El ataque de Elon Musk a Apple prepara el terreno para una disputa pública con riesgos para Apple y Twitter

Elon Musk, presidente ejecutivo de Twitter, acusó a Apple de obstaculizar la libertad de expresión y afirmó que el gigante tecnológico había amenazado con eliminar la aplicación de Twitter del iPhone. Foto: Patrick Pleul/ AP

La disputa podría llamar la atención sobre cómo se vigilan los discursos en Internet.


El nuevo propietario de Twitter Inc., Elon Musk, declaró el lunes la guerra a Apple Inc. y a una de las piedras angulares del imperio empresarial del iPhone, sentando las bases para una batalla potencialmente agresiva entre el hombre más rico del mundo y la empresa más valiosa del mundo.

Apple y su director ejecutivo, Tim Cook, tienen la capacidad de ejercer una gran influencia sobre el posible éxito de Twitter, ya que el fabricante del iPhone es uno de los principales publicistas y controla estrechamente el software de su App Store.

En una serie de tuits en los que acusaba a Apple de obstaculizar la libertad de expresión y afirmaba que el gigante tecnológico había amenazado con expulsar la aplicación de Twitter del iPhone, Musk introdujo una nueva arista en los esfuerzos de Apple por mantener el control sobre la distribución de software, actuando como megáfono para los críticos que dicen que la empresa tiene demasiado poder a través de su App Store.

Al llamar la atención sobre el papel de Apple como guardián del ecosistema de las aplicaciones, Musk está tomando el relevo en la lucha que los desarrolladores han librado durante años contra Apple y sus tarifas. Musk podría hacer que los legisladores y reguladores de todo el mundo se centren en la empresa, incluidos los políticos que han expresado su preocupación respecto de que Silicon Valley silencie las voces conservadoras.

Apple no hizo comentarios al respecto.

Por su parte, Musk ha dicho que está perdiendo US$ 4 millones al día y que se enfrenta a una revuelta de publicistas por parte de grandes marcas preocupadas por la moderación de contenidos de la compañía de redes sociales. Está tratando de reforzar el negocio de suscripción de Twitter, haciéndolo menos dependiente de la publicidad. El nuevo Twitter Blue, que ofrecerá a los usuarios ventajas como la verificación de la identidad a cambio de una cuota mensual, se ha retrasado, pero Musk ha prometido provisionalmente que se pondrá en marcha el viernes.

Apple podría recaudar hasta el 30% de los ingresos de las suscripciones a Twitter, que, según Musk, se convertirán en un nuevo centro de atención para la empresa. La compañía cobra hasta un 30% de las compras de aplicaciones o suscripciones realizadas a través de la App Store. La cuota de Apple de las suscripciones se reduce al 15% tras el primer año de uso.

El lunes, Musk envió un meme a sus casi 120 millones de seguidores en el que aparecía un auto que se dirigía a una rampa de salida en la que se podía leer “Go to War” (Ir a la guerra). El auto, que salía de una carretera etiquetada como “Pay 30%”, representaba a Musk.

Musk, que se ha convertido en el hombre más rico del mundo gracias a sus participaciones en Tesla Inc. y en la empresa de cohetes SpaceX, tiene un largo historial de desafío y de enfrentamientos públicos con quienes considera que amenazan sus intereses. No sólo ha atacado a sus rivales, sino también al presidente Joe Biden y a la Comisión de Valores.

Sin embargo, esta batalla puede ser diferente. Bajo el mandato de Cook, Apple ha expulsado aplicaciones de la tienda por cuestiones de moderación de contenidos y ha bloqueado ciertas prácticas de recopilación de datos de las redes sociales en nombre de la privacidad de los usuarios. La disputa podría llamar la atención sobre cómo se controla la expresión en Internet y sobre el poder de Apple como árbitro de qué software puede llegar a sus más de mil millones de usuarios de iPhone.

“Simplemente parece que Elon quiere buscar una pelea con Apple”, comentó Phillip Shoemaker, exdirector senior del equipo de revisión de la App Store de Apple, que se fue en 2016. “Pero no me lo imagino ganando esto”, agregó.

Cuando supervisaba el contenido de la App Store, Shoemaker sostuvo que Apple informaba a los desarrolladores de aplicaciones de las infracciones que cometían antes de amenazar con la retirada de una aplicación. Normalmente, dijo, los creadores de software tenían dos semanas para solucionar un problema, como la moderación de contenidos, antes de empezar a rechazar las actualizaciones de las aplicaciones y, finalmente, retirarlas de la tienda digital.

Las preguntas de los expertos sobre la capacidad de Twitter para moderar el contenido en la plataforma comenzaron a surgir cuando Musk despidió a cerca de la mitad de los trabajadores de la empresa y empujó a muchos más a irse.

“Cuando Elon salga y despida a todo el equipo de moderación, lo primero que diré es que Twitter será expulsado de la App Store”, aseguró Shoemaker.

A su vez, el multimillonario de Tesla ha dicho que le motivó a comprar Twitter para asegurarse de que siguiera siendo una plataforma para la libertad de expresión.

En las directrices de revisión de la App Store de Apple, una de las primeras advertencias que hace la empresa es que las aplicaciones “no deben incluir contenido ofensivo, insensible, molesto, destinado a disgustar, de muy mal gusto o simplemente espeluznante”.

Después de que completara su toma de posesión hace aproximadamente un mes, varios grupos externos, incluyendo la Liga Antidifamación y el Instituto de Investigación de Contagio de la Red, dijeron que habían documentado un aumento repentino de la incitación al odio en la plataforma.

La ADL, un grupo de defensa de los judíos que examina el antisemitismo en los Estados Unidos, dijo que identificó más de 1.200 tuits y retuits que difundían memes antisemitas y lo calificó como “un esfuerzo coordinado” que siguió a la toma de posesión de Musk.

Las dudas sobre la capacidad de Twitter para moderar los contenidos en la plataforma empezaron a aflorar cuando su nuevo propietario, Elon Musk, despidió a cerca de la mitad de los trabajadores de la compañía y empujó a muchos más a marcharse. FOTO: CARLOS BARRIA/REUTERS

Yoel Roth, por entonces jefe de confianza y seguridad de Twitter, dijo a finales de octubre que un pequeño número de cuentas estaba detrás de muchos de los tuits con insultos o contenidos de odio. El 9 de noviembre, aseguró que la empresa había conseguido reducir el número de veces que se veía el discurso de odio.

Poco después dejó Twitter y dijo en un artículo de opinión del New York Times que los anunciantes, los gobiernos y empresas como Apple y Google tienen en última instancia una influencia significativa sobre el contenido de Twitter. No seguir las directrices de contenido de Apple o Google podría ser “catastrófico” para Twitter, escribió.

Musk ha dicho que la cantidad de discursos de odio vistos en Twitter ha disminuido significativamente. “Las impresiones de discursos de odio se han reducido en un tercio con respecto a los niveles anteriores a la crisis”, comentó el 23 de noviembre.

Hace unos dos años, Apple retiró la aplicación de redes sociales Parler por considerar que no hacía lo suficiente para moderar los contenidos peligrosos.

Esa decisión, a la que se sumó Google, de Alphabet Inc., contribuyó a poner a Apple en el punto de mira de los legisladores conservadores de Washington, preocupados por el poder de las empresas de Silicon Valley.

Las preocupaciones sobre cómo Twitter estaba moderando el discurso es lo que provocó el interés de Musk en comprar la compañía por US$ 44 mil millones el mes pasado.

Criticó a Apple después de que la empresa se enfrentara en 2021 a una batalla legal con los desarrolladores y el fabricante de “Fortnite” Epic Games Inc. por el control que el fabricante del iPhone tiene sobre el software.

Epic ha acusado a Apple de tener un monopolio indebido sobre la distribución de aplicaciones de terceros en el iPhone y de obligar a esas empresas de software a utilizar su sistema de pago dentro de la aplicación. Epic ha calificado de injusta la cuota del 30% de Apple.

Apple ha defendido su negocio, diciendo que las tarifas están en línea con la norma de la industria y son justas para la tecnología que proporciona. En su mayor parte, ganó una demanda de Epic, aunque ambos siguen luchando en un tribunal de apelación.

Musk se metió en el asunto hace más de un año, antes de que estuviera claro su interés por poseer Twitter. “Las tarifas de las tiendas de aplicaciones de Apple son un impuesto global de facto sobre Internet”, tuiteó Musk en julio de 2021. “Epic tiene razón”.

Apple vigila de cerca lo que dicen los fabricantes de software y, según los documentos que surgieron en el juicio de Epic, había advertido a los desarrolladores de aplicaciones acerca de hacer públicas sus quejas, con el objetivo de resolver los desacuerdos en privado.

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