
El plan de la UDI para dejar caer el proyecto de aborto del gobierno
Luego del round que hubo ayer entre el oficialismo y la oposición para definir a qué comisión de la Cámara irá la iniciativa, en el gremialismo una estrategia para evitar que se discuta la iniciativa del Ejecutivo.

Ya presentado el proyecto de aborto legal del gobierno y luego de que se destinara a ser discutido en las comisiones de Salud, Constitución y Hacienda de la Cámara, la bancada de diputados de la UDI fraguó un plan que busca evitar que la iniciativa del Ejecutivo avance.
La idea contempla presentar una iniciativa de aborto, que sea espejo a la del gobierno.
El diseño es tramitarlo con celeridad en la comisión de Constitución de la Cámara y rechazarlo en la sala de la corporación antes de que se vote el proyecto del Presidente Gabriel Boric.
La operación consiste en buscar “un piloto” que pueda presentar la iniciativa, dado que, según transmiten en la UDI, sería incomprensible para su electorado que el gremialismo presente un proyecto de aborto.
Con esa jugada legislativa, e invocando el artículo 68 de la Constitución Política, la iniciativa del Ejecutivo no podría discutirse hasta dentro de un año.
La norma constitucional señala: “El proyecto que fuere desechado en general en la Cámara de su origen no podrá renovarse sino después de un año. Sin embargo, el Presidente de la República, en caso de un proyecto de su iniciativa, podrá solicitar que el mensaje pase a la otra Cámara y, si ésta lo aprueba en general por los dos tercios de sus miembros presentes, volverá a la de su origen".
Esta barrera constitucional no es solo una complicación para el gobierno en términos de los plazos, sino que también es política: los dos tercios del Senado son 32 votos, quórum que el Ejecutivo está lejos de alcanzar.
La operación del gremialismo es parte de la medición de fuerzas que comenzó a desatarse entre el oficialismo y la oposición en torno al proyecto de aborto libre.
Ambas fuerzas están calculando los tiempos de discusión del proyecto. Por un lado, la centroizquierda hace en el análisis de que discutir en torno a la materia prontamente podría enredar al sector producto de las dudas que hay en algunos parlamentarios -particularmente el PS y el PPD-, además de la división que existe entre los candidatos presidenciales que compiten en la primaria.
En la derecha, en tanto, consideran que debatir el proyecto podría liberarlos rápidamente de la tensión que podría generarse en el sector, producto de la postura más liberal que ha tenido la candidata de Chile Vamos, Evelyn Matthei, y que ello podría complicar en la carrera presidencial durante los próximos meses.
El enredo y la tensión en la derecha
Pese a que en el sector aseguran que aún los jefes de bancada deben afinar los detalles de la operación, las mismas fuentes aseguran que este plan viene antecedido por los enredos que hubo en las filas para enfrentar al oficialismo en la sesión de sala de ayer.
Al inicio de la sesión hubo un debate que subió escalando en el tono, que incluso llevó al presidente de la Cámara, José Miguel Castro (RN) a suspender la sesión por algunos minutos.
La tensión comenzó a escalar de a poco debido a las presiones de legisladores que se amontonaron en la testera tratando de persuadir Castro para que limitara o ampliara las comisiones legislativas que iban a revisar la iniciativa.
Producto de ello, Castro resolvió suspender la sesión para citar a una reunión de comités (de jefes de bancadas), a quienes les comunicó la decisión técnica de la mesa de derivar la iniciativa solo a las comisiones de Salud, de Constitución y de Hacienda (debido a que implica gasto fiscal).
Reanudada la sesión, la diputada Alejandra Placencia (PC) pidió que adicionalmente el proyecto fuera revisado por la Comisión de Mujer, solicitud que fue rechazada.
Inmediatamente después el jefe de bancada de la UDI, Henry Leal, con el apoyo de los republicanos, pidió acotar aún más la tramitación solo a las comisiones de Hacienda y Constitución (donde la oposición es mayoría).
Sin embargo, Castro optó por ceñirse estrictamente a la decisión técnica de la mesa y no accedió siquiera a someter a votación la solicitud de la bancada de la UDI.
Esa resolución molestó al diputado Leal, quien amenazó a Castro con presentar una censura a la mesa, a pesar de que el presidente de la Cámara pertenece a su misma coalición. En vista de que el titular de la corporación no quiso retroceder, el jefe del comité gremialista se acercó a la testera para reclamarle personalmente: “Compadre, no te elegimos para que hicieras esto”, le dijo en una frase que se escuchó en la transmisión.
La derrota de la oposición en la sala daba cuenta, según confidencian en el sector, de una falta de estrategia enfrentar esa situación.
De hecho, las mismas fuentes señalan que hubo intentos de coordinación desde el jueves de la semana pasada. A través de mensajes de WhatsApp, hubo tenues intentos por definir el diseño, pero no se concretó nada.
Incluso, en medio de la sesión de ayer, hasta la oficina de la bancada de la UDI llegaron los diputados republicanos Luis Sánchez y Juan Irarrázaval. Sin embargo, producto de una diferencia que existía entre ambas bancadas respecto del orden de la comisión a las que se debería destinar la iniciativa del gobierno, tampoco hubo un acuerdo.
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