“Letra chica”, “mesada del papá” y “problema de clases”: El cruce de declaraciones que han marcado el debate de la rebaja de dietas parlamentarias en la Cámara

La Cámara revisará este martes en su tercer trámite el proyecto que despachó el Senado. Foto: AgenciaUno

El proyecto está siendo discutido esta jornada en la sala, esto luego de que el pasado jueves la iniciativa fue aprobada en el Senado, donde se le introdujeron cambios al proyecto original, desestimando una disminución transitoria de un 50% en las remuneraciones de los legisladores.


Un debate intenso es el que se ha dado esta jornada en la sala de la Cámara de Diputadas y Diputados en el marco del debate del proyecto que rebaja las dietas parlamentarias y la de otras autoridades de la administración pública.

El pasado jueves la iniciativa fue aprobada en el Senado, donde se le introdujeron cambios al proyecto original, estableciéndose que será el Consejo de Alta Dirección Pública (ADP) el que podrá fijar, por una vez, el porcentaje de la rebaja transitoria que afectará a las autoridades contempladas en la ley. Así se desestimó la disposición despachada a inicios del año por la Cámara de Diputados que establecía una disminución de un 50%.

Justamente este punto fue el que marcó el debate que esta jornada los diputados y diputadas dieron en sala. Ya ayer La Tercera informaba de las intensas gestiones que impulsaba el Frente Amplio con el objetivo de evitar que la sala de la Cámara de Diputados aprobara la iniciativa con los cambios propuestos por el Senado. Esto ante la división que mostraba la oposición frente a las propuestas de la Cámara Alta.

Es así cómo se llegó a la sesión de sala de hoy, donde términos como “letra chica”, “mesada del papá” y “problema de clases” estuvieron presentes en las argumentaciones de los parlamentarios.

El primero en tomar la palabra fue el diputado Matías Walker (DC), quien aseguró que "quiero valorar lo que hizo el Senado. Porque muchos esperaban que esto se transformara en una especie de guerra de guarismos, como dijo el Senador (José Miguel) Insulza. Y el Senado actuó de manera republicana. Ellos pudieron haber dado un porcentaje, pero lo que hicieron fue defender un principio: Que sea un órgano externo y no nosotros mismos, los que determines nuestra remuneración, y en un plazo acotado de 30 días. Y por eso fue aprobado de forma unánime en el Senado”.

Posterior a él argumentó Gabriel Boric (CS), uno de los impulsores de la iniciativa, declarando que "las modificaciones que ha hecho el Senado al proyecto que enviamos desde la Cámara, no van en la dirección correcta. Por lo tanto es razonable poder discutir en una Comisión Mixta mejorar este proyecto”.

Agregó que “si bien estamos de acuerdo que en la fijación de los sueldos no puedan estar involucrados los mismo incumbentes, con la propuesta que hace el Senado, de que un comité dónde uno de sus integrantes sea un expresidente de una de las Cámaras. Que sea un acuerdo entre el Senado y el Presidente, igual seremos incumbentes. Pero lo más grave es que no se le entrega al ente externo ningún criterio para determinar cuál es la rebaja que tiene que haber”.

Pero Boric fue más duro y afirmó que “un ente externo compuesto conformado por gente que vive en Las Condes, Vitacura, en el barrio alto, y que tienen a sus hijos en colegios privados y que tiene AFP, va a pensar de relativamente parecido a como tradicionalmente piensan los parlamentarios. Esto finalmente también es un problema de clases. Y la rebaja que van a aplicar, si no ponemos ningún criterio, en cómo afectará a la calidad de vida que tienen ellos mismos, lo que significará que la rebaja no será significativa”.

El diputado UDI, Juan Antonio Coloma acusó, en tanto, que “aquí hay una letra chica, hay doble discurso gigantesco, porque por una parte le dicen a la gente que están por bajar la dieta a la mitad, pero lo que no le dicen a la gente es que la letra chica es que la rebaja que proponen hoy es de la mitad por dos meses, no es para siempre. Si se aprobará hoy sería por mayo y junio. ¿Y en julio qué pasaría? Pasaría que un organismo externo tenga que volver a fijar la dieta, porque eso fue lo que se aprobó en el parlamento. Entonces no le mientan a la gente con la rebaja del 50%, eso es mentira”.

Camila Vallejo, del PC, hizo un llamado a sus pares a que “no hagamos un papelón. Me daría vergüenza que el Congreso retrocediera en un debate que ha durado años y que hemos logrado avanzar. Esto no anula en ningún caso lo que han planteado los colegas de derecha de que sea un ente autónomo el que definitivamente establezca las remuneraciones y los rangos de remuneraciones y dietas”.

“No demos la señal a la ciudadanía y al país de que no estamos disponibles a que una vez aprobada esta ley se va a reducir al 50% nuestras dietas”, agregó.

El RN, Luis Pardo, argumentó por su parte que "es importante hacer el punto, es distinto saltar de la mesada del papá a la dieta parlamentaria; es distinto venir de la calle, venir de la Universidad o de una trayectoria, la que sea; es distinto saber cómo funciona el mundo real, cómo se genera emprendimiento, puestos de trabajo, cómo se trabaja cuando uno desarrolla una carrera, respecto de alguien que no ha estado nunca en el mundo real”.

Mientras que el RD Giorgio Jackson, también impulsor junto a Boric de la iniciativa, aseguró que “hoy el proyecto vuelve sin ningún criterio, ninguno, que permita asegurar que habrá una rebaja en la reducción de dietas parlamentarias. Invito a los congresistas a nos digan cuál es el artículo de este proyecto que dice que va a rebajar en siquiera 1$ la dieta”.

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