Por Juan Andrés QuezadaLa pesada mochila del PC, el gobierno y el sueldo vital
Su militancia en el PC, su constante desmarque y su relación con el gobierno fueron los flancos que la exministra enfrentó durante toda su campaña. Pero la crisis de inseguridad fue su principal desventaja ante Kast, prometiendo medidas que conectaron con los electores menos politizados.

Como todos los días, el lunes 30 de junio Jeannette Jara despertó a las 6.30 horas. Llevaba pocas horas como candidata presidencial única del oficialismo tras ganar las elecciones primarias con un sorpresivo 60% (825.456 votos). Sin perder tiempo, comenzó a pensar sus primeros movimientos, de cara a la primera vuelta del 16 de noviembre, frente a una derecha en alza y como favorita.
Alrededor de las 8.30 horas, la exministra del Trabajo y antigua militante del Partido Comunista llamó a Ricardo Lagos Weber (PPD), para pedirle que se sumara a su nueva campaña y le ayudara a convocar al mundo del Socialismo Democrático, en aquel momento muy golpeado por la derrota de su candidata, Carolina Tohá.
Sorprendido por la llamada y consciente de que Tohá se tomaría un buen tiempo para procesar su derrota, el senador aceptó el reto. Jara le pidió, eso sí, que no oficializara su incorporación hasta tener más claro el nuevo escenario en que comenzaría a moverse.
Tras cartón, Jara llamó al diputado Eric Aedo (DC), un sorpresivo aliado, que la apoyó tempranamente -lo que para muchos de sus cercanos le habría costado su reelección- para pedirle que también se sumara a su campaña, pese a que su partido aún no decidía su postura oficial.
No todos aceptaron la invitación de la flamante candidata oficialista. El actual ministro de Economía y Energía, Álvaro García, por ejemplo, se negó a integrarse a su equipo programático, al igual que otros destacados colegas suyos.
Jara se demoró varias semanas hasta poder anunciar su nuevo comando, tiempo que coincidió con una seguidilla de “autogoles” que debilitaron el arranque de su campaña. Incluso, hizo que algunos dudaran de su preparación para enfrentar un desafío que, al igual que a Gabriel Boric, en 2021, le había llegado de golpe y porrazo.
Tras pasar a segunda vuelta en el primer lugar, pero con una votación mucho menor de la esperada, Jara volvió a sentir una sensación de abandono, pero volvió a tomar el teléfono para pedirles personalmente a los parlamentarios electos y otras autoridades que se sumaran a su equipo, entre ellas, los senadores Vlado Mirosevic (Partido Liberal) y Paulina Vodanovic, quien asumió la dirección de la campaña al balotaje.
Si bien logró poner a todo el Socialismo Democrático y una buena parte de la DC tras ella, hubo figuras, entre ellas el expresidente Eduardo Frei, que se negaron a respaldarla. Y otro grupo que, si bien aseguró que jamás votaría por la derecha, nunca le dio un respaldo explícito, como el exministro de Hacienda Mario Marcel.
Su traumático desmarque del PC
Jara aprovechó el largo feriado de Fiestas Patrias para descansar (llevaba varios meses a un ritmo de trabajo muy fuerte) y para hacer un balance y tomar algunas definiciones junto a su círculo de mayor confianza. El 18 de septiembre había confirmado su asistencia al tedeum, pero finalmente no llegó.
La administradora pública y abogada regresó pisando fuerte y decidida a marcar un punto de inflexión con el presidente de su partido, Lautaro Carmona. El lunes 22 grabó una entrevista con Pedro Carcuro -la cual se transmitió el miércoles 24- donde acusó “falta de fraternidad” de Carmona y Daniel Jadue durante la campaña.
En los meses anteriores, Carmona había reaccionado al desmarque de su “compañera” del PC a través de un agresivo torpedeo en diferentes temas que pusieron a Jara en aprietos y favorecieron la estrategia de sus pares de la derecha, entre ellos, la insistencia de inscribir la candidatura a diputado de Jadue -quien finalmente terminó fuera de la papeleta por sus problemas judiciales-.
El fantasma de pertenecer, desde los 14 años, a un partido que hasta hoy se declara “marxista y leninista” continuó persiguiendo a Jara.
Buscando fidelizar con las bases, Carmona habló de impulsar un nuevo proceso constituyente, revisar el acuerdo Codelco-SQM y criticó duramente la gestión de Marcel.
Lo que más complicó a Jara fue la postura de su partido en defensa del régimen cubano y, en menor medida, al de Nicolás Maduro en Venezuela, temas por los cuales fue consultada insistentemente en todas las entrevistas y debates.
Días antes de las primarias, Jara dijo que en Cuba “sí hay vulneraciones a los derechos humanos”. Días después, la dirección del PC le envió un mensaje en que le señalaban que, en su congreso de enero, el partido había fijado su postura de defensa irrestricta y apoyo al régimen de Miguel Díaz-Canel contra una política exterior “antiimperialista y pro-BRICS”, que ella debía respetar en su calidad de militante y del comité central.
Cuando ya parecía que las diferencias en temas de política exterior se habían agotado, este martes, los dichos de Jara contra la líder opositora venezolana María Corina Machado -que esta semana recibió el Premio Nobel de la Paz- volvieron a agitar las aguas de su comando.
“Yo no la conozco, solo sé lo que llega por TV y sé que ha tenido intentonas golpistas (…)”, dijo la candidata durante el debate de Anatel, produciendo un cruce de opiniones entre las distintas almas que hoy conviven en el oficialismo.
La “candidata del continuismo”
Otro flanco que Jara mantuvo abierto durante los ocho meses y medio que estuvo en campaña -primarias, primera y segunda vuelta- fue ser motejada como la candidata “continuista” del actual gobierno que Kast repitió una y otra vez.
Si bien la exministra buscó instalar la idea de que “Chile no se cae a pedazos” -defendiendo el discurso de la estabilización del país implantado por Boric tras el período posestallido y pospandemia- sabía que el apoyo al gobierno -que bordea entre un 25% y un 30%- no le alcanzaba.
Tenía que salir a “romper huevos”, como dijo el exministro Enrique Correa en una entrevista en Ex-Ante el 27 de julio. “Ella tiene a su favor su carisma y muchas chilenas se sienten como ella, pero eso tiene un límite. Necesita romper más huevos para hacer la tortilla. Las fuerzas políticas dan saltos cuando dan sorpresas, sorpresas consistentes”.
Jara empezó a tomar distancia de la actual administración y criticó el actuar de algunos ministros. Su juicio más bullado fue a la lentitud con que el ministro de Vivienda, Carlos Montes (PS), enfrentó la reconstrucción tras el megaincendio en Viña del Mar.
Sus argumentos, sin embargo, chocaban con el protagonismo -y rol clave- que ella había tenido en el gabinete de Boric -entre marzo de 2022 y abril de 2025-, con logros emblemáticos como la Ley de 40 Horas laborales y la reforma de pensiones. Tal como se lo enrostró el republicano en el debate del martes pasado, también había sido parte del comité político en La Moneda, instancia donde semanalmente se decidía la hoja de ruta del gobierno.
Así como Jara sacó lustre a sus logros como secretaria de Estado, también debió enfrentar duras críticas de la oposición por su responsabilidad en las altas tasas de desempleo, especialmente en mujeres.
Sus propuestas económicas fueron un problema permanente para la exministra. Desde la inclusión de la propuesta de nacionalización del cobre y del litio que fue incluida en su programa inicial, a las diferencias en el oficialismo en torno a la idea de llegar a un salario vital de $ 750 mil.
Pero, sin duda, el principal flanco abierto de Jara fue la crisis de inseguridad que le permitió a Kast, con una promesa de “mano dura”, penetrar en los estratos sociales más bajos -C3, D y E- y exreductos históricos de la izquierda.
“La gran visión de Kast fue dejar a un lado la batalla cultural e instalar que haría ”un gobierno de emergencia, que tenía que ver esencialmente con el tema de la seguridad, la migración ilegal y la economía”, señala el director de Criteria, Cristián Valdivieso.
COMENTARIOS
Para comentar este artículo debes ser suscriptor.
Lo Último
Lo más leído
1.
2.
4.
Plan digital + LT Beneficios por 3 meses
Infórmate para la segunda vuelta y usa tus beneficios 🗳️$3.990/mes SUSCRÍBETE

















