Roberto Ampuero: "Invito a los excancilleres a que actúen con altura de miras"

Foto Reinaldo Ubilla

Ministro responde a críticas por creación de Prosur y acusa que "se está utilizando la política exterior como un arma para política interna".


¿Por qué surge esta idea de crear Prosur?

Surge de una inquietud que tiene que ver con la realidad. Desde hace tres años se encuentra paralizado lo que es esa instancia de integración…

Unasur…

Sí, me refiero a Unsaur. Entonces, esta es la única macrozona del mundo donde no hay una integración funcionando. Y ese es un dato nada menor. Y de ahí surge la inquietud del Presidente Sebastián Piñera por reactivar la integración, y se da cuenta que Unasur tenía y tiene unas fallas muy difíciles de subsanar, entre otras, la forma en que se adoptan las decisiones, pero fundamentalmente el hecho de que se sobreideologizó; y esa discusión ideológica le impedía avanzar. A partir de ese análisis se empieza a desarrollar la idea de crear una instancia de integración que aprenda del pasado y que, por lo tanto, sea no ideológica; que sea una estructura muy liviana; no burocrática; que no sea onerosa; y que tenga como objetivo tareas muy concretas: por ejemplo, integración a nivel de infraestructura, energética, de salud, de enfrentamiento de catástrofes o de seguridad pública, entre otras cosas. Todos estos objetivos no tienen nada que ver con discusiones ideológicas. Y en esto el Presidente convoca a todos los países que forman parte de América del Sur, sin ninguna exclusión.

Salvo Venezuela…

Bueno, porque el único criterio selectivo para esta instancia es que sean democracias, que haya un estado de derecho y se respeten los derechos humanos. En ese marco se invita a todos. Hemos tenido dos reuniones preparatorias importantes y vamos a tener una reunión de cancilleres.

¿Qué expectativas tienen de los alcances y de lo que logre hacer este nuevo bloque, Prosur?

El objetivo del encuentro de los Presidentes de América del Sur es, primero, romper la parálisis que existe hace tres años en términos de integración. Ese es el objetivo central: iniciar un diálogo, iniciar un proceso… Se trató de una invitación abierta, sin distinción de signo político. Aquí nadie sobra. No hay un solo país que sobre. La integración sudamericana es tarea de todos… Y quiero subrayar que este rol de Chile como puente diplomático, en el caso de la integración sudamericana, está en absoluta concordancia con ese mismo rol de puente diplomático que Chile está jugando ante la crisis de Venezuela. Somos parte del Grupo de Lima, pero también buscamos convergencias con otros actores, como la Unión Europea, el Grupo de Contacto, México, Uruguay.

¿Qué países y mandatarios están confirmados para el encuentro en Santiago?

Mire, usted sabe que las agendas de los presidentes son siempre muy complejas, y como todavía falta una semana, prefiero que sea cada país el que decida la oportunidad para hacer el anuncio. Lo que sí, como anfitriones vamos a estar en condiciones más adelante para tener una información más precisa al respecto.

Usted dice que Unasur se ideologizó, pero en el caso de Prosur ha habido críticas de figuras de la oposición y de excancilleres que apuntan a que este nuevo bloque sería ideologizado y, además, improvisado…

Nosotros no improvisamos en política exterior. Y recomendaría leer los documentos y lo que se ha manifestado sobre esta instancia de integración… Esta instancia, que cuenta con mucho respaldo, porque la gran mayoría está de acuerdo en que es necesario salir de esta inmovilidad, tiene como criterio central que se trate de una integración concreta y pragmática…

¿A qué cree que responden esas críticas de parlamentarios y excancilleres, si usted dice que esto no es algo ideológico, sino que pragmático?

Yo le preguntaría eso a los excancilleres. Uno tiene derecho a tener las interpretaciones que quiera, a lo que no tienen derecho es a inventar sus propios datos. Ahora, usted se refiere a un documento firmado por cerca de 26 expertos en política exterior. Lo primero es que celebro que por fin, a fines de marzo de 2019, todos ellos, expertos en política exterior y excancilleres de gobiernos de la Nueva Mayoría o de la Concertación, califiquen al régimen de Maduro explícitamente como una dictadura. Nos parece un gran paso de que al fin hayan reconocido a la dictadura de Maduro como lo que es. Es un paso en la dirección correcta, y los invito a seguir pensando también en esa dirección. El otro elemento positivo es que algunos de ellos corrigieron el argumento, claramente equivocado, de que Chile estaba convocando a una cumbre ideológica. Lo que sí es inentendible es que reconozcan la parálisis de Unasur, reconozcan la influencia negativa de la dictadura de Nicolás Maduro en esa organización, que está muerta y paralizada, y que al mismo tiempo critiquen al gobierno del Presidente Piñera por impulsar una iniciativa para romper esa inercia. Ahí hay varios candidatos a presidente. Los invito a separar la discusión -que es muy legítima- de proselitisimo político de lo que es la política exterior de Chile…

Cuando nos reunimos con el canciller de México, de Uruguay, estamos en diálogo con las distintas instancias y actores que están tratando de buscar una solución, y reconocen y celebran el papel de Chile, es un flaco favor que se le hace al país tratar de desacreditar lo que está haciendo nuestro país en la búsqueda de una solución pacífica, política y constitucional para Venezuela.

¿Qué le pasa a usted cuando ve que se dice que en el gobierno actual las cosas en política exterior no se hacen como se hacían antes? Lo de Prosur es solo un ejemplo de eso…

No, no se hacen como se hacían antes. Por eso nosotros hablamos con claridad frente a las dictaduras. Y eso no se hacía antes. La reacción que yo pueda tener frente a eso no es tan importante. Lo importante es que Chile tiene una actividad política internacional respetada, escuchada y activa. Quiero recordar que raras veces, raras veces, creo que es la primera vez que tenemos tanta actividad multilateral en Chile como este año… Invito a estas personas expertas en política exterior y a los excancilleres a que actúen con altura de miras, que reconozcan lo que se ha hecho y que reconozcan que Chile está pasando por un gran momento. No echemos abajo, no tratemos de oscurecer, de enlodar algo que hemos construido a través de decenios y que han construido gobiernos de distinto signo político.

Cuando usted dice que ahora las cosas en política exterior se hacen distinto porque se habla con claridad de una dictadura, ¿con eso se refiere también a todos los aspectos de la política exterior?

De pronto, se está utilizando la política exterior como un arma para tener resultados en política interna. Eso es lo central, en realidad.

Chile hoy mantiene congelada su participación en Unasur. ¿El gobierno va a retirarse de ese bloque?

Nosotros congelamos con un grupo de seis países. Y ahí hay distintos tiempos que cada país ha ido tomando. Nosotros estamos evaluando esta situación. Lo importante es ponerse de acuerdo primero con los países. Chile no es un llanero solitario.

Pero por todo el análisis que usted hace, lo lógico es que se retiren de Unasur...

Sí, claro, pero tenemos que ver en qué momento y de qué forma se da el próximo paso.

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