Todo lo que necesitas saber (y tener) para empezar a jugar pádel

Es un fenómeno mundial, el deporte de moda que se disparó después de la pandemia y hoy acapara las redes sociales ¿De dónde vino? ¿Cómo se juega? ¿Qué hay que tener para comenzar? Te lo explican los profesionales.




Actualizado el 24 de abril de 2023

Que el pádel por aquí, que el pádel por allá, que el pádel esto, que el pádel lo otro. De pronto, todo el mundo habla del pádel y tú, que te la pasas volando, pensando quizá en qué, quedaste aislado en el rincón de los que no tienen idea qué diantres es el famoso pádel.

Mientras sigues yendo al bar, solo, junto a tu fiel schop, el grupo de traidores al que solías llamar “amigos” optó cambiar las copas por raquetas: ahora se juntan religiosamente a jugar al pádel. Y como si fuera poco, últimamente tienes que ser testigo de cómo tus compañeros de trabajo escalan en su nivel de notoriedad frente al jefe, porque adivina qué les gusta jugar a todos… ¡y juntos!

“Si no puedes con ellos, úneteles”, dice el dicho, y por más que tu orgullo te tenga de los tobillos, rogándote que no caigas, bueno: parece que es hora de quitarse los miedos. ¿Qué tiene este deporte que, de pronto, se volvió tan atractivo para tanta gente? Acá hay tres razones.

1. El pádel se juega en parejas

Dos personas en cada mitad de cancha. Si lo piensas, el presidente de la Federación de Pádel de Chile (FEPACHI), Fabián Parolin, no se equivoca cuando dice que “cualquier actividad que junta a cuatro personas es una reunión social”. Suena divertido.

2. El pádel lo puede jugar cualquiera

“A diferencia de otros deportes, el pádel lo puede practicar cualquier persona, sin tener experiencia y sin importar el género. Se juega mucho de forma mixta”, cuenta Patricio Durruty, profesor de pádel certificado y preparador de jugadores, con clases en los clubes Chile Padel Academy, Red Padel y Rinconada. De hecho, hay tanta demanda por aprender a jugar, que Durruty dejó su carrera como ingeniero civil para dedicarse de lleno a enseñar este deporte.

3. El pádel es un ejercicio (pero no tan cansador)

Parolin y Durruty concuerdan en que el pádel no requiere de “tanta resistencia física” y que la fisonomía de las personas —cualquiera sea— no es una “limitante” para practicarlo. Ojo, esto no significa que no debas tener tus resguardos, sobre todo si vienes de un sedentarismo intenso desde la pandemia.

4. El pádel es muy fácil de entender

Además, es simple de jugar. Las reglas son similares a las del tenis: se utilizan raquetas, llamadas palas o paletas, se juega con una pelota —levemente diferente a la de tenis—, se debe pasar de lado a lado en un solo golpe y el objetivo es que no bote dos veces en el suelo de tu mitad. De lo contrario, el punto es del rival.

Hay más reglas, claro está. Algunas que también se asemejan a las del tenis y otras que ofrecen variaciones fundamentales. La más importante de estas últimas es que los muros que cierran la cancha, que suelen ser de acrílico transparente, se pueden utilizar para hacer rebotar la pelota, lo que abre todo un mundo de jugadas que en el tenis no existen.

En el video que sigue a continuación, tienes una prueba de ello. La jugada la protagoniza un “Rey Arturo”, que no es Vidal sino que Coello, un español de 20 años que esta temporada se convirtió en el jugador más joven en ganar un torneo del World Padel Tour.

Ingenio, destreza y muchos vítores. Parece entretenido y el presidente de FEPACHI lo refrenda: “La primera vez que juegas ya la pasas bien”.

Una historia distinta

El pádel es un deporte joven, sobre todo en relación a los más tradicionales, como el fútbol o el mismo tenis, que reglamentados tienen más de ciento cincuenta años de existencia. Pero, historia tiene. Y como muchas otras historias, ésta surge de la casualidad y del amor.

A quien se le adjudica su creación es al millonario mexicano Enrique Corcuera, en 1962. Se dice que él estaba “enamorado” del frontón que tenía en su lujosa residencia en Acapulco de Juárez. El problema es que a sus costados y a su espalda no había otras paredes que detuvieran el impulso de la pelota cada vez que ella eludía los golpes de Corcuera. Así que se le ocurrió levantar otros tres muros, de tres metros de altura cada uno, que cerraran el circuito. Con eso armó una cancha, cuyas dimensiones eran de 20x10 metros, y le instaló una red de tenis en el centro.

Allí es donde emerge la figura de Alfonso de Hohenlohe-Langenburg, un noble europeo —hijo de un príncipe alemán y una aristócrata española— que se la pasaba en México promoviendo sus inversiones inmobiliarias de lujo y visitando a su compadre Corcuera. En 1974, Alfonso quedó rápidamente fascinado con el juego de Corcuera y decidió llevarlo a España, no sin antes realizar algunas modificaciones en torno a la cancha y a las reglas. El nuevo juego se expandió como pan caliente por Europa y luego por el mundo.

Auge y caída —y nuevo auge— en Chile

En los últimos dos meses, el pádel nacional recibió un par de grandes noticias. La primera es que el equipo femenino de Chile clasificó al mundial de la disciplina, que se disputará en Catar entre el próximo 31 de octubre y el 4 de noviembre.

La segunda es que en marzo de 2023 Chile será por primera vez sede de una fecha del World Padel Tour, el circuito internacional que reúne a los mejores jugadores del mundo. Entre ellos Javier Valdés, el chileno de mejor ránking: está en el puesto 65.


Una historia que comenzó en Chile a fines de los años 80, cuando el boom argentino traspasó la cordillera de la manos de inversionistas. “En Argentina el pádel era una locura”, recuerda Parolin. Y algo de ella se vivió acá en la década siguiente, cuando hubo un primer “esplendor”: comenzaron a surgir jugadores profesionales chilenos y se desarrollaron mega eventos con el pádel como protagonista. “Se hizo un Panamericano y hasta se jugó en el Parque Arauco”, anota el presidente de la FEPACHI, quien en esa época competía a nivel profesional.

Pero llegó el 2000, y todo lo que sube tiene que bajar. Sudamérica absorbió la caída que tuvo el pádel en Argentina —según Parolin, producto de la crisis económica— y se comenzaron a cerrar los clubes que con tanta efervescencia habían abierto. “No desapareció el pádel, pero dejó de ser masivo”, comenta Parolin.

Diez años después, llegó la segunda ola, con la apertura de nuevas canchas en distintas partes del país, pero ahora apoyada con la flamante Federación de Pádel. “Hoy somos una de las cinco federaciones más reconocidas del mundo, a nivel institucional”, afirma Parolin.

Fue en el contexto de la pandemia cuando el pádel se convirtió en un fenómeno mundial. “Cuando estaban paradas todas las actividades colectivas, el tenis y el pádel fueron las primeras actividades que se habilitaron”, explica Parolin. De alguna manera, se posicionó como un deporte “seguro”, dadas sus características, pues reúne a solo cuatro personas en una cancha y no hay contacto entre ellas.

En Chile se pasó de tener 100 canchas en 2010 a 250 en 2019. Hoy se estima que hay cerca de mil. Parolin asume que hay un factor de moda indesmentible. Y, por lo tanto, es probable que en unos años más al globo se le escape algo de aire. “Pero en el pádel van a quedar los de siempre, los que realmente viven de esta actividad”.

Foto: Juan Farías / Diario La Tercera.

Qué se necesita para jugar pádel

1. Paleta o pala

Volvamos a lo que necesario para practicar este deporte. Lo primero es una paleta o “pala”, como se le denomina en la jerga oficial. Si bien no es necesario que te compres una, porque los clubes suelen tener para el arriendo, nadie te puede quitar el sueño de tener la pala propia.

Antiguamente se hacían de madera y pesaban cerca de 500 gramos. El problema, dice Patricio Durruty, es que ocasionaba “muchas lesiones de epicondilitis y otras dolencias, debido al material y peso”. Hoy son “más blandas” e incorporan materiales que permiten absorber el impacto de la pelota, como las fibras de carbono, de kevlar o el etilvinilacetato (o goma EVA), entre otros. De esa manera su peso disminuyó a 300-400 gramos.

Pala de pádel Kounga Batu Carbon Pro


Si bien existen distintos tipos de pala que, según su composición y forma, permiten al jugador optar por mayor control o potencia en su juego, lo más importante a considerar, para alguien que recién comienza, es su peso. Hay que pensar que, a medida que avanza el partido, la pala se siente cada vez más pesada producto del cansancio y el desgaste físico. Si el peso no es apropiado, esto puede significar el riesgo de una lesión, como las mencionadas por Durruty.

Lo recomendable, según el profesor, es que una persona con menor potencia muscular opte por palas que pesen menos de 360 gramos. En cambio, si “es una persona grande, robusta y con mucha fuerza”, le podría convenir utilizar una de 370 gramos o más. El peso, así como los materiales de fabricación, los puedes encontrar en el etiquetado de cada producto.

Pala de pádel Varlion Maxima Summum Prisma Radio


Por otro lado, el rango de valores de palas es amplio. “Va desde los 50 mil hasta sobre los 500 mil pesos. Pero no creo que el precio determine a la paleta adecuada”, dice Durruty. El valor promedio, en todo caso, está entre los 100 y 200 mil pesos.

Pala de pádel Babolat Contact


2. Las zapatillas

Respecto a la indumentaria, lo más relevante y específico está en el calzado. Aunque aún existen canchas de cemento, la mayoría son de pasto sintético y la idea es que las zapatillas que ocupes te ofrezcan un balance entre estabilidad —principalmente en el tobillo— y capacidad de agarre y deslizamiento. Además de una amortiguación adecuada a tu peso.

Las zapatillas de tenis sirven, pero en el mercado puedes encontrar las que están diseñadas específicamente para jugar pádel, lo recomendado si vas a jugar con cierta frecuencia.

Las hay de tres variedades y la diferencia radica en la suela. Las de tipo espiga o clay son las preferidas por los profesionales, ya que al estar conformada por una serie de relieves y surcos horizontales, permiten un mejor deslizamiento en la cancha y, con ello con una mejor posición a las pelotas más difíciles.

Zapatilla para pádel Asics Gel Dedicate 7 Clay mujer


Las de suela omni, también conocida como suela de puntos, ofrecen mejor agarre, ya que tienen mayor espacio y profundidad entre los relieves, consiguiendo una mejor fricción con la superficie. Los entendidos dicen que este tipo de zapatillas es el ideal para quienes se están iniciando.

También existen las zapatillas de suela híbrida, que usualmente tiene la parte frontal de tipo espiga y, la trasera en omni.

Zapatilla de pádel Drop Shot Argon 2XTW


*Los precios de los productos en este artículo están actualizados al 24 de abril de 2023. Los valores y su disponibilidad pueden cambiar.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.