
Jorge Millaquén, el socialista cercano a Elizalde que se afirmó como hombre fuerte de la campaña de Jara
El "chilote", como le dicen en el PS, si bien se proyectó como uno de los integrantes del equipo territorial de la abanderada oficialista, su bajo perfil y la idea de amplitud política lo posicionaron como la mejor alternativa para convertirse en la "mano derecha" de la exministra, por sobre Marcos Barraza.

Horas antes del anuncio de su comando, la candidata presidencial del oficialismo, Jeannette Jara (PC), notificó a Jorge Millaquén (PS) de un ajuste de última hora. Él, quien había renunciado al gobierno de Gabriel Boric para sumarse a la contienda electoral, ya no integraría el equipo territorial, como dijo esa jornada la exministra, sino que sería ungido como jefe de gabinete de la abanderada durante la campaña.
Su nominación para el cargo obedeció a dos factores, los mismos que implicaron que el exconvencional Marcos Barraza no fuera elegido para ese lugar. El primero es que Millaquén, de origen huilliche y pesquero en Chiloé, cumple con el estilo de dirigente político de bajo perfil que es necesario para el cargo, lo que obedece a la apuesta de Jara por no tener un “generalísimo” que asuma un gran protagonismo.

Lo segundo es que la candidata necesitaba dar una señal de amplitud política en el nombramiento de su mano derecha y optó por un socialista que, al mismo tiempo, es de su extrema confianza, pues la acompañó como su jefe de gabinete cuando fue ministra del Trabajo de Boric.
Así, el administrador público de la Academia de Humanismo Cristiano se consolidó como el nuevo hombre fuerte del círculo político de Jeannette Jara, y se encargará principalmente de ver la agenda de la campaña presidencial y de coordinar a las administraciones electorales, a cargo de Juan Carlos Cayo, y financiera, al mano de Pablo Monje.

En su debut en el cargo, los primeros llamados del hombre de 54 años fueron para cerrar la agenda de Jara en su gira por El Maule, región a la que llegó ayer para sostener encuentros ciudadanos en Curicó y Talca.
Esto al mismo tiempo en que se mantendrá de forma activa como orejero de la abanderada. Aunque, señalan en el comando, con un perfil menos político que el que pudo tener Barraza, quien quedó dentro del comité estratégico que lidera el sociólogo Darío Quiroga.
Su relación con Jara
La historia de Millaquén y Jara se remonta al año 2014, en el Ministerio del Trabajo que encabezó la ahora secretaria nacional de la Democracia Cristiana, Alejandra Krauss.
Allí, él era el jefe de gabinete del entonces subsecretario del Trabajo, Francisco Díaz (PS), y ella era la jefa de gabinete del subsecretario de Previsión Social, Marcos Barraza.
Por motivos laborales, ambos se vieron todas las semanas y cosecharon una buena relación, la que mantuvieron cuando ella fue designada como subsecretaria de Previsión Social.
Luego, cuando Jara llegó a la titularidad del Mintrab, en el gobierno de Boric, nombró a Millaquén primero como asesor y, desde junio de 2024, como jefe de gabinete.
Eso sí, durante el segundo gobierno de Sebastián Piñera no perdieron contacto, ya que ambos se encontraron en más de una ocasión en el Congreso: Millaquén como asesor de la diputada Emilia Nuyado (PS), y Jara como consejera de la bancada PC.
En el Ministerio del Trabajo de Boric, dicen conocedores de la relación entre ambos, el socialista mantuvo un bajo perfil político y se concentró en las labores administrativas de la cartera hasta su salida, en abril de este año. En ese mes, Jara se convirtió en candidata presidencial y Millaquén arribó al Segundo Piso del Presidente Boric, donde lideró el equipo de seguimiento de compromisos presidenciales hasta fines de julio.
En el listado de trabajos políticos, Millaquén también asesoró a Jaime Andrade, en la Conadi, y a la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), donde conoció a la generalísima de campaña de Jara en las primarias, Bárbara Figueroa, y al actual director del Trabajo, Pablo Zenteno (PC).
“Tercerista” cercano a Elizalde
Dentro del PS, Millaquén es conocido como el “chilote”, por su procedencia de la isla, donde su padre fue pescador y su madre manipuladora de alimentos.
En el sur, el socialista estudió en la escuela 831 Pudeto-Ancud y entró a militar en la colectividad a fines de los 80. Luego, a inicios de los 90, como dirigente de las Juventudes Socialistas en el sur, conoció a uno de sus aliados políticos más cercanos, el ahora ministro del Interior, Álvaro Elizalde.
Los dos militantes del PS son considerados parte del denominado “viejo tronco tercerista”. En la misma generación, todos muy cercanos a Millaquén, también están la pareja del ministro, Patricia Roa; el presidente del Consejo Nacional de Televisión (CNTV), Mauricio Muñoz; el exsubsecretario Francisco Díaz y el otrora vicepresidente de la tienda, Eduardo Bermúdez.

Todos ellos, con quienes afianzó su relación en las Juventudes Socialistas, siguen siendo el círculo con el que el administrador público, hincha de Colo-Colo, se relaciona casi todas las semanas. Hoy, entre sus cercanos, también están la senadora y timonel del PS, Paulina Vodanovic, y el exministro Ricardo Solari, con quien se compartirá espacio en el área estratégica de Jara.
En la Juventud Socialista Millaquén llegó a ser secretario general, bajo el mando de Genaro Cuadros. Luego, mantuvo un bajo perfil político en el partido, pero con incidencia en el “tercerismo”. Esto hasta que, en abril de este año, apostó por llegar a la mesa directiva de la colectividad.
Le fue bien y consiguió ser uno de los más votados, pero finalmente la vicepresidencia de la tienda quedó en manos del diputado Raúl Leiva. Esto, explican en el entorno de Millaquén, porque al jefe de gabinete de Jara lo contactaron desde la Presidencia para ofrecerle el mando del equipo de seguimiento de compromisos presidenciales del Segundo Piso. El socialista consideró que ambos cargos no eran compatibles, por optó por quedar relegado a la comisión política de la tienda.
Su intento por frenar la nominación de Vodanovic
En la tienda de París 873 aún recuerdan que uno de los momentos más álgidos de este año fue protagonizado por Millaquén.
Este ocurrió a mediados de abril, cuando el comité central del Partido Socialista empujó la nominación como precandidata presidencial de Paulina Vodanovic.
Pese a ser del mismo lote, Millaquén fue uno de los que esa jornada se opuso e intentó frenar la proclamación. El administrador público, ya asesor del Segundo Piso, transmitió que el anuncio se debía aguantar, para no cerrar el debate presidencial ese día, ya que no se veía un consenso total por parte de la militancia.
Millaquén, de todos modos, fue minoría y Vodanovic se alzó como precandidata, idea que posteriormente se esfumó luego de que decidiera bajar su carrera presidencial para respaldar a Carolina Tohá.
La apuesta del socialista era la misma que compartieron otros líderes del PS como Elizalde: buscar una sola candidata presidencial del Socialismo Democrático, para no dividir los votos del sector.
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