacia.

“Lo primero que queremos dejar de manifiesto es que Evelyn Matthei, por su experiencia como parlamentaria, ministra y alcaldesa, sabe y puede resolver los problemas que enfrenta el país, lo que no es menor después de un gobierno en el que Chile ha pagado caro la falta de experiencia de sus autoridades. Y, segundo, es que con el Plan de los 100 días ella viene a remecer el tablero”, dice el senador UDI Juan Antonio Coloma, uno de los hombres fuertes de la campaña.

La eventual llegada de Matthei a La Moneda se ve cuesta arriba ante el favoritismo de José Antonio Kast y el crecimiento que ha tenido en las encuestas el libertario Johannes Kaiser. Un escenario que en las últimas semanas la ha desplazado del sitial privilegiado que por meses tuvo en los sondeos. Sin embargo, en su equipo buscan remarcar que la carrera está abierta y que su propuesta está vigente.

Para Matthei no es baladí la forma en que pretende llegar a La Moneda, ni tampoco el sello que le quiere dar a ese mandato. Este es su cuarto intento, aunque el único en el que llegó a la papeleta de la primera y segunda vuelta fue en 2013, fecha en que fue derrotada por Bachelet.

No se clasifica como la continuadora de los dos gobiernos de Sebastián Piñera. No solo por su condición de mujer, sino porque -ha dicho- “la seguridad ciudadana, la lucha contra el crimen organizado, la lucha contra la inmigración ilegal, eso nunca se dio en esos gobiernos y nosotros lo vamos a enfrentar muy fuertemente, por lo tanto, va a ser un gobierno totalmente distinto”.

Esa performance diferenciadora es la que pretende rubricar la misma noche del 11 de marzo con su llegada a la frontera en Arica, para marcar -desde ahí- su principal prioridad: el combate a la migración ilegal, la delincuencia y el narcotráfico.

No solo eso. Durante ese día, planea firmar en La Moneda tres proyectos de ley que estima claves en seguridad. Uno que entrega a las Fuerzas Armadas el resguardo de la frontera mediante la Policía Militar Fronteriza; otro que crea una Gendarmería especializada para las cárceles de alta seguridad, y un tercero que establece un nuevo sistema de seguridad rural que tipifique como delito el robo de ganado, maquinaria, usurpación de tierras o incendios de predios.

Lo anterior, junto a la toma de medidas administrativas inmediatas. Entre ellas, el aumento del tiempo de retención de migrantes irregulares de 48 horas a cinco días, mientras se tramita su expulsión; el incremento del presupuesto del Ministerio Público para implementar los equipos de Crimen Organizado y Homicidios (ECOH), la creación de la Unidad de Cumplimiento contra el Crimen Organizado y el Terrorismo (Unicot), y la dictación de un decreto para reubicar y clasificar a los presos por peligrosidad, dejando a quienes encabezan las bandas del narcotráfico con aislamiento, sin visitas ni acceso a internet.

Para el resto de los 100 días contempla licitaciones para la construcción de cinco cárceles -tres de ellas de alta seguridad-, la expulsión de los primeros mil presos extranjeros de un total de tres mil y la instalación de las primeras cinco mil cámaras inteligentes de seguridad en puntos críticos.

Foco en la economía

Uno de los equipos fuertes de Matthei es el económico, por incluir entre sus integrantes a Rodrigo Vergara y Vittorio Corbo, expresidentes del Banco Central; Ignacio Briones y Felipe Larraín, exministros de Hacienda; José Ramón Valente y Juan Andrés Fontaine, extitulares de Economía; Alejandro Weber, exsubsecretario de Hacienda; a los economistas Cecilia Cifuentes y Gonzalo Sanhueza, quien se ha convertido en uno de sus más cercanos, y también a los exministros de la ex Concertación Réné Cortázar y José Pablo Arellano.

Ese grupo ya incluyó para la firma -el 11 de marzo- una ley corta para establecer la invariabilidad tributaria y rebajar el impuesto a las pymes al 10% y el corporativo de 27% a 23%. Más la creación de una ventanilla fast track para destrabar los cuellos de botella de los proyectos sobre 100 millones de dólares; terminar con la permisología y crear -por primera vez- una Unidad Presidencial a cargo de destrabar los proyectos de inversión y agilizar los procesos.

El objetivo es llegar a un 4% de crecimiento del PIB al 2029, reducir el gasto fiscal en US$ 8.000 millones en el cuatrienio y crear un millón de empleos durante su administración.

Pero también, en lo social, una de sus medidas estrella es decretar alerta sanitaria para el cáncer, con el compromiso de terminar al día 100 de mandato con las listas de espera GES en cáncer mamario y uterino; completar la construcción de 30 hospitales al 2030; crear un subsidio de Pie-0 para la primera vivienda de los jóvenes de clase media e iniciar en seis meses las obras de las familias damnificadas por los megaincendios.

Un acento que pasa también por fuertes modificaciones hacia el aparataje estatal, con la inhabilitación de por vida para ejercer cargos públicos a quienes hayan cometido delitos y la reducción en un 50% de los cargos de confianza política.

A diferencia de Kast, no están -dicen- haciendo un mapeo de los cargos críticos. Sí de las leyes, proyectos y reglamentos que afectan el buen funcionamiento del Estado.

La decisión de Matthei -dicen sus cercanos- no es solo convertirse en la primera mujer de derecha que llega a La Moneda, sino que marcar el mismo 11 de marzo un cambio radical con la actual administración. Una meta que por ahora parece esquiva.

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